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martes, 21 de febrero de 2023

Exandria - Sesión 19 (12/02/2023)

Llegada a Mindabar

 ¿29 de Fessuran de 836 Post Divergencia?

Ojo oscurecido de She-ra
Frederick intenta refregar el ojo de Darastrix pero éste se niega. Teme por la integridad de su globo ocular por la impericia del guerrero. Paighon intenta acercar los cristales que le quedan esperanzado de que absorban la tinta, pero nada sucede. Según su deducción, no es un efecto mágico, la magia se utilizó para introducir la tinta dentro del ojo, pero no hay magia manteniéndola allí. Frederick desgarra un trozo de los vestidos de novia para intentar limpiar los ojos de sus compañeros pero nada sucede. Mientras tanto, Toga estaba terminando un conjuro sanador para recuperar al grupo de sus heridas. Deciden tomar un respiro y relajados utilizan parte de los cristales restantes para "limpiar" la zona del material cristalino. El círculo mágico bajo éste coincidía con las notas. Paighon lanza un conjuro para detectar conciencias cercanas en caso de que los diablos aún anden cerca, pero están a salvo. Nyzel lanza un conjuro para interpretar textos, pero no logra descifrar el significado de la marca en el cuerpo de Darastrix. Utiliza el mismo conjuro para leer la inscripción en el lintel del edificio al que no pudieron acceder. "Eternos los invictos" es la frase que se lee allí. 
Vuelven a intentar entrar al edificio que luce más importante, intentan varias cosas, rememoran lo dicho por Lothar hasta que intentan lo más simple, empujar. Algo cambió desde que intentaron ingresar anteriormente. Frederick empuja con todas sus fuerzas. 
Templo de huesos
Por unos instante Frederick parece sumido en un limbo de brillante blanquedad hasta que sus ojos se acostumbran. El interior del templo tiene un blanco extremadamente puro y sólo la sombra del guerrero oscurece apenas un pequeño sector del lugar. Tras unos segundos sus ojos se acostumbran a la luz y logra discernir las paredes, techos y columnas tallados con formas de huesos, o hechos de huesos extremadamente blancos. Al sentirse seguro alienta al resto del grupo a acompañarlo y juntos llegan al otro extremo del templo donde ven una escultura enorme. El busto de un santo sobre un altar, parece cubierto por una túnica que sólo deja ver sus dedos de hueso que sujetan su rostro representado por una calavera. Escuchan una voz al tiempo que se encienden los braceros a ambos flancos del templo. La voz exige saber quién habría ozado entrar al templo de la luz. Paighon repite la frase leída antes de ingresar, la respuesta es que esa frase carga vergüenza. Tienen un torpe intercambio de palabras con la voz que parece provenir del santo en donde aprenden que las puertas se bloquearon por un "gran mal" y que ellos, sin saberlo, ya habrían acabado con él. Luego la voz insiste en saber su verdadero objetivo rechazando varias de las respuestas hasta que Paighon menciona que su objetivo es enfrentarse a la oscuridad que azota esta tierra. La voz asegura que es una respuesta sensata, pero aún deben probarse ya que, según la voz, no pueden arriesgarse a desperdiciar sus recursos. Un instante después se encontraban midiendo fuerzas contra un ángel del honor y dos ángeles del juramento.
Honor Angel
She-ra clava su alabarda del señor del alba en el suelo para proteger a sus compañeros, las marcas en Frederick se iluminan mientras éste lanza su marca en el ángel del honor y avanza contra él. Nyzel se lanza su armadura mágica y busca refugio. El ángel del honor marca al trapero kóbold antes de atacar a Frederick con su espada de cristal y su espada de luz. El guerrero alcanza a alzar una fugaz protección mágica que le permite esquivar la descarga. Los ángeles del juramento lanzan conjuros que Frederick y Nyzel resisten gracias al alabarda del Señor del Alba. 
Ángel del Juramento
Mientras Toga bendice a sus compañeros She-ra desenfunda su arma y avanza siguiendo la voz de Frederick e intenta descargar un ataque. Lo mismo hace Darastrix sólo para recibir ataques del ángel del honor, aunque lo repelen los espíritus que pululan al kóbold. Sigue la descarga y esta vez Darastrix termina muy golpeado. Los ángeles del juramento se posicionan, Frederick repele los ataques, pero She-ra, ciega, no corre con esa suerte. Toga lanza un conjuro de vitalidad curando a Darastrix mientras éste y She-ra siguen atacando a ciegas. Frederick finalmente da el golpe final al ángel del honor y se posiciona para seguir con los demás. Con la amenaza mayor desarticulada los restantes ángeles caen en pocos instantes. Tras el último quedan los objetos sagrados que se resguardaron por incontables años el santuario.
Terminado el combate intentan comunicarse con la voz, pero Eternos son los Invictos. Se toman un tiempo para recuprar el aire e inspeccionar las reliquias sacras encontradas. Las plumas de ángel son una preciada armadura, el regalo más valioso que un ángel puede dar a un mortal. Deciden conjuntamente que She-ra porte semejante objeto. Una varita que Nyzel toma sin consultar al grupo resulta ser en verdad, un guardián de tumbas, un poderoso aliado a ser invocado. Una plegaria sagrada de gran poder, pero aún fuera de su alcance. Y un símbolo sagrado negro como la noche. Agotados deciden pasar la noche en el templo. Además ambos ángeles del juramento dejan tras de sí sus libros que Darastrix intenta abrir, pero la cerradura lo supera por ahora.  Antes de pasar la noche Toga pasa un rato sanando el oído de Paighon.

 ¿01 de Quen'pillar  de 836 Post Divergencia?
Al retomar el descenso notan que es imposible avanzar más con She-ra y Darastrix ciegos. Frederick, frustrado con la situación, intenta utilizar una daga en el ojo de She-ra, al hacerlo logra drenar la tinta de sus ojos y devolverle la visión a la cazadora. Darastrix se resiste como un niño pero es engañado y She-ra, utilizando algunos utensilios médicos logra drenar la condenada tinta de sus ojos. De nuevo en condiciones, continúan y notan que los cadáveres de los minotauros no se encuentran más. Al no haber marcas deducen que fue una criatura voladora que no tocó el suelo. No se demoran en llegar hasta el ingreso al camino, en la base de la montaña. Allí el enorme gigante los mira igualmente curioso y lento, igualmente silencioso y misterioso. Pasan de él y se adentran en el bosque en dirección a Mindabar. El camino no es seguro. Son emboscados por Merodeadores del Bosque.
Forest Marauder
She-ra y Frederick, que lideraban la marcha, son sorprendidos por enormes rocas que volaban directo a ellos. Darastrix se esconde, Paighon divisa a los acechadores escondidos en el follaje y se aleja un poco lanzando proyectiles de fuego golpeando y quemando al enemigo. She-ra se reincorpora y dispara con su arco a la vez que Nyzel ingresa a la maleza ingiriendo uno de los frutos. Los enemigos avanzan hacia Frederick y She-ra. El guerrero esquiva los ataques, la cazadora, no. Toga corre a auxiliarla con curaciones mágicas mientras Darastrix se escabulle y golpea desde las sombras. She-ra ahora utiliza su espada corta mientras Nyzel lanza rayos de escarcha desde su escondite. Continúan un confuso combate hasta que el primer gigante cae por un golpe de Frederick y el otro intenta huir sin éxito. Frederick utiliza su salto brumoso apareciendo frente a él dando el golpe final.

 ¿03 de Quen'pillar de 836 Post Divergencia?
Dos días después del encuentro con los merodeadores se encuentran de nuevo en el camino y aproximándose a Mindabar.
Mindabar - The City of Malice

domingo, 12 de febrero de 2023

Exandria - Sesión 18 (28/01/2023)

 Desenredándose

¿28 de Fessuran de 836 Post Divergencia?

Desde el borde de la mesa Nyzel utiliza su conjuro para moldear la tierra de la pared, el subsuelo no tenía paredes trabajadas. De esta forma improvisa una escalera hacia el nivel del suelo. Darastrix baja planeando y rápidamente utiliza sus conjuros para controlar el avance del fuego en la telaraña. Al comenzar su ascenso Paighon ve algo que llama su atención en una parte densa de la telaraña restante y convence al grupo de ir a explorar. La visión parece irreal. un extraño oasis alimentado por una cascada, todo envuelto en densa telaraña. 

Akanka

Nyzel da unos pasos hacia el agua tentado por la visión e inmediátamente es atacado por una criatura de ocho patas y cuerpo cristalino. Darastrix reacciona rápido y avanza arrojando su daga al enemigo. Frederick avanza al tiempo que se calza su escudo y desenfunda, She-ra da órdenes para posicionarse y su compañero animal ataca evidenciando una habilidad ilusoria de los monstruos. Al golpearlo parece desaparecer, pero lo cierto es que es una ilusión y el verdadero enemigo se encontraba unos centímetros al costado. Paighon lanza un hechizo de fuego a los Akanka que avanzaban desde el sur abriendo un túnel en la telaraña. Los enemigos atacan en tromba mordiendo a She-ra, Darastrix y Nyzel. Toga lanza un conjuro de bendición en sus aliados mientras Darastrix, al haber avanzado dentro del oasis, ve tras la cascada la silueta de una mujer gritando por ayuda. Por el momento la ignora y ataca a un Akanka, pero su habilidad ilusoria lo protege del dagazo del kóbold. Frederick y She-ra siguen atacando disminuyendo las fuerzas enemigas. Paighon y Nyzel hacen lo mismo con sus ataques mágicos, el enano nota cierta adversidad a sus conjuros de frío. Ralentiza sus extremidades lo suficiente para que un enemigo no alcance al kobold. Siguen trenzados en combate y comienzan a escuchar cada vez más los gritos de la mujer tras la cascada. Tras varias bajas enemigas She-ra se acerca convencida de que la cascada sería un acceso al plano elemental del agua. Se acerca, atraviesa el agua con su mano y jala a la mujer del hombro, la besa y la intenta rescatar. Paighon y Nyzel continúan lanzando conjuros a los enemigos restantes. Fredrick y Darastrix hacen lo propio con sus armas mientras Toga cura a Nyzel.

Aranea
She-ra se gira y dispara al enemigo restante, en ese momento la mujer lanza un conjuro de miedo traicionando a su supuesta salvadora. Sólo Toga es víctima del conjuro. She-ra se da vuelta furiosa, justo a tiempo para esquivar un mordisco de la mujer. Darastrix reacciona rápido y avanza hasta la mujer golpeándola y haciendo que retome su verdadera forma, el de una enorme araña con rostro de mujer deforme y dos de sus patas terminadas manos con garras para conjurar. Concentran sus ataques en el nuevo enemigo, que al mismo tiempo lanza un conjuro de imagen espejada para protegerse. De a poco merman el número de copias esquivando los conjuros y mordiscos, pero la superioridad numérica es abrumadora y la enorme araña muere víctima de un conjuro de fuego de Paighon. Al morir, la ilusión del oasis desaparece. Mientras Nyzel extrae algo de veneno del monstruo Paighon investiga tras la catarata encontrando una fisura por la cual se cuela en la pared. Allí encuentra cristales similares a los que conformaban el cuerpo de los Akankas. Toman unos cuantos para investigarlos mientras Toga realiza una larga plegaria de curación. 
Darastrix por su lado realiza un pequeño ritual consultando a los espíritus su opinión sobre realizar el conjuro que han copiado de las notas de los gigantes. La respuesta es un mal augurio. 

¿29 de Fessuran de 836 Post Divergencia?

Tras pasar la noche dentro de la cueva de cristales abandonan el subsuelo y vuelven a salir a la calle principal del pueblo de "titanes". Deciden intentar ingresar al edificio central pero les resulta imposible. Perciben una barrera mágica, Nyzel detecta un aura de abjuración, la magia de protección. Intuyendo que algo queda sin resolver encaran el edificio con el extraño material negro. Trepan a la ventana por la que antes se coló She-ra y desde allí Paighon lanza un cristal notando que al caer absorbe el material negro a su alrededor. Así es que reparten los cristales y descienden. 

Cristal enegrecido 
Notan que los cristales oscurecen al absorber la sustancia negra por lo que deciden ser prudentes. Avanzan derecho al centro y al "borrar" la estalagmita centras retorcida notan que dentro se encontraba oculta un enorme arpa de color caoba. Además de notar, al acercarse al centro borrando la sustancia que cubre el suelo, que bajo ella había un enorme círculo de invocación. Darastrix advierte sobre no tocarlo para no liberar lo que se encuentre allí. She-ra se acerca y toca el arpa liberando una cacofonía infernal. 
 
Wind Arp
She-ra intenta lanzar un conjuro de silencio al monstruo en que se convirtió el arpa pero ésta responde con un acorde disonante que distrae, entorpece y anula su conjuro. Al mismo tiempo se hacen presentes alrededor un grupo de pequeños diablos que sostienen rollos de pergaminos. Apuntan con sus dedos y lanzan tintas infernales. Varios logra esquivarlas, menos Darastrix. En sus escamas la tinta forma una marca infernal.
Ink Devil
Enfurecido, avanza rugiendo como un poderoso dragón y lo aniquila de un solo golpe. No tarda mucho en aparecer otro diablo. Con su cuerpo lleno de símbolo y una cole que chorrea tinta avanza contra el kobold que reacciona con un conjuro que la hace avanzar hacia otra dirección. Por desgracia lo hace hacia She-ra atacándola. Al golpearla con un coletazo la tinta se cuela en los ojos de la guerrera cegándola. 
Scribe Devil
Frederick lanza su marca cazadora y carga contra el diablo. Necesita atacar cuatro veces para conectar sólo dos golpes. Nyzel trata de conjurar una ceguera en el monstruo infernal pero resiste y el arpa diabólica contraataca hiriendo a Toga. Paighon lanza un conjuro de fuego a los diablos, pero resultan inmunes al elemento. Los pequeños diablos de tinta vuelven a atacar. Esta vez Frederick queda marcado. Darastrix avanza rugiendo contra el diablo mayor e intercambian golpes. Darastrix queda ciego con tinta en los ojos y el enemigo queda sangrando por el corte. Frederick lo golpea de nuevo y Nyzel lo aniquila con un fuerte conjuro de ácido. Finalmente Toga lanza un conjuro de silencio en el arpa, tras haber sido herido todo el grupo por una cacofonía infernal. De a poco van destruyendo el arpa mientras esquivan los ataques de tinta. Al romperse finalmente el diablo musical los demás desaparecen como teleportándose.