Refugiados
13 de Dualahei de 841 Post Divergencia - Renewal Festival
She-ra toma la posta revisando el perímetro, verificando que no retorne el resto del grupo de elfos. Darastryx ata y roba al mago mientras que Nyzel esconde los cuerpos y comienza un ritual para poder hablar élfico. Vincenzo encuentra el diario y las órdenes del líder mago de los elfos, pero deben esperar. Escuchan pasos de los elfos que retornan. Se esconden y Vincenzo utiliza su eco como distracción.
El eco de Vincenzo en la noche |
Los elfos disparan al eco mientras el grupo aprovecha a tomar pociones y usar magia curativa. Darastrix se mete entre los árboles y se encuentra con Paighon que había ido en su búsqueda. Le pide que lo siga y se escabullen. Finalmente los elfos llegan a pie al medio del campamento y descubren a los invasores. Es entonces que Nyzel lanza su hechizo de horda de murciélagos oscuros controlando el campo. Paighon se lanza al medio del campamento mientras saca un pergamino mágico a la vez que admite a sus congéneres que lamenta tener que atacarlos pero no tiene otra opción. Un segundo después la bola de fuego conjurada explota entre los enemigos. Darastrix corre entre las sombras, Raven reparte bendiciones mientras los murciélagos de sombra siguen mermando a los elfos, que en sus ataques erráticos hieren a Paighon y Nyzel. Vincenzo aprovecha la chance e invocando a su eco sale de una carpa y de un golpe mata a un elfo, luego a hiere a otro. Nyzel se refugia en una carpa y reposiciona su enjambre de murciélagos. De la boca de Paighon sale la voz de Ngyr-Korath, esta vez ordenando a los elfos que mueran en vez de lamentarse. Los que se encontraban cerca ven el verdadero rostro de la entidad lo que les provoca un arranque de locura e intentan arrancarse los ojos a sí mismos antes semejante visión. Darastrix usa las sombras para protegerse y acertar más fácilmente y finalmente los murciélagos terminan de aniquilar a los elfos. Al poco tiempo llegar She-ra y se ponen en autos con Paighon. Ahora sí, con calma, revisan a los caídos. Los elfos no llevan marcas de larvas, el general se encontraba muerto y con el agujero de una larva explotada en el pecho. Darastrix revisa la carpa del general y mete su silla de montar en su mochila mágica, luego se dispone a cortarle la cabeza. Paighon lee el diario mientras Vincenzo toma un mazo de cartas élficas de los soldados.
Un rato después ya habían vuelto al campamento junto al cadáver del wyvern al que le cortan también la cabeza y la cola. Luego pasan la noche. Durante su guardia, Paighon nota un número anormal de estrellas fugaces además de verla alterada a She-ra la momento de relevarla.
14 de Dualahei de 841 Post Divergencia
Marcus |
Al siguiente día cabalgan de regreso hasta volver a encontrar a Marcus. Le muestran la cabeza del wyvern y del mago elfo, pero la respuesta sólo es cuestionarlos por la presencia de Paighon, un ser con sangre de elfo. El rebelde aclara que con un "elfo" no les será fácil ganarse la confianza. Vincenzo intenta ablandar a Marcus, que se encontraba a la defensiva, pidiéndole que sonría, pero se niega y desafía al guerrero a "sonreír cuando hayan matado a toda su familia". Con el ambiente tenso son guiados hasta el sur del Bramblewood y en lo profundo llegan a un campamento que parece mimetizarse con la naturaleza, como si intentase, efectivamente, pasar desapercibido.
Campamento de Refugiados Rebeldes |
En el camino, Paighon se las arregla para continuar leyendo el diario sustraído a los elfos. Su misión era ir al sur a cazar rebeldes y parecía ansioso por ello, además de buscar sobresalir por sus hazañas bélicas tras el fracaso en la fortaleza del Rimelord. Al llegar son recibido por Marissa que les lanza una felicitación algo seca. Al igual que Marcus, se muestra dubitativa con Paighon. Darastrix insiste en dejar de lado esas diferencias y continúan con lo pactado. Avanzan hacia el borde del pueblo, hasta la choza de una shaman dónde dejan la cabeza del wyvern y sin perturbarla convocan un concilio. Aunque los refugiados no tienen una autoridad formal, reúnen a las figuras más influyentes. Marissa comienza explicando, en una cueva poco lujosa, que los recién llegados han acabado con el wyvern y que además poseen un fuerte. Se arma un debate que parece no tener fin hasta que Darastrix toma la palabra explicando que ya han recibido refugiados. Esto desencadena dudas ya que, para la gente de este campamento, la gente que viajó al oeste murió. Según la versión que ellos manejan, el grupo que hoy ocuparía Los Cuatro Destinos habría sido emboscada y aniquilada en el camino. Tras el combate uno de sus batidores habría enterrado los cuerpos. Las dudas y los cuestionamientos dominan la sala por un largo rato. Paighon interviene, insiste en eliminar los prejuicios raciales hasta que Darastrix le propone hablar sobre las babosas. Explica todo lo que saben, desde el criadero que hicieron arder tiempo atrás en las afueras de Westruun. Finalmente Marissa se ofrece a visitar Cuatro Destinos para probar las teorías y Marcus queda a cargo.
Ya en privado Marissa les explica que pueden comunicarse con gente en Westruun, pero cada contacto es un riesgo. Parten al galope de inmediato. Paighon aprovecha a seguir leyendo el diario, el general que mataron no es el único que partió buscando rebeldes, varios más tomaron rumbo hacia distintas posiciones. Además, una vez aniquilados los rebeldes e informada la victoria, podrían asegurar los huevos en alguna ruta hacia Kymal. Además, este elfo tenía la locación exacta del campamento y atacarían a la siguiente noche si no hubiesen sido atacados. Paighon le transmite a Darastrix mentalmente cómo salvaron a los rebeldes casi de casualidad y que seguramente haya un infiltrado.
Más adelante la cabalgata se detiene, Marissa quiere presentar sus respetos a los caídos, pero tras desviarse al norte del camino, dónde debieran estar las tumbas, sólo había prados. Todo era un engaño. Marissa le blanquea a Vincenzo que la persona en cuestión era un tal Manfred. Comparten la información entre todos y Darastrix propone usar la tiza mágica para transportarse rápidamente a su fortaleza.
Patio interno de Cuatro Destinos |
Marissa queda en shock tras atravesar el portal mágico dibujado por Vincenzo. Comienza a ver rostros que creía muertos trabajando en distintas áreas del fortín y la posada. A sabiendas de que los refugiados corrían peligro preparan a las caballería para salir cuanto antes. Vincenzo los arenga antes de que partan bajo el estandarte de She-ra y marchan al este bajo la luna. Llegando al puente vuelven a utilizar la tiza ya que la distancia para que funcione era demasiada desde la fortaleza. Atraviesan rápido el portal y She-ra promete llegar pronto a caballo. De nuevo en el campamento, a mitad de la noche Marissa explica todo lo sucedido a sus compañeros y Darastrix pregunta curioso por la shaman cuyo nombre parece ser Samara. Marissa busca a Manfred por todos lados pero no lo encuentran. El bastardo había escapado. Instantes después escuchan el rugido de un wyvern desde el sur.
15 de Dualahei de 841 Post Divergencia
Se acercan al borde del bosque, Darastrix alza vuelo por las copas de los árboles y ve al wyvern volando en la lejanía. Paighon no da mucha esperanza de que puedan enfrentarse a ellos, luego una voz mágica retumba en el bosque: refugiados traidores, entréguense, sino todo el bosque será arrasado. Le piden a Marissa que prepare a sus batidores, que ellos serán el cebo. El jinete vuela y aterriza cerca del bosque, Paighon también usa la magia para comunicarse con él. No logran cruzar muchas palabras. El elfo no está para charlas, levanta su estandarte y su ejército comienza a correr hacia el bosque con deseos de quemarlo todo.
Jinete elfo |
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