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lunes, 20 de noviembre de 2023

Exandria - Sesión 37 (12/11/2023)

 Centauros y el mundo feérico

17 de Dualahei de 841 Post Divergencia

En la mesa chica se barajaba la idea de alcanzar Lyrengorn a través del Plano Feérico. Ante la consulta de Nyzel, Paighon explica que, si bien él no ha hecho el camino, tiene las instrucciones y conoce los pasos para llegar a su ciudad. Además, explica que, si pasan más de un día allí, corren riesgo de que el tiempo respecto al plano material se les distorsione de manera abismal. Sólo un archfey podría prevenir éste efecto, pero el precio podría ser caro. Antes de pasar la noche dan órdenes a los responsables de Cuatro Destinos ya que no saben cuánto tiempo estarán fuera.

18 de Dualahei de 841 Post Divergencia

Aprovechando el expertise de She-ra atraviesan las Montañas Ironseat Ridge, una extraña formación rocosa de montañas en medio de las planicies. Según las tribus gnoll locales, la forma de silla que demarca la formación es debido a que antaño ese era el trono de un titán. La experiencia de She-ra en las montañas les haría ganar terreno y cruzar caminos con un campamento en medio de las montañas y colinas. De lejos verían una extraña construcción que, al acercarse a hurtadillas, descubrirían sería un extraño e improvisado edificio goblin hecho con pedazos de chatarra.  

Tribu goblin en Ironseat Ridge
She-ra afirma que no los pueden dejar vivos, menos tan cerca de Cuatro Destinos. Deciden atacar desde el otro lado de un pequeño valle. Desde allí, She-ra lanza un conjuro que invoca espíritus naturales en forma de oso para sembrar el descontrol entre los goblins que pululaban la extraña construcción. Se desata el caos y dos goblins mueren entre las zarpas de los animales. Por su lado She-ra avanza y dispara con su arco. Nyzel, desde la protección de unos arbustos lanza un cuchillo gélido conjurado. Los goblins se repliegan, algunos entran dentro de la torre. En ese momento el "edificio" comienza a moverse, pues no era tal sino un arma de asedio de manufactura goblin. Un bizarro cañón que sobresalía de la torre dispara una rafaga de ácido que baña a los osos y manda a esos espíritus de nuevo a su hogar. Darastrix mata con su arco. Vincenzo utiliza su arco también, pero su pericia no es tan alta como con las espadas. Conecta un disparo pero el goblin no muere. She-ra salta desde un saliente al otro lado del valle alcanzando a los enemigos y continúa disparando y causando bajas. Nyzel prueba suerte con un conjuro de ácido.
"Edificio" goblin
La torre abre su sector inferior en seis patas cual insecto y avanza hasta She-ra golpeándola con una de sus patas. Entre el intercambio de flechas, Darastrix da una zancada hasta una abertura de la torre y lanza su conjuro de sueño dentro de la torre dejando a todos los goblins que controlaban la máquina dormidos. La torre pierde el equilibrio y comienza a caer por el valle destrozándose en el proceso. Darastrix hace a tiempo a tomar a uno de los goblins evitando su muerte. Posteriormente sería interrogado por Nyzel. Utilizando la magia para entender la lengua del goblin el enano sólo recibe impertinencias y el nombre de "el Ruiner".  She-ra reconoce el título de el "Ruiner" como atribuido a Gruumsh, el dios de los orcos, el que perdió el ojo contra Corellon. Así que la cazadora se mete en el interrogatorio pidiéndole a Paighon que lea la mente del rehén. Preguntan por sus intenciones. 
Goblin prisionero
Según el escrutiño de Paighon los goblins intentaban detener el Herdsmeet. No hacía falta que el goblin respondiese. La pregunta hacía aflorar el pensamiento a la corteza cerebral externa y la vulneraba a la magia de lectura del hechicero. She-ra pregunta por la ubicación, el goblin niega la respuesta, pero Paighon la extrae de su mente: en el Trono del Archheart. Cuando preguntan quién dio la orden se repite el proceso y aflora el nombre de un orco cuyo título es "Señor de la Matanza".
Marcha en la montaña
Aceleran el ritmo en la montaña llevando al goblin como prisionero bien atado. Darastrix y Nyzel sufren por demás la marcha forzada pero no flaquean. En el camino hablan sobre los centauros de la región y el Herdsmeet. El lugar al que se dirigían no sólo había sido el lugar donde Corellon enfrentó a Gruumsh, sino donde se había derramado sangre de dioses. Como premio por no huir, Corellon transfomó a los Señores de los Caballos que pelearon a su lado en los primeros centauros. Es por este mito que los rebaños de centauros de las planicies se reúnen allí una vez cada diez años. Para honrar a su dios creador y para discutir asuntos sociales o políticos. También saben que sienten algo de recelo hacia los elfos del sur por haber huído al plano feérico durante los tiempos de la calamidad en vez de quedarse y defenderse. She-ra estableser que su postura debe ser intentar formar una alianza. 

Al ir terminando su camino forzado en las montañas escuchan inmediatamente el galope de un grupo de batidores centauros que les cortan el paso. Paighon les habla en élfico, se presenta y explica su situación. Por desgracia el Herdsmeet dura un mes, tiempo en el que no pueden acceder al Throne of the Archheart, ni tiempo del que disponen. She-ra mata al goblin pues ya no les vale de nada. Arman un campamento para pasar la noche mientras deciden cómo actuar. En ese momento suenan los cuernos de alerta de los centauros. Ante el peligro los guerreros cuadrúpedos permiten que los recién llegados se suban a sus lomos y corren a defender la región. Bordean la región sagrada hasta la parte norte. Un grupo de orcos y goblins había llegado desde el camino, el cual los aventureros evitaron al decidir cruzar las montañas. Además, dos torres de asedio similares a la ya destruida. Comienzan a dar órdenes y prepararse para la batalla. Vincenzo toma la posta y con su eco al frente liquida a tres goblins en una sola maniobra. Intentan bloquear al eco disparándole flechas pero fallan. Desde la otra torre los goblins disparan a la bestia compañera de She-ra con poco éxito. 
Ravangers, seguidores de Gruumsh
Los líderes orcos comienzan lanzando un conjuro que invoca espíritus protectores a sus alrededores y Nyzel les responde lanzándoles su conjuro de murciélagos sombríos. Los orcos no se quedan impases y uno de ellos lanza una lluvia de fuego a todos sus oponentes. Raven bendice a She-ra que dispara al orco que acababa de lanzar trombas de fuego desde el cielo conectando fuertemente dos disparos. Una de las torres lanza ácido sobre Nyzel y Vincenzo probocándoles fuertes quemaduras. La otra hace lo mismo contra Raven y Darastrix. Paighon duplica su conjuro acelerador en Vincenzo y She-ra para potenciar la ofensiva. El grupo central de orcos la tiene difícil con los murciélagos de Nyzel y actúan erráticamente. Darastrix repite la táctica de su conjuro de sueño dentro de una torre anulándola. Uno de los líderes orcos avanza al frente imbuyendo con sus espíritus protectores a Darastrix, She-ra y Raven. Los espíritus le carcomen la carne hiriéndolos. She-ra le devuelve la gentileza con un ataque de su espada llenando el aire de pétalos. Vincenzo utiliza un truco nuevo, su eco se triplica. Esta vez las dos "copias" toman forma de una mujer de tez oscura y la otra de un enano. Las figuras comienzan a atacar a uno de los líderes rivales. Una de las figuras se mueve hasta la torre que quedaba activa y de un corte limpio mata al último goblin que la operaba. 
Uno de los Señores de la Matanza intenta retirarse del área llena de murciélagos pero recibe un golpe de uno de los ecos y muere al instante. Es en ese momento que el otro orco líder invoca un poderoso conjuro. Le basta sólo una palabra mágica para intentar destruir la esencia vital de Darastrix, She-ra y Raven. El kóbold no lo resiste y muere al instante. Raven corre hacia el kobold y utiliza el conjuro otorgado por la matrona para salvarlo. Por segunda vez la Matrona rescataba al jóven kóbold. 
La Matrona otorgando poder a Raven
El combate continúa al otro lado. Paighon lanza un conjuro de la ira del dios de la tormenta que combinado con los murciélagos de Nyzel dan fin a la infantería orca. She-ra se trenza en un feroz combate con el líder orco enfurecida por la muerte de Darastrix. Rápidamente Vincenzo se suma al ataque. Continúan causándose heridas hasta que el kóbold, ya curado por Raven, da el golpe final al orco. 
Los centauros festejan y al poco tiempo se encuentran explicando lo sucedido y cómo defendieron el Throne of the Arch Heart al resto de los centauros. Gracias a su heroica defensa ganan acceso a los campamentos centauros en la región del Throne of the Arch Heart. Allí vislumbran un conjunto de las diferentes culturas de centauros. Nipples, quién hizo las veces de "corcel" de She-ra los acompaña. Logran hablar con los líderes y explicar la invasión del norte. Además piden que uno de ellos vaya a Cuatro Destinos a llevar el mensaje de que han llegado a salvo y que Billy, el alumno de Vincenzo, y Cilindrix, el herrero, recuperen las partes de las máquinas de asedio para su posterior estudio. 
Dejan las cabezas de los orcos empaladas como señal de advertencia y se preparan a tener un merecido descanso. Durante la noche She-ra se aleja del grupo para hablar en privado con Nipples. 

19 de Dualahei de 841 Post Divergencia
Buscan en los alrededores algún tipo de señal. Encuentra algunos lugares extraños y, con la ayuda de Darastrix y su capa de estrellas, logran encontrar que la conexión con el Plano Feérico es fuerte cerca de un viejo árbol. 

Árbol Feérico
She-ra utiliza su conjuro para hablar con las plantas y humildemente pide ayuda al gran árbol. El árbol parece tener una consciencia superior a la de cualquier otra planta. Identifica a She-ra como una criatura impura, pero de intenciones puras, así que le explica que deben utilizar la misma sangre que una vez conectó este plano con el feérico en ese mismo lugar. Tras mucho pensar deducen que debe ser sangre de centauro, pues ellos llevan la sangre de Corellon. Tienen una breve reunión con los sabios pero ellos no ordenarán a ninguno de los suyos a sacrificarse, pero tampoco detendrán a alguno si es voluntad individual de alguno el ayudar. Nipples accede a ayudar y, de nuevo junto al árbol, se hace un pequeño tajo en la mano vertiendo su sangre. Inmediatamente aparecen luciérnagas luminosas, mariposas, de la sangre brotan rosas y comienzan a escuchar música. Luego un ruido en los arbustos y un extraño estruendo. Ven a un enorme sapo saltar por encima de ellos y continuar su camino. She-ra toca una planta enorme color violeta y una voz enojada le recrimina al instante. Al volver a plantearse la conexión con los elfos y este plano, Nipples insiste en que los elfos que huyeron fueron los de Syngorn. Vincenzo propone buscar un guía y She-ra utilizar su conjuro de invocar animales, pero, por lo que le dicen las plantas, intentar sobrevolar el bosque sería una locura. En vez de eso, deben seguir su corazón, según lo que dictamina la planta.

lunes, 6 de noviembre de 2023

Exandria - Sesión 36 (29/10/2023)

El arte de la guerra

15 de Dualahei de 841 Post Divergencia

El inminente combate les hace buscar ganar tiempo antes de que lleguen los jinetes liderados por She-ra para que los refugiados puedan huir al oeste, pero antes de precipitarse, Vincenzo los convence de que no abandonen tan libremente el bosque, que se refugien, al menos hasta que sea el momento indicado. La propuesta recibe aceptación, incluso por parte de Marissa, pero, se mantendrán en la periferia en caso de que el enemigo haga arder el bosque. 

Jinete Lancero

Vuelven al borde del bosque y ven bolas de humo que avanzan desde el ejército enemigo. Vincenzo sospecha que se trata de no muertos y, para su sorpresa, es nombrado de urgencia general por parte de Darastrix, que acto seguido le pide órdenes. 

zombies de magma
Nyzel dice que no cederá terreno, que él se encarga de los no muertos. Darastrix vuela y desde el aire lanza una de sus canicas mágicas de agua sobre uno de los zombies de magma que se aproximaban. La esfera estalla en una cantidad abrumadora de agua que enfría y petrifica el magma del zombie dejándolo inutilizado a efectos prácticos. Los otros zombies aceleran el paso. El líder elfo da la orden a los otros soldados a pie que avancen protegiendo a los otros zombies ardientes al mismo tiempo que She-ra se hace presente sobre una colina al oeste. 
She-ra llega con refuerzos
"Estas bestias pretenden quemar el bosque, ¡impídanlo!" grita She-ra mientras se abre de la avanzada enviando a la caballería contra el contingente a pie de zombies. Ella ayudaría a sus compañeros contra el jinete de wyvern y los zombies ardientes. She-ra cabalga a toda velocidad y Darastrix vuela a la par de su "reina". En el camino la guerrera se toma una poción de fuerza de gigante que le da la fuerza necesaria para realizar una maniobra imposible: saltar de su caballo y tumbar al jinete experto de su silla al piso separando así al jinete de su bestia. Nyzel utiliza su afinidad con la magia de nigromancia y los no muertos lanzando un hechizo de comandar muertos vivos. De esta manera logra ordenar a la mayoría que se acercaba peligrosamente al bosque que retrocedan. Así ganan más tiempo antes de un choque frontal. 
Nyzel comanda a los undeads
El general elfo intenta atacar a She-ra con su lanza pero recibe disparos de Darastrix que lo hieren lo suficiente como para darle un instante de ventaja a su "reina" para esquivar la lluvia de golpes de lanza. El wyvern ataca a She-ra golpeándola con el espolón haciéndole un gran daño. Vincenzo utiliza al eco para matar de dos golpes a uno de los zombies  que acaba de disparar rayos de energía de vacío a Nyzel. Paighon grita enfurecido, según él, los wyverns deberían ser algo sagrado y no elementos de conquista despiadada, mete los brazos en la tierra para luego sacarlos alargados como los de Ngyr-Korath. Desde el punto en que hundió sus manos se arrastran tentáculos como raíces y salen bajo el wyvern apresándolo e inutilizándolo. Uno de los enormes zombies ardientes llega finalmente al linde del bosque iniciando un incendio sólo con su presencia. Darastrix vuela sobre el wyvern y ataca al general con una puñalada trapera, inmediatamente, y abusando de la enorme fuerza concedida por la poción, She-ra le arrebata la lanza al general y lo ataca con ésta. La situación se vuelve confusa cuando el general intenta volver a subir a su montura pero recibe un ataque de She-ra. Del otro lado del campo de combate los enemigos reparten sus ataques. Utilizan sus garras y rayos violetas de energía que golpean a Nyzel, Darastrix y She-ra que cae inconsciente. 
Zombies de vacío.
El wyvern lucharía por el resto del combate con los tentáculos de Paighon inútilmente. Vincenzo sale del bosque para dar ayuda a Nyzel y a los pocos segundos los zombies ardientes encenderían el linde del bosque. Uno de ellos además lanza un humo ardiente y tóxico sobre Vincenzo quemándolo e intoxicándolo. Darastrix da un fuerte rugido y alcanza al lancero justo por el cuello con su lanza matándolo. Su cuerpo queda colgado del wyvern. She-ra se pone de pie y, canalizando su hechizo de cazadora, aniquila al wyvern con dos golpes certeros de la lanza. Quedaría espalda con espalda con Darastrix resistiendo la tromba de zombies que se les apelotonaba encima. Nyzel nota que una de las heridas de los zombies a pie le genera un daño residual consumiendo su materia orgánica allí donde fue herido. No lo duda y lanza su varita con su protector. La enorme mole de mármol aparece en combate otra vez. En ese momento notan al grupo de refugiados huyendo al oeste y juntándose con un pequeño grupo de caballería. Estaban a salvo. She-ra y Darastrix estaban en una situación extremadamente crítica. Ambos heridos por las garras de los zombies, es entonces que la Matrona de los Cuervos le cumple el pago por sus servicios a She-ra dejando que Raven logre canalizar su magia curativa en ambos evitando un fatal destino.
La Matrona vela por su servidora herida
Instantes después llega Vincenzo barriendo, casi literalmente, a los zombies a fuerza de espadazos certeros. Abre una brecha por la que podrían repelerse She-ra y Darastrix. Paighon grita enfurecido, de nuevo se proyecta la voz de Ngyr-Korath y los zombies ardientes ven el verdadero rostro que, incluso a los no muertos, les provoca locura e intentan arrancarse los ojos, algunos lo logran. Esto les daría una ventaja contra ellos que terminarían aprovechando aún cuando fuese un combate desgastante. En ese momento escuchan un feroz torrente, miran al bosque y ven un muro de agua apagando el incendio. Comienzan a sospechar de Samara, aunque no reparan en investigar aún. Darastrix da un rol y corre al bosque preparando su kit de primeros auxilios. Nyzel arranca una hoja de un libro de conjuros recuperado y lo utiliza como pergamino invocando rayos que hieren a los zombies mientras que su protector de tumbas se bate en duelo con los enormes zombies ardientes. She-ra, ahora sola, esquiva un sin fin de ataques. El único error milimétrico que comete es salvado por un conjuro de Paighon que distorsiona el ataque enemigo. Vincenzo sigue con la "barrida" de zombies. Los seres ardientes, al no poder ver lanzan el humo ardiente al protector quemándolo. Darastrix logra curar su herida arcana pero ve como sus amigos aún la sufren. Nyzel hace lo mismo. A pesar de las heridas de vacío y las quemaduras que proyectan los zombies ardientes al explotar al morir logran sobreponerse, aunque muy heridos, al terrible combate. 
Desbordado de furia, Paighon se acerca al jinete y lanza un conjuro de fuego calcinando el rostro que habría bajo el yelmo. La caballería da su reporte, al parecer la dunamancia enseñada por Vincenzo les dio la ventaja. El enemigo no contaba con eso. Billy, el favorito de Vincenzo le cuenta emocionado a su maestro cómo pudo dominar el campo de batalla.
Los refugiados llegan escoltados a Cuatro Destinos
Darastrix ve una figura esconderse en el bosque, le susurra a She-ra que quizá fue la shamán, su "reina" le responde que quizá le deben la vida. Luego se relejan y disfrutan la victoria, el kóbold propone usar la armadura como decoración en la posada de "Los Tres Compañeros" y She-ra acepta sólo si cuentan la historia de cómo arremetió contra el jinete. Tras recuperar el aire deciden volver a Cuatro Destinos. Una vez de vuelta cumplen con la tarea de recolectar los informes del combate. Nyzel copia algunos pergaminos e identifica la lanza obtenida. Es una Dragonlance, un objeto de leyenda imbuida con el poder el mismísimo Bahamut.
Dragonlance de Bahamuy
Marissa contiene las emociones al ver los reencuentros en Cuatro Destinos, primos, amigos, familias que se creían perdidas para siempre se reencuentran, bajo un mismo techo, bajo una misma misión. Se permite disfrutar de la esperanza momentánea y de los reencuentros. Más tarde Marissa se acerca a "la mesa chica" donde Darastrix, Paighon y She-ra estaban decidiendo los próximos pasos, la mujer acepta ponerse al servicio de Cuatro Destinos junto a su gente. 
Corellon vs Gruumsh
El próximo paso, por propuesta de Paighon, es ir a Lyrengorn, al corazón del enemigo, y averiguar qué está pasando realmente. Ngyr-Korath dice que conoce algún camino para llegar, que el mejor es a través de portales del plano faérico. Les explica algunas particularidades sobre el errático plano y que Kymal está cerca del Throne of the Arch Heart, el lugar donde Corellon enfrentó a Gruumsh y le arrebató de un golpe el ojo en los tiempos de la Gran Calamidad. el lugar quedaría marcado y los límites con el plano faérico son débiles. Además explica que de pasar más tiempo del necesario las consecuencias podrían ser terribles. Podrían incluso adelantarse varios años. 
Corellon le arrebata el ojo a Gruumsh

Exandria - Sesión 35 (14/10/2023)

 Refugiados

13 de Dualahei de 841 Post Divergencia - Renewal Festival

She-ra toma la posta revisando el perímetro, verificando que no retorne el resto del grupo de elfos. Darastryx ata y roba al mago mientras que Nyzel esconde los cuerpos y comienza un ritual para poder hablar élfico. Vincenzo encuentra el diario y las órdenes del líder mago de los elfos, pero deben esperar. Escuchan pasos de los elfos que retornan. Se esconden y Vincenzo utiliza su eco como distracción. 

El eco de Vincenzo en la noche
Los elfos disparan al eco mientras el grupo aprovecha a tomar pociones y usar magia curativa. Darastrix se mete entre los árboles y se encuentra con Paighon que había ido en su búsqueda. Le pide que lo siga y se escabullen. Finalmente los elfos llegan a pie al medio del campamento y descubren a los invasores. Es entonces que Nyzel lanza su hechizo de horda de murciélagos oscuros controlando el campo. Paighon se lanza al medio del campamento mientras saca un pergamino mágico a la vez que admite a sus congéneres que lamenta tener que atacarlos pero no tiene otra opción. Un segundo después la bola de fuego conjurada explota entre los enemigos. Darastrix corre entre las sombras, Raven reparte bendiciones mientras los murciélagos de sombra siguen mermando a los elfos, que en sus ataques erráticos hieren a Paighon y Nyzel. Vincenzo aprovecha la chance e invocando a su eco sale de una carpa y de un golpe mata a un elfo, luego a hiere a otro. Nyzel se refugia en una carpa y reposiciona su enjambre de murciélagos. De la boca de Paighon sale la voz de Ngyr-Korath, esta vez ordenando a los elfos que mueran en vez de lamentarse. Los que se encontraban cerca ven el verdadero rostro de la entidad lo que les provoca un arranque de locura e intentan arrancarse los ojos a sí mismos antes semejante visión. Darastrix usa las sombras para protegerse y acertar más fácilmente y finalmente los murciélagos terminan de aniquilar a los elfos. Al poco tiempo llegar She-ra y se ponen en autos con Paighon. Ahora sí, con calma, revisan a los caídos. Los elfos no llevan marcas de larvas, el general se encontraba muerto y con el agujero de una larva explotada en el pecho. Darastrix revisa la carpa del general y mete su silla de montar en su mochila mágica, luego se dispone a cortarle la cabeza. Paighon lee el diario mientras Vincenzo toma un mazo de cartas élficas de los soldados.
Un rato después ya habían vuelto al campamento junto al cadáver del wyvern al que le cortan también la cabeza y la cola. Luego pasan la noche. Durante su guardia, Paighon nota un número anormal de estrellas fugaces además de verla alterada a She-ra la momento de relevarla. 

14 de Dualahei de 841 Post Divergencia
Marcus
Al siguiente día cabalgan de regreso hasta volver a encontrar a Marcus. Le muestran la cabeza del wyvern y del mago elfo, pero la respuesta sólo es cuestionarlos por la presencia de Paighon, un ser con sangre de elfo. El rebelde aclara que con un "elfo" no les será fácil ganarse la confianza. Vincenzo intenta ablandar a Marcus, que se encontraba a la defensiva, pidiéndole que sonría, pero se niega y desafía al guerrero a "sonreír cuando hayan matado a toda su familia". Con el ambiente tenso son guiados hasta el sur del Bramblewood y en lo profundo llegan a un campamento que parece mimetizarse con la naturaleza, como si intentase, efectivamente, pasar desapercibido. 
Campamento de Refugiados Rebeldes
En el camino, Paighon se las arregla para continuar leyendo el diario sustraído a los elfos. Su misión era ir al sur a cazar rebeldes y parecía ansioso por ello, además de buscar sobresalir por sus hazañas bélicas tras el fracaso en la fortaleza del Rimelord. Al llegar son recibido por Marissa que les lanza una felicitación algo seca. Al igual que Marcus, se muestra dubitativa con Paighon. Darastrix insiste en dejar de lado esas diferencias y continúan con lo pactado. Avanzan hacia el borde del pueblo, hasta la choza de una shaman dónde dejan la cabeza del wyvern y sin perturbarla convocan un concilio. Aunque los refugiados no tienen una autoridad formal, reúnen a las figuras más influyentes. Marissa comienza explicando, en una cueva poco lujosa, que los recién llegados han acabado con el wyvern y que además poseen un fuerte. Se arma un debate que parece no tener fin hasta que Darastrix toma la palabra explicando que ya han recibido refugiados. Esto desencadena dudas ya que, para la gente de este campamento, la gente que viajó al oeste murió. Según la versión que ellos manejan, el grupo que hoy ocuparía Los Cuatro Destinos habría sido emboscada y aniquilada en el camino. Tras el combate uno de sus batidores habría enterrado los cuerpos. Las dudas y los cuestionamientos dominan la sala por un largo rato. Paighon interviene, insiste en eliminar los prejuicios raciales hasta que Darastrix le propone hablar sobre las babosas. Explica todo lo que saben, desde el criadero que hicieron arder tiempo atrás en las afueras de Westruun. Finalmente Marissa se ofrece a visitar Cuatro Destinos para probar las teorías y Marcus queda a cargo. 
Ya en privado Marissa les explica que pueden comunicarse con gente en Westruun, pero cada contacto es un riesgo. Parten al galope de inmediato. Paighon aprovecha a seguir leyendo el diario, el general que mataron no es el único que partió buscando rebeldes, varios más tomaron rumbo hacia distintas posiciones. Además, una vez aniquilados los rebeldes e informada la victoria, podrían asegurar los huevos en alguna ruta hacia Kymal. Además, este elfo tenía la locación exacta del campamento y atacarían a la siguiente noche si no hubiesen sido atacados. Paighon le transmite a Darastrix mentalmente cómo salvaron a los rebeldes casi de casualidad y que seguramente haya un infiltrado.
Más adelante la cabalgata se detiene, Marissa quiere presentar sus respetos a los caídos, pero tras desviarse al norte del camino, dónde debieran estar las tumbas, sólo había prados. Todo era un engaño. Marissa le blanquea a Vincenzo que la persona en cuestión era un tal Manfred. Comparten la información entre todos y Darastrix propone usar la tiza mágica para transportarse rápidamente a su fortaleza.
Patio interno de Cuatro Destinos
Marissa queda en shock tras atravesar el portal mágico dibujado por Vincenzo. Comienza a ver rostros que creía muertos trabajando en distintas áreas del fortín y la posada. A sabiendas de que los refugiados corrían peligro preparan a las caballería para salir cuanto antes. Vincenzo los arenga antes de que partan bajo el estandarte de She-ra y marchan al este bajo la luna. Llegando al puente vuelven a utilizar la tiza ya que la distancia para que funcione era demasiada desde la fortaleza. Atraviesan rápido el portal y She-ra promete llegar pronto a caballo. De nuevo en el campamento, a mitad de la noche Marissa explica todo lo sucedido a sus compañeros y Darastrix pregunta curioso por la shaman cuyo nombre parece ser Samara. Marissa busca a Manfred por todos lados pero no lo encuentran. El bastardo había escapado. Instantes después escuchan el rugido de un wyvern desde el sur.

15 de Dualahei de 841 Post Divergencia

Se acercan al borde del bosque, Darastrix alza vuelo por las copas de los árboles y ve al wyvern volando en la lejanía. Paighon no da mucha esperanza de que puedan enfrentarse a ellos, luego una voz mágica retumba en el bosque: refugiados traidores, entréguense, sino todo el bosque será arrasado. Le piden a Marissa que prepare a sus batidores, que ellos serán el cebo. El jinete vuela y aterriza cerca del bosque, Paighon también usa la magia para comunicarse con él. No logran cruzar muchas palabras. El elfo no está para charlas, levanta su estandarte y su ejército comienza a correr hacia el bosque con deseos de quemarlo todo.

Jinete elfo