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martes, 26 de marzo de 2019

Tal'Dorei - Sesión 07 (24-03-19)

Revelaciones

El tejido de la realidad se había alterado para todos, menos para Darrath que se encontraba herido. Con sus últimas energías golpea la puerta del observatorio. Todo había funcionado. Allí Niquo, Pavel y Nox acaban de llegar y beben unas infusiones calientes que les preparó Rhintar.

Rhintar
La conmoción por lo sucedido hace que Darrath no pueda expresar bien lo sucedido. Sólo él parece recordar la línea de tiempo borrada. Nadie parece entenderlo hasta que Niquo lo aparta para intentar calmarlo. Le preocupan las heridas que posee el hombre lagarto. Pero es finalmente Rhintar quién lo calma, al parecer comprende algo de lo que intenta decir Darrath al inspeccionar un pequeño hilo dorado que quedó enganchado en el dedo del escamoso. Niquo no pierde de vista el hilo y lo tom más tarde, cuándo nadie presta atención.. En ese momento Nox le explica a Rhintar el motivo por el que se encuentra allí, está buscando un martillo antiguo de su gente.
La situación se ve interrumpida por un nuevo golpe en la puerta. Rhintar pregunta curioso si esperaban  alguien más. Sería mucha coincidencia que alguien más apareciera justo en ese momento.
Se hace presente Rodo y su cabra, Queso. Un fiel clérigo de Moradin, el Allhammer. Rápidamente recibe la hospitalidad del erudito que le sirve algo caliente mientras el enano no tarda en explicar que lo busca púes es él quién puede ayudarlo a encontrar el objeto que busca inútilmente hace cinco años: un pedazo de la forja del propio dios creador de los enanos. Además el recién llegado utiliza su magia para sanar las heridas de Darrath.


El viejo mago accede a utilizar su magia y prepara todo para realizar esa misma noche una lectura astral. Rhintar sólo pide calma y tiempo para realizar su ritual. Y así comienza al anochecer, girando sus dispositivos y armado de un gran libro de notas comienza a rastrear las posiciones de estrellas, constelaciones y demás astros. El tiempo parece no avanzar mientras Rhintar inspecciona interminables estrellas.
La tranquilidad parece no durar y un estruendo altera la situación. El mago no detiene su ritual, así que los demás corren por la escalera a ver qué fue el ruido. Un gigante de dos cabezas con un grupo de hombres sapo estaban atacando. El combate se vuelve caótico enseguida. Los bullybugs, armados con hachas avanzan contra Nox y Rodo que toman el frente bajando rápido por la escalera. Niquo, desde la altura, en la escalera utiliza su magia en el gigante. Con un hechizo poderoso logra afectar las aparentes dos mentes que movilizan al gigante convenciéndolo de que Nox era su deidad.
Bullybug armado con hacha
Darrath es el último en unirse al combate asistiendo a su compañero Nox. El hechiso de Niquo hace que el gigante se arrodille ante el minotauro llorando mientras los demás enfrentan a los hombres sapo que son implacables con sus hachas. Mientras lentamente se reducía el número de los verdes enemigos el gigante lloraba pidiendo perdón a Baphomet por no poder cumplir su tarea, creyendo que Nox era éste, lo cual lo altera terriblemente. Finalmente, por el trabajo conjunto de todos el último hombre sapo intenta huir aunque es derribado por el arco de Darrath. Acto seguido Nox interroga al gigante, al parecer alguien, desde Gatshadow, la terrible montaña al norte, lo había enviado. Al no querer derramar más sangre y aprovechando el hechizo del enano amenaza al gigante de dos cabezas para que vuelva a huir a la montaña.
Dejan a Rhintar terminar el ritual y a la mañana siguiente solicitan los resultados. Si bien la información estaba en las notas, debía ahora interpretarla. El proceso podía llevar uno o dos días. Así que lo dejan en sus tareas.
Nox pasa un largo rato meditando. Rodo intentando conocer y presentarse con cada uno. Niquo investiga ahora con calma el extraño hilo dorado y al consultarle a Darrath sobre eso éste se pone incómodo y uno a uno toma a los bullybugs y los empala en los alrededores a modo de advertencia para posibles futuros invasores.
Ante la incomodidad del hombre lagarto Niquo intenta pasar un rato con Rhintar comparando notas sin poder dejar de admirar el trabajo del erudito. Además este le regala el libro: Las Estrellas, Pelor y Cómo leerlas.
En el exterior, mientras tanto, desde distintas posiciones, tanto Nox como Darrath ven al dragón volando hacía Gatshadow.

La constelación del minotauro
Esa misma noche Niquo observa la constelación del minotauro notando que cada vez más estrellas que la forman cambian su brillo de blanco a rojizo. Inquietos por los sucesos recientes deciden seguir un camino indicado por Rhintar subiendo la montaña para intentar descubrir algo más, sobre el dragón o el ataque. 
Tras un par de horas de subida deciden descansar y acampar. Rodo es el primero en hacer guardia junto a su cabra Queso. Desde su posición logra ver a Calcryx volando hacia la montaña, pero no mucho más. Sin embargo en la siguiente guardia Nox escucha unas piedras rodar, una torpeza del gigante de dos cabezas que volvió a cobrar venganza, o cumplir otro encargo. Lo cierto es que los gritos de alerta de Nox despiertan al grupo que velozmente se unen al combate.


Los ataques del gigante son terribles, un sólo golpe podría dejar incapacitado a cualquiera del grupo. Sus ataques desenfrentados los descolocan y tardan en armar una estrategia eficaz, pero logran vencer. Nox logra ver el símbolo de Baphomet hecho con un cuchillo recientemente en el pecho del gigante antes de arrojarlo por el risco. 
En su guardia Niquo se dedica a contemplar el firmamento y nota que más estrellas en la constelación del minotauro se vuelven rojizas. Darrath, el último en hacer guardia ve a la distancia, sobre un saliente, la silueta de un minotauro, cómo si Nox los estuviese contemplando desde otra posición.
A la mañana siguiente vuelven a hablar con Rhintar que terminó de descifrar el mensaje de las estrellas. El martillo que busca Nox está en Lyrengorn, muy al norte. Luego explica que el pedazo del yunque de Moradín había sido elusivo para Rodo porque, si bien su sueño fue real, el pedazo aterrizó en otro plano de existencia, le cuesta determinar en cual, sólo ve mucho fuego. 
Es un momento de detenerse a pensar. Nox no va a resignar su búsqueda. Niquo y Pavel deben volver con sus familias... por lo menos por un tiempo. Además Niquo se ofrece como aprendiz de Rhintar. Darrath seguirá a Nox, siente que hay mucho más por hacer con él. Rodo ofrece su ayuda a cambio de recibir ayuda él al cumplir la misión de Nox.
Niquo lanza sus proyectiles de fuego

Blood in Ferelden - Sesión 07 (16-03-19)

Denerim


La ciudad capital del Reino de Ferelden estaba frente a Cesamyr, Sombra, Thadeous y Almeric. Respondían una carta de la Bann Nicola Baranti. Algo sobre unas desapariciones. Hay promesas de dinero y la capital es un buen lugar para que Thadeous siga sus investigaciones.
Las horas pasan, se pierden en la ciudad al no conocer sus calles y puentes. Ya entrada la noche y la neblina alzándose desde el Río Drakon cuando se cruzan con un extraño grupo de humanos en túnicas, como un culto. Uno de ellos carga con el cuerpo de un niño.


Al ser cuestionados responden agresivamente aludiendo sus actos a la "obra del Hacedor". Perturbados por la visión y la extraña respuesta se acercan más, sospechando que el niño podría ser uno de los desaparecidos que mencionaba la Bann en su carta. La respuesta violenta no tarda en llegar. Quien portara el niño incluso lo deja caer. Comienza a correr la sangre y un nuevo guerrero entra en combate. Dikel, un elfo de la elfería, les seguía el rastro a los cultistas intentando dar con su sobrino desaparecido. Abriéndose paso con sus espadas y apoyado en la esperanza que estos cuatro extraños estén para ayudar avanza hasta el niño, verifica que está vivo, pero no puede determinar la magnitud de sus heridas. No hasta no acabar con los cultistas. Noquean al último, tras matar a los demás y Thadeous utiliza su magia curativa en el niño al que le habían cortado la lengua. Antes de poder determinar los pasos a seguir un grupo reducido de soldados se acerca. Son la guardia de la casa Baranti que también seguían el rastro. Al parecer tienen información sobre dos secuestros más. Rápidamente se organizan. La guardia va a una dirección y Cesamyr, Almeric, Thadeous y Dikel van a la otra dirección. Sombra se queda con el cultista noqueado, planea seguirlo a su guarida.


Siguiendo las indicaciones de sus supuestos aliados llegan hasta la calle Charrán dónde sorprenden a un grupo de cultistas liderado por un mago apostata. Vuelan rayos y flechas por la casa hasta que finalmente la amenaza es neutralizada y Almeric calma a la familia que estaba atrincherada en la habitación.
Por su lado sombra avanza siguiendo al confundido cultista que despierta mucho después. El elfo plantó la situación como si lo hubiesen dado por muerto. En la oscuridad de la noche llega hasta lo que parece ser la guarida del culto. Sin ventanas ni entradas secretas aparentes Sombra intenta entrar por la única puerta de forma sigilosa. Dos guardias lo reciben del otro lado con sus armas prestas a atacar a cualquier intruso. Rápidamente Sombra simula ser un elfo drogadicto y actúa como tal preguntando si allí podía conseguir alguna sustancia. Acto seguido actúa sorprendido por las armas y se echa a correr esperando que la barata mentira haya funcionado...

Tal'Dorei - Sesión 06 (09-03-19)

Deck of Many Things

El que podía leer las estrellas, Rhintar, estaba muerto a los pies del minotauro. Un ataque de ira invade a Nox que sale dando un portazo que destruye la madera de la puerta. No tenía más nada que hacer allí. Ante el desconcierto Pavel lo sigue preocupado... Niquo queda solo. No puede resistirse. Aún habiendo luchado recién con una criatura del Abismo, estando Rhintar muerto a unos metros no puede resistirse. Lee la carta, la Logia de las Estrellas Divinas requería los avances de la investigación del erudito y advertía sobre posibles peligros. Además de dejarse perder en las notas e investigaciones de Rhintar. Comienza a profundizar en antiguos rituales para leer las estrellas, además de apropiarse de una pequeña cajita que encuentra intacta en un escritorio desordenado. 

...

En lo profundo de una cueva Darrath siente que tiene algo que no le pertenece. No puede seguir hundiéndose en las profundas cuevas interminables. Tiene que volver a juntarse con Niquo, Nox y Pavel. Algo lo llama a la superficie otra vez. Es así que sale de nuevo a las tierras que son iluminadas por el sol siguiendo el no muy discreto rastro del grupo y viendo en el cielo de tanto en tanto una silueta en el cielo que se la atribuye a Calcryx, el dragón de frío liberado por sus compañeros, supone.

Darrath cambia constantemente sus amuletos y adornos
Finalmente llega a la extraña construcción que buscaban sus compañeros, siempre desde la protección del bosque, desde el cual ve a lo lejos a Nox salir furioso y a toda velocidad seguido de Pavel. No llega a interceptarlos a tiempo y entra en el edificio esperando encontrar al enano, como así sucede. El encuentro es extraño, Niquo está perdido en su investigación y Darrath, inconscientemente lo abraza sin saber por qué ni entender bien el impulso. Sin saber bien qué hacer el hombre lagarto decide custodiar los alrededores mientras el enano sigue estudiando, es en ese momento que vuelve a ver a Calcryx en el aire. Al parecer había tomado la zona como su terreno de caza.
Por la noche Darrath consulta al enano sobre la investigación, al parecer Niquo estaba aprendiendo, sin saber, cómo encontrar Vestigios de la Divergencia, poderosos instrumentos mágicos entregados por los mismos dioses a sus campeones en guerras antaño olvidadas a lo que Darrath responde enseñando algunas leyendas de gente que en tiempos pasados habrían levantado poderosas civilizaciones utilizando magia aprendida, también, de las estrellas. También se toma un tiempo para reflexionar y mostrar preocupación por la mirada de Nox y su forma de matar.
Tras cenar y en más calma Niquo continúa leyendo los apuntes de Rhintar, la curiosidad puede más que la ansiedad que le produce el cadáver del viejo al tiempo que el hombre lagarto inspecciona el fruto brillante del árbol de Ghultias sin sacar nada en limpio. Acto seguido se dispone a tomar el cadáver que tenía un hedor sobrenatural y arrojarlo en un barranco cercano desde el que ve algunas aves volando bien alto.
Las notas de Rhintar, la carta y los lentes de Niquo
La mañana siguiente encuentra a Niquo continuando con su aprendizaje aunque esta vez se toma una pausa para buscar un libro que cree puede interesarle a Darrath aunque el concepto de los libros escapa un poco su mente reptilíana. Encuentra un libro sobre La Calamidad.
Mientras Darrath se concentra en cazar algo para el almuerzo Niquo se encuentra con una gran frustración al no poder terminar de comprender algunos pasajes y notas por lo que toma un descanso para inspeccionar la pequeña cajita y encuentra un mazo de cartas dentro.
DoMT
Tras el almuerzo y tentando a la suerte ambos sacan una carta del mazo guiados por un impulso inexplicable. Niquo saca La Ruina y Darrath la Luna. Instantáneamente todas las posesiones materiales del enano desaparecen, eso incluye su ropa por lo que busca una túnica entre las ropas de Rhintar, él ya no las necesita. El efecto de la carta de Darrath queda incierto y el hombre lagarto empieza a sentirse incómodo con este juego, tiempo después empieza a sentir como si todo fuese posible para él. Otra sensación que no puede explicar. Esto sucede justo después de que ambos dieran un mordisco a la fruta extraña que poseía Darrath.


Confundidos por la experiencia siguen con lo suyo y dejan de lado el mazo por el momento. Darrath se toma un tiempo para cazar algo digno y dejarla en algún lugar alto dónde considera que Calcryx tomará la presa como ofrenda de su parte. Esa misma noche, presionado por sus obligaciones y la falta de su familia y su perro Popito, Niquo propone volver a la ciudad de Whiteruun.
Al avanzar lo que consideran prudente acampan y otra vez, impulsados por la curiosidad (que mató al gato) vuelven a sacar cartas. Niquo saca la carta del Idiota y Darrath saca la carga de las garras e instantáneamente lo que quedaba sin comer del fruto del árbol del vampiro desaparece. 


Aún con las ideas un poco enturbiadas por la carta Niquo intenta realizar el ritual de Rhintar recordando las historias que le contaba a sus hijos sobre un poderoso escudo llamado Honor's Last Stand. Prepara todo meticulosamente según los apuntes y le pregunta a las estrellas la ubicación del objeto y como respuesta recibe una seguidilla de visiones en el cielo deduciendo aproximadamente la ubicación del objeto en algún lugar del Lago Vuel's dal Waters.
La dos siguientes noches Niquo intenta realizar el ritual mientras avanzan de día por el camino en la carreta. La primer noche, tras leer el libro Tesoros de los Reyes de Fuego consulta sobre la Lanza de los Cien Fuegos, esta vez sin buenos resultados. La siguiente noche tras leer unos poemas élficos, aunque Darrath manifieste preocupación por el manipuleo de tanto poder, le pide a los astros la ubicación de Fenthras, un arco de construcción perfecta. La visión parece mostrar un árbol adentrado en el Verdant Expanse.
La siguiente noche de viaje Niquo vuelve a ser seducido por el potencial del mazo y saca otra carta, esta vez la calavera. 


Frente al enano se materializa una figura esquelética con una túnica negra flotando a unos veinte centímetros del suelo y portando una guadaña. La espectral figura carga contra él sin mediar palabra alguna. Darrath trata de ayudar pero su intervención provoca que otra figura se aparezca e intente acabar con él. Los cortes de las guadañas son terribles. Niquo intenta volverse invisible y huir al bosque pero es perseguido de todas formas. Nadie puede huir de la muerte. Darrath se encontraba desesperado, al borde de la muerte. Sin otra opción saca una carta: El Destino.


Instantáneamente el hombre lagarto se desdobla y se encuentra flotando entre telas de brillantes colores y obtiene una infinita comprensión, está frente al tejido de la realidad y posee la habilidad de deshacer algún suceso y borrarlo de la realidad. Consternado, pero pensando en frío decide. Que lo que haya matado a Rhintar no haya sucedido. Encuentra en el tejido la muerte el erudito y tira del dorado hilo deshaciendo los hechos subsiguientes. Envuelto en luces todo gira a su alrededor y se encuentra, aún herido y con el mazo en su poder, frente al observatorio de Rhintar pero ningún minotauro sale enojado y no hay rastros de violencia.

domingo, 10 de marzo de 2019

Blood in Ferelden - Sesión 06 (05-03-19)

Asedio en Redhold

Cesamyr, Almeric y Sombra se encontraban recorriendo los alrededores del bastión de Wulff mientras Thadeous seguía sumergido en la biblioteca hasta que el ruido de galope de un caballo agitado los alerta. Lady Izot se aproximaba a toda velocidad por el camino con rostro de preocupación. Sin perder tiempo les comenta que la villa avvarita de Redhold está por ser atacada por engendros tenebrosos y que si ese pueblo cae los engendros llegarán hasta el Arlingo de Colinas Occidentales por el oeste y estando Wulff con sus hombres combatiendo en el sur esto sería catastrófico.

Arlingo de Colinas Occidentales
Sin otra fuerza de combate que ellos mismos Cesamyr y Sombra parten al galope hacia el oeste. Almeric se queda custodiando a Thadeous que debe seguir con su investigación.

El viaje es largo pero siguen las indicaciones de Izot, cambian caballos en el señorío de invierno del Arl Gallagher y continúan sin descanso hasta acercarse al pueblo de Redhold. En medio del bosque, en un claro artificial formado por la tala de árboles se encuentra algo más que una villa, un asentamiento amurallado sobre la falda de las montañas.


Dos enormes puertas de madera reforzada impiden la entrada al pueblo, sobre las murallas docenas de arqueros apuntan a los recién llegados y el Caudillo Owyne los recibe fríamente. Alegando estar esperándolos el Caudillo abre las puertas y habla con Cesamyr y Sombra en la puerta. Al parecer el chamán Elorn predijo la llegada de los habitantes de las tierras bajas y su ayuda sería fundamental para resistir el inminente ataque de las fuerzas de los habitantes de la noche que se aproxima, los cazadores se encuentran fuera cazando y muchos campesinos han sido asesinados como ya habrían descubierto hace una semana. Tras unas pocas palabras más Owyne los deja con Lowenna, una jóven y melancólica mujer que se limita a acompañar a los recién llegados a una choza de la que pueden disponer. Luego de dejar las cosas, cuando Cesamyr y Sombra piden a Lowenna un recorrido por las murallas, un niño de los pocos que hay en el pueblo llega y le susurra en el oído a Lowenna que termina diciendo que Elorn, el chamán los quiere ver.
Avanzan por lo que parecen calles, aunque nada tienen que ver con las calles de las ciudades que conocen, los caminos son simplemente secciones musgosas entre las casas y construcciones arbitrariamente dispuestas, hasta llegar a un círculo de pilares que rodea un pozo junto al que se encuentran Elorn con una especie de arnés con astas en su espalda sobre la que descansa un caburé y a sus pies una pequeña cabra. 

Elorn, el chamán avvarita
El chamán se presente y lo que sigue parece más una evaluación sobre el carácter de Cesamy y Sombra, un interrogatorio que es interrumpido por un terrible rugido proveniente del pozo a lo que el chamán responde pateando la cabra al agujero. Sigue otro rugido y el ruido húmedo de carne desgarrándose. Elorn explica que mantienen allí a Vron, un león rojo como el que enfrentaron hace tiempo en la montaña. Es el animal sagrado de la villa y lo alimentan con animales vivos para mantenerlo salvaje. Cuando Elorn se aburre o termina su interrogatorio los envía a beber algo a la casa de un cazador no muy lejos del lugar.

La posada del cazador consume su tarde hasta que se cruzan Azur Ar Brosna, el sobrino del caudillo que se acerca al grupo haciendo preguntas sospechosas. Finalmente, tras interrogarlo y presionarlo, descubren que él podría ser la verdadera preocupación de Izot al mandarlos allí. Los mandó a proteger a su amado con quien había planeado fingir el secuestro, acto que resultó en desgracia cuando fueron atacados y separados por el malnacido de Balan. Desde entonces no tenía noticias de Izot, se alegra de saber que ella está bien, él sigue recuperándose de las heridas producto del encuentro con Balan.

Tras el festín Owyne invita al grupo a conversar en la sala aledaña al salón. Él no tiene oro, riquezas de valor para la gente de las tierras bajas ni influencia más allá de sus murallas. Pero les entrega a Aamor Fin una espada antiquísima forjada por los alamarri, el pueblo anterior a los avvaritas y los habitantes de las tierras bajas. La hermosa espada imbuida en lirio tiene una leve llama plateada, es tibia al tacto y dice Owyne que a veces la espada canta. Debían pelear por tres noches, hasta que vuelvan los cazadores, como un solo pueblo otra vez y la espada sería suya. Owyne agradece la ayuda y confiesa que él duda que haría lo mismo en su lugar.

Owyne con Aamor Fin
La mañana los recibe y el pueblo entero se prepara para la Danza con Haakon, que es como ellos llaman a la batalla. Deciden visitar a Elorn en busca de alguna ayuda mística y lo encuentran en su santuario sentado en un taburete de forma súper abstraída respondiendo vagamente a sus preguntas hasta que susurra algo de una gran bestia, en ese momento vuelve en sí y entrega algunos ungüentos curativos.
Las horas se hacen interminables hasta que finalmente un cuerno de batalla en el límite con el bosque termina con la insoportable espera. Cesamyr y Sombra se encuentran sobre al muralla, justo al lado de la entrada a la ciudad.

Los engendros se preparan para cargar
Al irse el último rayo de sol la primer horda de Genlocks corre hacia las murallas con escaleras y ganchos. Cesamyr logra hacer palanca con su espada y tirar una escalera, retrasando la incursión, Sombra corta la soga de un gancho y se enfrentan así a los engendros que van trepando la muralla. La sangre comienza a chorrear desde la muralla, pero logran aguantar la primer oleada. La segunda es más terrible y los Henlocks logran penetrar con más potencia. Tras intercambiar golpes en las murallas estos saltan al interior del pueblo.


Sombra se ve terriblemente herido por lo que baja a buscar refugio y usar sus ungüentos en el pueblo mientras Cesamy continúa solo enfrentándose a media docena de engendros él solo en la muralla. Tras curarse sombra sigue a uno de los engendros que penetró las defensas encontrándolo dentro de una casa siguiendo el olor de un aterrado niño escondido, allí lo embosca entrando por la ventana y liquidándolo en el acto. En su camino de regreso a la muralla ayuda a otros avvaritas peleando en el pueblo y vuelve junto a Cesamyr para resistir la tercer oleada.

Cuatro Henlocks tiran de las cadenas atadas a las protuberancias óseas de un terrible y gigante oso infectado con la plaga utilizándolo como arma de asedio para tirar abajo las puertas de entrada.
Las flechas parecen no ser la mejor opción contra la dura piel del oso por lo que Cesamyr, tras clavar varias de sus jabalinas en los engendros que tiran de las cadenas y mientras Sombra lo cubre atacando también a los engendros, salta sobre la cabeza del oso clavando su espada mágica infligiendo un gran daño a la bestia la que responde rodando y lanzando a Cesamyr al suelo.

Cesamyr se enfrenta al Oso 
Finalmente los Henlocks van muriendo por lo que el oso puede atacar libremente a Cesamyr en un terrible combate en vez de ser forzado a atacar la entrada al pueblo. Aunque ya dañado por los constantes ataques de Sombra y Cesamyr el oso no tiene mucho más resto para combatir y cae tiñendo de rojo la nieve a su alrededor. Los engendros se retiran.

A la siguiente mañana reina la calma tras la victoria hasta que las puertas se abren, han regresado los cazadores antes de tiempo. Si bien lloran al enterarse recién de la muerte de sus familiares y amigos en los campos hace unas semanas se alegran de que el pueblo haya resistido y Cesamyr y Sombra pueden ser relevados de su tarea como protectores. 

Algunas hazañas son recordadas mucho tiempo después de que todo lo demás se desvanezca en la memoria. El coraje de resistir contra una horda de engendros tenebrosos junto a un pueblo que no es el propio genera una historia perdurable. Es posible que los héroes que sobrevivan al asedio de Redhold sean abordados un día por uno de los legendarios Guardas Grises con una oferta…