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jueves, 8 de marzo de 2018

Sombras Arcanas - Sesión 16 (03/03/2018)

Ahora sí... camino a Urik


El dodecaedro seguía flotando y girando mágicamente aún tras la muerte del "príncipe escorpión". Hukaa intenta tocar distintos números del artefacto con la idea fija de que era algún tipo de acertijo teniendo en cuenta las últimas palabras de la momia. El resultado es el mismo cada vez: un proyectil mágico disparado hacia ella. Es Doro quién tiene la idea de sumar los números en las gemas que utilizaron para entrar: 1+3+4+5=13. Tocan el número trece, el objeto gira violentamente, emana una poderosa luz y desaparece, dejando tras de sí unos cuantos objetos mágicos menores que Coconan no tarda en identificar.
Con el tesoro de la ruina recientemente descubierta por el viento del implacable desierto emprenden la vuelta junto con el resto de la caravana dónde encuentran a Kivi, recientemente vuelto a Tyr habría seguido su rastro hasta encontrar al grupo de la Casa Inika. Los siguientes días son tranquilos y calurosos. El sol oscuro no da descanso, pero finalmente divisan el emplazamiento de la Tribu Silver Hand, una tribu elfa sedentaria que ha reclamado el Oasis llamado Silver Spring ubicado muy estratégicamente entre las ciudades de Urik y Tyr. Al acercarse son escoltados y llevados al espacio destinado al descanso de las caravanas. El grupo se dedica a explorar los alrededores, conocer a los elfos Silver Hand y llenar sus botas de agua.

Típicos elfos Silver Hand
Sabiendo que donde hay un oasis es muy probable encontrar un druida pagan intentan buscar una cura para la maldición que aún cargan encima suyo Doro, Hukaa y Coconan. La psiónica Hukaa es la única que conoce el lenguaje élfico, el único hablado en el lugar, por lo que es la encargada de arreglar una audiencia con Toramund, el líder del lugar. Descubren que efectivamente hay un druida al otro lado del oasis. Esta información les cuesta dinero y Toramund sólo acepta monedas de preciada plata. 
Druida Neri'Vak
El venerable druida se encuentra del otro lado del cuerpo de agua, dónde los otros elfos no se gastan en construir ya sus refugios. Neri'Vak, el druida, los recibe e identifica rápidamente la enfermedad como algo maligno y antiguo. Como sus poderes son necesarios para el mantenimiento del sagrado oasis no puede regalar la cura mágica a cualquiera y les propone acaban con las alimañas que vienen del este y atacan sus erdlus a cambio de la cura. El grupo acepta pero entra en discordia con el líder Inaka que planea partir inmediatamente y no da el brazo a torcer, no los esperan. Viajar solos será muy peligroso, pero pueden morir sin una cura...
Esa noche esperan a las alimañas escondidos en las cercanías a los erdlus y no tardan en aparecer: dos tiburones araña.

Las terribles criaturas tratan de utilizar sus telarañas para apresar a sus victimas, Doro, con toda su agilidad no logra esquivar el ataque y queda retenida ya que sus músculos no le permiten escapar por la fuerza y con su cuchillo tarda en salir. Por su parte, Hukaa utiliza el Sendero para crear una especie de corral de tierra protegiendo a los erdlus y evitando que escapen descontroladamente. Coconan reparte espadazos a diestra y siniestra y Kivi utiliza su magia para entorpecer el accionar de los monstruos del desierto. Finalmente salen victoriosos.
Deben esperar a la siguiente mañana ya que Neri'Vak pasa la noche en trance y comunión con el oasis. Según lo prometido son recomenzados con un extraño ritual que incluye velas e inciensos para eliminar la maldición y reciben una advertencia: "a pesar de que los silver hands son sedentarios, siguen siendo elfos". Las palabras resuenan en sus cabezas pero no las terminan de entender. Parten a media mañana hacia el norte, hacia Urik. Al mediodía, cuando el sol y el calor son insoportables paran a comer... Sus cajas estaban llenas de piedras en vez de comida. ¡Malditos elfos!
Por suerte habían cargado el barril con agua del oasis antes de salir. Es así que comienzan a echar mano a la reserva personal de Coconan de carne seca.
La catástrofe parece continuar y el desierto es un lugar salvaje. Caminando al costado de un desfiladero el arma de Coconan sale disparada repentinamente de su funda hacía la parte superior del lugar. Dos Thri-kreens psiónicos y un enjambre de soldados insectoides estaban de cacería. Se desata el combate y Hukaa aprovecha la línea de soldados atacantes para utilizar su forma de rayo y el grupo no tarda en despachar a los cazadores ya muy dañados.

Tras liquidar a todos los insectoides continúan camino hasta la ciudad de Urik....








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