La superficie
El grupo se encontraba sorprendido por el beholder, sabiendo que la única opción era luchar Vadim se lanza al frente con un hechizo de invisibilidad para tratar de obstruir los poderes los monstruo. El combate no fue lo que esperaban. La criatura no era más que un extraño vehículo piloteado por un gnomo.
Vencida la criatura Vadim le arranca el ojo que disparaba, obteniendo la varita mágica con la que éste atacaba. Otra vez en calma el grupo explora la fortaleza, encontrando los restos grotescos de desechos de los trolls, la mitad del ejército de Lord Ander a medio devorar por las bestias, pero por fortuna a la otra mitad aún con vida, aunque ya mal alimentadas.
Se toman un tiempo para acomodar las cosas y Lord Ander paga las deudas que aceptó por la ayuda de sus compañeros, que al salir de nuevo a la luz no tenían por qué seguir unidos.
Llegaba el momento de separarse, cada uno tenía sus asuntos que atender y tras una fría despedida cada uno toma su rumbo.
Lord Ander se muestra discreto con su destino. Deja indicaciones a Hendrik de habilitar el paso a sus compañeros en la fortaleza, iniciar las tareas de reconstrucción y dar refugio a los Arpistas, según lo prometido a Rydia. Luego, alegando que la "piedra lo llamaba" decide partir en un viaje que le tendría que hacer entender ciertas cosas.
Vadim vuelve a dirigirse al Underdark diciendo que el lugar le gustaba. Rydia decide dirigirse hacia los asentamientos élficos del Bosque Alto, apenas al sur de las Evermoor dónde se encontraban. Morthos suponiendo ser el último miembro de la Sociedad de la Brillantez decide partir por ayuda con Rydia, también son acompañados por Nandrem que busca una cura para su pierna.
Un grupo reducido parte ahora hasta los límites del bosque alto y penetra en la densidad del inmenso bosque. No tardan mucho en ser encontrados por una patrulla de elfos del bosque, quienes los escoltan hasta el lugar natal de Rydia. Allí las miradas son de extrañeza frente a un "bastardo", una criatura infernal y una elfa que perdió la cordura y no lleva más su cabellera larga. Sin perder tiempo la maga guía su grupo hasta la mansión de Arnos, su maestro. Luego de bañarse, alimentarse y vestirse le informan todo lo sucedido y el riesgo de que la influencia demoníaca llegue a la superficie. En los siguientes días Arnos les prepara una reunión con un consejero del lugar para compartir la historia. Además, Rydia contacta a un aliado Arpista que le deja una marca en su mesa en un momento que ella se levanta sólo unos instantes mientras bebe con sus compañeros en una taberna, y le transmit la información. Mientras tanto la sangre humana de Nandrem le impide sorprender con sus habilidades a los refinados elfos.
Habiendo avisado a quien correspondían toman los caballos que Arnos les entrega y parten por varios meses a alertar a los distintos líderes de las ciudades, sin tener mucha recepción.
|
Ciudad de Neverwinter |
En la ciudad de Neverwinter se dirigen un pequeño templo de Lathander, allí encuentran a los monjes realizando trabajos reconstrucción, como en casi toda la ciudad. Deciden que lo justo es devolver la espada de Evendur a sus hermanos de fe. Tras recuperarse del shock, los monjes del lugar honran las cenizas del paladín y, viendo los pedidos de Nandrem, utilizan un poderosísimo pergamino de regeneración que guardaban como reliquia para recuperar el miembro destruido del bardo.
|
Nandrem regenera su pierna bajo la luz de Lathander |
Un par de meses después, mientras viajaban hacia el norte por el Long Road reciben mensajes atados en las patas de búhos mensajeros.
Finalmente alguien se había hecho eco de los pedidos de ayuda de los aventureros. Con un nuevo rumbo y esperanzados se redireccionan a la ciudad de Gauntlgrym. Un par de semanas de cabalgata y llegan a la ciudad enana recientemente reclamada, aún en reconstrucción y muchos lugares de sus enormes cámaras aún deshabitadas.
Mientras tanto, de nuevo en Gracklstugh, Vadim es capturado por los desconfiados Duergars, pero tras mostrar el sello entregado por la Wyrmsmith consigue zafar de las autoridades. Tras unos cuantos días intentando, logra vender la varita conseguida del gnomo loco y juntar unas cuantas monedas para pagar algunos servicios.
|
Mercado de Gracklstugh |
Tras aprender el idioma de las profundidades, Vadim comienza a trabajar como mercenario, reuniendo la información posible según se le solicitó.
Por desgracia. En una caravana fue atacada por su enemigo infernal, solo el brujo y su subdita, Nedahk, sobreviven y corren a refugiarse a la ciudad más cercana: Gauntlgrym.
Los héroes son recibidos y tratados como invitados de honor. Para su sorpresa, Vadim se encontraba refugiado en la ciudad, y unos días después de haber llegado Ander también arriba a la ciudad enana con la misma carta que ellos habían recibido. Son advertido de tener cuidado, ya que la ciudad no está completamente reconquistada y que Maegera, el titan primordial que alimenta las forjas es peligroso. Deciden quedarse en sus habitaciones. Al volver, Rydia encuentra el símbolo de los Arpistas tallado del lado interior de su puerta y las iniciales ZR. Intenta encontrar a su contacto sin éxito hasta que finalmente tienen una audiencia con el Rey Bruenor Battlehammer.
|
Rey Bruenor |
El rey se muestra amigable y escucha en detalle toda la historia y las peripecias del grupo. Tras hacer algunas preguntas los deja libres de nuevo diciendo que tiene que procesar toda esta información.
Tras terminar su reunión con el Rey se presentan a un puñado de gente que parece importante entrando a la sala del trono.