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lunes, 6 de noviembre de 2023

Exandria - Sesión 36 (29/10/2023)

El arte de la guerra

15 de Dualahei de 841 Post Divergencia

El inminente combate les hace buscar ganar tiempo antes de que lleguen los jinetes liderados por She-ra para que los refugiados puedan huir al oeste, pero antes de precipitarse, Vincenzo los convence de que no abandonen tan libremente el bosque, que se refugien, al menos hasta que sea el momento indicado. La propuesta recibe aceptación, incluso por parte de Marissa, pero, se mantendrán en la periferia en caso de que el enemigo haga arder el bosque. 

Jinete Lancero

Vuelven al borde del bosque y ven bolas de humo que avanzan desde el ejército enemigo. Vincenzo sospecha que se trata de no muertos y, para su sorpresa, es nombrado de urgencia general por parte de Darastrix, que acto seguido le pide órdenes. 

zombies de magma
Nyzel dice que no cederá terreno, que él se encarga de los no muertos. Darastrix vuela y desde el aire lanza una de sus canicas mágicas de agua sobre uno de los zombies de magma que se aproximaban. La esfera estalla en una cantidad abrumadora de agua que enfría y petrifica el magma del zombie dejándolo inutilizado a efectos prácticos. Los otros zombies aceleran el paso. El líder elfo da la orden a los otros soldados a pie que avancen protegiendo a los otros zombies ardientes al mismo tiempo que She-ra se hace presente sobre una colina al oeste. 
She-ra llega con refuerzos
"Estas bestias pretenden quemar el bosque, ¡impídanlo!" grita She-ra mientras se abre de la avanzada enviando a la caballería contra el contingente a pie de zombies. Ella ayudaría a sus compañeros contra el jinete de wyvern y los zombies ardientes. She-ra cabalga a toda velocidad y Darastrix vuela a la par de su "reina". En el camino la guerrera se toma una poción de fuerza de gigante que le da la fuerza necesaria para realizar una maniobra imposible: saltar de su caballo y tumbar al jinete experto de su silla al piso separando así al jinete de su bestia. Nyzel utiliza su afinidad con la magia de nigromancia y los no muertos lanzando un hechizo de comandar muertos vivos. De esta manera logra ordenar a la mayoría que se acercaba peligrosamente al bosque que retrocedan. Así ganan más tiempo antes de un choque frontal. 
Nyzel comanda a los undeads
El general elfo intenta atacar a She-ra con su lanza pero recibe disparos de Darastrix que lo hieren lo suficiente como para darle un instante de ventaja a su "reina" para esquivar la lluvia de golpes de lanza. El wyvern ataca a She-ra golpeándola con el espolón haciéndole un gran daño. Vincenzo utiliza al eco para matar de dos golpes a uno de los zombies  que acaba de disparar rayos de energía de vacío a Nyzel. Paighon grita enfurecido, según él, los wyverns deberían ser algo sagrado y no elementos de conquista despiadada, mete los brazos en la tierra para luego sacarlos alargados como los de Ngyr-Korath. Desde el punto en que hundió sus manos se arrastran tentáculos como raíces y salen bajo el wyvern apresándolo e inutilizándolo. Uno de los enormes zombies ardientes llega finalmente al linde del bosque iniciando un incendio sólo con su presencia. Darastrix vuela sobre el wyvern y ataca al general con una puñalada trapera, inmediatamente, y abusando de la enorme fuerza concedida por la poción, She-ra le arrebata la lanza al general y lo ataca con ésta. La situación se vuelve confusa cuando el general intenta volver a subir a su montura pero recibe un ataque de She-ra. Del otro lado del campo de combate los enemigos reparten sus ataques. Utilizan sus garras y rayos violetas de energía que golpean a Nyzel, Darastrix y She-ra que cae inconsciente. 
Zombies de vacío.
El wyvern lucharía por el resto del combate con los tentáculos de Paighon inútilmente. Vincenzo sale del bosque para dar ayuda a Nyzel y a los pocos segundos los zombies ardientes encenderían el linde del bosque. Uno de ellos además lanza un humo ardiente y tóxico sobre Vincenzo quemándolo e intoxicándolo. Darastrix da un fuerte rugido y alcanza al lancero justo por el cuello con su lanza matándolo. Su cuerpo queda colgado del wyvern. She-ra se pone de pie y, canalizando su hechizo de cazadora, aniquila al wyvern con dos golpes certeros de la lanza. Quedaría espalda con espalda con Darastrix resistiendo la tromba de zombies que se les apelotonaba encima. Nyzel nota que una de las heridas de los zombies a pie le genera un daño residual consumiendo su materia orgánica allí donde fue herido. No lo duda y lanza su varita con su protector. La enorme mole de mármol aparece en combate otra vez. En ese momento notan al grupo de refugiados huyendo al oeste y juntándose con un pequeño grupo de caballería. Estaban a salvo. She-ra y Darastrix estaban en una situación extremadamente crítica. Ambos heridos por las garras de los zombies, es entonces que la Matrona de los Cuervos le cumple el pago por sus servicios a She-ra dejando que Raven logre canalizar su magia curativa en ambos evitando un fatal destino.
La Matrona vela por su servidora herida
Instantes después llega Vincenzo barriendo, casi literalmente, a los zombies a fuerza de espadazos certeros. Abre una brecha por la que podrían repelerse She-ra y Darastrix. Paighon grita enfurecido, de nuevo se proyecta la voz de Ngyr-Korath y los zombies ardientes ven el verdadero rostro que, incluso a los no muertos, les provoca locura e intentan arrancarse los ojos, algunos lo logran. Esto les daría una ventaja contra ellos que terminarían aprovechando aún cuando fuese un combate desgastante. En ese momento escuchan un feroz torrente, miran al bosque y ven un muro de agua apagando el incendio. Comienzan a sospechar de Samara, aunque no reparan en investigar aún. Darastrix da un rol y corre al bosque preparando su kit de primeros auxilios. Nyzel arranca una hoja de un libro de conjuros recuperado y lo utiliza como pergamino invocando rayos que hieren a los zombies mientras que su protector de tumbas se bate en duelo con los enormes zombies ardientes. She-ra, ahora sola, esquiva un sin fin de ataques. El único error milimétrico que comete es salvado por un conjuro de Paighon que distorsiona el ataque enemigo. Vincenzo sigue con la "barrida" de zombies. Los seres ardientes, al no poder ver lanzan el humo ardiente al protector quemándolo. Darastrix logra curar su herida arcana pero ve como sus amigos aún la sufren. Nyzel hace lo mismo. A pesar de las heridas de vacío y las quemaduras que proyectan los zombies ardientes al explotar al morir logran sobreponerse, aunque muy heridos, al terrible combate. 
Desbordado de furia, Paighon se acerca al jinete y lanza un conjuro de fuego calcinando el rostro que habría bajo el yelmo. La caballería da su reporte, al parecer la dunamancia enseñada por Vincenzo les dio la ventaja. El enemigo no contaba con eso. Billy, el favorito de Vincenzo le cuenta emocionado a su maestro cómo pudo dominar el campo de batalla.
Los refugiados llegan escoltados a Cuatro Destinos
Darastrix ve una figura esconderse en el bosque, le susurra a She-ra que quizá fue la shamán, su "reina" le responde que quizá le deben la vida. Luego se relejan y disfrutan la victoria, el kóbold propone usar la armadura como decoración en la posada de "Los Tres Compañeros" y She-ra acepta sólo si cuentan la historia de cómo arremetió contra el jinete. Tras recuperar el aire deciden volver a Cuatro Destinos. Una vez de vuelta cumplen con la tarea de recolectar los informes del combate. Nyzel copia algunos pergaminos e identifica la lanza obtenida. Es una Dragonlance, un objeto de leyenda imbuida con el poder el mismísimo Bahamut.
Dragonlance de Bahamuy
Marissa contiene las emociones al ver los reencuentros en Cuatro Destinos, primos, amigos, familias que se creían perdidas para siempre se reencuentran, bajo un mismo techo, bajo una misma misión. Se permite disfrutar de la esperanza momentánea y de los reencuentros. Más tarde Marissa se acerca a "la mesa chica" donde Darastrix, Paighon y She-ra estaban decidiendo los próximos pasos, la mujer acepta ponerse al servicio de Cuatro Destinos junto a su gente. 
Corellon vs Gruumsh
El próximo paso, por propuesta de Paighon, es ir a Lyrengorn, al corazón del enemigo, y averiguar qué está pasando realmente. Ngyr-Korath dice que conoce algún camino para llegar, que el mejor es a través de portales del plano faérico. Les explica algunas particularidades sobre el errático plano y que Kymal está cerca del Throne of the Arch Heart, el lugar donde Corellon enfrentó a Gruumsh y le arrebató de un golpe el ojo en los tiempos de la Gran Calamidad. el lugar quedaría marcado y los límites con el plano faérico son débiles. Además explica que de pasar más tiempo del necesario las consecuencias podrían ser terribles. Podrían incluso adelantarse varios años. 
Corellon le arrebata el ojo a Gruumsh

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