Bienvenidos, todos; Mindabar, la ciudad de la malicia
¿03 de Quen'pillar de 836 Post Divergencia?
Ciudad de Mindabar, con sus murallas y el obelisco |
Al ir acercándose a la ciudad notan una extraña podredumbre en el ambiente, como una especie de barrera protectora. No tardan en notar que Toga detiene su marcha y a pesar de las palabras de Paighon, el enano murmura "es peor de lo que creía" justo antes de darse la vuelta y echar a correr. Lo dejar ir mientras cortan trazos del vestido blanco que aún llevaba Frederick para improvisar tapabocas y así llegan a la entrada de la ciudad. La enorme entrada no tiene otra indicación más que un modesto tallado con la leyenda "Bienvenidos, todos". Al poco tiempo de ingresar son recibidos por un sujeto que se ofrece como guía, su precio de cinco piezas de oro no los convence y avanzan por su cuenta.
Guía |
La zona no parece adinerada, pero sí ven movimiento, como si la ciudad no fuese parte de un reino desolado. Lo que llama su atención no es el comercio, sino la presencia de un cadáver en el suelo, en la calle principal, que a nadie parece importar. Lo contemplan unos instantes hasta que otro sujeto se acerca y se lo lleva a rastras. La situación se repite a medida que se adentran siguiendo la misma calle por la que ingresaron. Darastrix nota que los "recuperadores" de cadáveres parecen llevarlos a una dirección en común, por el momento no comparte la información. Su camino los lleva a chocar de frente con la muralla interior de la ciudad y replantean su situación.
Vuelven sobre sus pasos hasta la Sartén Animada, una posada aparentemente aceptable. Suben por una escalera con extraños adornos hasta la planta principal. Ahí Frederick se presenta con Heratt the Lionchocker, un gnomo aniñado de revoltosos pelos rojizos. El guerrero paga una habitación para todo el grupo por dos noches. La respuesta del gnomo es que estará limpia en cuanto terminen de limpiar la sangre. Frederick se ve estupefacto y pregunta a qué se refiere. El gnomo no se gasta en ocultar que es más fácil que invitar a los actuales inquilinos a retirarse amablemente. She-ra se acerca a la barra interesada en las leyes y normas del lugar que no parecen ser a las que están acostumbrados. La situación es clara, no hay leyes en cuanto se respete a Sabnock, sus templos y su profeta, además de que no es buena idea meterse con quienes paguen el "impuesto a la protección". Harett aclara que ese consejo es gratis por ser el primero, pero los próximos los cobrará. Mientras hablan parece desatarse un combate entre dos clientes. La gente apenas se corre para no mancharse de sangre mientras uno saca un cuchillo y degüella al rival.
El flamante asesino se toma un segundo para tomar los objetos de valor del muerto antes de retirarse como si nada hubiese sucedido. Paighon siente que necesita más información por lo que se aproxima a Harett viéndolo verter un líquido extraño en un trago mientras ríe. Ignora la situación y pregunta. Reúne más información sobre Sabnock, el dios de la destrucción, sobre su profeta y las normas en general de la ciudad. El hechicero pone otra moneda más sobre la mesa y aprende sobre Ironslayer, un comercio y punto de reunión de aventureros, sobre la joyería Moontouch y la librería de Bodhan donde podrían conseguir un mapa de la ciudad. Tras llenarse el estómago van a la habitación y, como era de esperar, encuentran una variedad de manchas de sangre e incluso un cadáver en la ducha. She-ra saca el cadáver y lo lanza despreocupada por la escalera. Darastrix comparte su fascinación por la capacidad de la "reina" de adaptarse al nuevo entorno.
Mientras Frederick intenta darse una fallida ducha con agua caliente que se torna fría de repente, Darastrix se toma un tiempo para abrir los candados de los libros de los ángeles. Nyzel utiliza su magia para hacer una interpretación concienzuda. Son libros de rezos entre los cuales encuentran algunos conjuros que arrancan y reparten.
Mendigo |
Darastrix, Frederick y She-ra salen a recorrer la ciudad esa noche, no tardan en ser abordados por un mendigo que Frederick rechaza de manera firme. Avanzan entre las calles de la ciudad hasta dar con una plaza con mucho movimiento. Se encontraban en Destruction Circle. Allí ven guardias por primera vez, pequeño escuadrones liderados por guerreros oscuros. Posiblemente había gente allí que podía pagar el impuesto de protección. Incluso escuchan canta a los guardias.
Guardia de la Ciudad y Portador de Tormentos |
Notan una pequeña parte de los guardias son muertos vivos. No logran descubrir sobre sus líderes por sus máscaras. She-ra sabe lo que busca y se dirige inmediatamente al burdel. El lugar parecería un típico burdel de una gran ciudad de no ser por las jaulas que cuelgan del techo con gente famélica encerrada cuyos pies cuelgan en el aire. She-ra pregunta primero a las camareras que se muestran burlonas, luego al demonio que atiende la barra sin obtener más que respuestas esquivas.
Barra del burdel |
La cazadora toma la iniciativa e inmediatamente sube las escaleras y se acerca al fondo, ante una ancha arcada cubierta por una cortina y flanqueada por dos guardias. Frederick y Darastrix la siguen de lejos. Tras engañar a los guardias pasa a una gran sala llena de colchones y humo. Un variopinto grupo de humanoides y demonios parece compenetrado en un juego de dados e interpretación. She-ra se muestra soberbia diciendo que engañó a los guardias, pero el demonio, que se hace llamar "el jefe", le explica que él es quién dio la orden de dejarla entrar. Tras una tensa charla She-ra accede al permiso para trabajar allí por una semana.
Burdel |
Durante los siguientes días She-ra se aleja del grupo para dedicarse al trabajo. Pasa una extenuante semana trabajando en el burdel. Logra juntar una cantidad de dinero, además de ganar la "amistad" de Bereles, una semiorca importante en el gremio de los pordioseros y de Ferguson, un elfo miembro del gremio de ladrones y forzadores de cerraduras. Nyzel continúa su búsqueda de Nacro. Según averigua, habría llegado solo, sin los alumnos con los que partió, estuvo investigando en el distrito Ashen Pillars y lo vieron pidiendo ayuda en el Templo de la Destrucción del distrito Aedificium pero fue rechazado.
Darastrix se toma unos días para investigar un posible trabajo que realiza con bastante eficacia y un jugoso botín. Frederick amasa otra cantidad participando de luchas en una curiosa taberna llamada Retired Queens.
Pitfighting |
Paighon es el primero en aventurarse al distrito Crimson Square. Allí es testigo de incontables peleas callejeras entre diablos y demonios. El hedor a azufre se siente en el aire. Aún más fuerte que el olor a podrido que predomina en el resto de la ciudad. La zona parece tener una presencia activa, aunque limitada, de guardias. No pierde tiempo y se dirige a la joyería Moontouch. El lugar está repleto de lujosos artículos y muy pretenciosos. Allí conoce a Gizur, quién le ofrece una copa de Vino Moontouch mientras ponen valor al cuerno engarzado que Darastrix le confió para vender. Durante la tasación el hechicero se encuentra algo mareado y sale de allí con dos mil ochocientas piezas y una botella del curioso vino que Gizur le obsequia como gesto de buena voluntad tras el negociado que hacen.
Moontouch Jewelry |
Su tour comercial lo lleva a Gemas y Variedades del más allá donde es atendido por una elfa que parece reconocer los cristales que extrajeron en la montaña. Al parecer son de "ese mundo" pero tienen la capacidad de "absorber otros mundos". Llegan a un acuerdo comercial donde Paighon entregaría la totalidad de sus cristales y recibe a cambio un cristal con un "mundo" dentro. Un mundo, al parecer influenciado por el propio Paighon. La elfa nota una reacción rara en los cristales provocada por el hechicero que se muestra igualmente confundido como la vendedora. Siguiendo con las compras, entrega los kilos de plata. La cazadora también se ha tomado un tiempo, en el mercado del conocimiento para adquirir una prótesis mágica que le permita volver a desplazarse con normalidad.
She-ra ajustando su prótesis |
¿10 de Quen'pillar de 836 Post Divergencia?
She-ra, Paighon y Frederick toman rumbo a Ironslayer's Gear, allí encuentran una muchedumbre de comerciantes, aventureros y anuncios. Se registran como "El Cónclave Perdido" y revisan el tablón de empleos. Toman nota de los posibles empleos. Por otro lado Darastrix y Nyzel visitan a Bodhan en su librería. Compran un mapa de la ciudad y un libro titulado "Muerte y Destrucción de nuestros Vecinos" con la esperanza de aprender un poco más de la historia sobre los alrededores. Preguntan sobre libros de magia, lo que incomoda a Bodhan y deciden dejarlo en paz por un rato.
Tablón de trabajos |
De nuevo reunidos en la posada eligen tomar uno de los trabajos, recuperar una serie de piedras para un ritual de Sabnock. Se dirigen al Templo de la Destrucción de la Outer City. En el camino ven un enorme reloj que sobresale por encima del resto de los techos. De sección cuadrada y cada lado mostrando un reloj a distinta hora y velocidad. Sólo uno de sus lados parece indicar la hora local. Sospechan que el tiempo en Tal'Dorei podría moverse a otra velocidad. Continúan su paso hasta el templo. Allí los invade la pesadumbres. Lo opuesto al templo en las montañas. Un sacerdote encapuchado los encara preguntando cuál era su asunto con Seren. Tras algunas preguntas aceptan el trabajo. Deben reunir varias piedras mágicas repartidas en plazoletas de la ciudad. Antaño utilizadas como catalizadores para aumentar el alcance de la magia de Sabnock y el profeta. Hoy otros medios cumplen esa función y las piedras deben recuperarse para un ritual. Les recomiendan comenzar por el callejón de los cuervos podridos y hacía allí se dirigen. Tras aceptar el trabajo se retiran y de camino al primer objetivo escuchan ruidos extraños de una casa aledaña. Darastrix mira por la ventana y ve a un sujeto comiendo tierra del suelo.
Darastrix entra intentando ayudar pero esto desata la furia de la persona. "¡Ya iba diez días!" alcanza a gritar el sujeto mientras se abalanza sobre el kóbold con intención de ahorcarlo. Darastrix gira bajo una mesa y se alza lanzándola sobre él gritando y preguntando de qué se trataban esos diez días, luego lanza un conjuro para dormirlo al tiempo que Nyzel tumba la puerta de un topetón. Tras él varios sacerdotes se hacen presentes. Uno da unos pasos hacia el dormido cortando su cuello sin decir nada. Inquieren que se trataba de algún rito fallado por la presencia del kóbold y continúan al callejón.
Callejón de los cuervos podridos |
Una vez en el lugar los invade la humedad. Avanzan hasta dar con una fuente en una pequeña plazoleta redonda oscurecida por los altos edificios alrededor. Utilizan magia para detectar una anomalía en la columna central relacionándola con la piedra que buscan según su información y She-ra desarma la fuente provocando un enorme chorro descontrolado de agua que Nyzel congela momentáneamente.