Era tarde en la noche mientras Rancis pedía algo de queso en la posada local. Conocía un poco al viejo posadero, el pequeño pueblo rodeado de algunas granjas era una parada habitual en su recorrido, la última vez había visitado el lugar dos meses atrás y nada había cambiado. Por ahora.
En la otra esquina de la posada dos figuras nuevas acomodaban sus bártulos mientras se preparaban a pasar la noche. Late M. y Henry D. venían de Puerto Marfil. De los dos solamente Late desentonaría en cualquier multitud, era de muy baja estatura, tosco para comunicarse, de bigotes desprolijos y una absurda cantidad de cicatrices de cortes por todo el cuerpo.
El dúo de viajantes enseguida se ve intrigado por Rancis ya que es un Batidor Rojo y las últimas noticias sobre ellos no son buenas para quienes recorren los caminos. Desde la muerte de Nimon I la Alianza entre los reinos se volvió todavía más frágil y las patrullas en los caminos comunes son mucho menores en las tierras centrales y al sur. Al norte los batidores rojos han dejado de recibir la contribución de los dos reinos que debiesen proteger de los salvajes y hombres bestia del norte. Por lo que su número se vio reducido el último año. Muchos abandonaron sus puestos para dedicarse al saqueo y pillaje. Los que siguen protegiendo los caminos del norte y manteniendo, como pueden, a raya las amenazas del norte eligen valerse de sus habilidades para sobrevivir en lo salvaje para mantenerse día a día y utilizar el poco dinero recibido para lo que no pueden conseguir de la naturaleza. Con esta información los dos extranjeros abordan al explorador, aunque es Henry quien de verdad se ve intrigado por el Batidor Rojo e incluso intenta pagar por su comida. La charla se ve interrumpida por el grito de alguien en el exterior: ¡Fuego!
Rancis, el Batidor Rojo |
Rundy, un enano venido del sur escucha desde el primer piso, dónde ha pasado los últimos tres días. La mayoría de las personas pueden pasar su vida sin ver un enano o creer que de verdad existen, pero Rundy es bastante real. Dice estar en camino a las ruinas de Komek, al norte. Lamentablemente las tierras más al norte que este punto son impenetrables para un "extranjero" que viaja solo como él. Sin un plan se encuentra algo perdido en cuánto al camino que seguir de ahora en más. Por el momento decide atender al llamado de auxilio en el pueblo que lo cobijó estos últimos días.
Rundy Stonegrave, el enano |
El extraño grupo se encuentra ahora en el exterior viendo como un almacén de alimento vecino a la posada arde como si fuese un agujero infernal. La gente corre con baldes al arrollo que se encuentra a unos cien metros pero vuelven corriendo en pánico, algo se encuentra más allá del incendio. Sin mediar palabras Rundy y Henry avanzan sigilosamente tras unas casas vecinas mientras Late M. se esconde tras unos barriles en el exterior de la posada.
Bárbaros, saqueadores. Un grupo de salvajes ha bajado muy al sur y utilizando el fuego como distracción se encuentran saqueando otro almacén cercano.
Salvaje del norte |
Con los locales escondidos los cuatros visitantes preparan sus armas y cargan contra los salvajes. No es tarea fácil. Rundy entra en un frenesí de combate poniéndose sus ojos de color rojo, casi como con luz propia, Henry intenta atacar con sus espadas, Late M. mantiene su posición lanzando piedrazos y Rancis con un chiflido llama a Codicia, un búho entrenado que se muestra eficaz en combate atacando directamente a los ojos mientras su entrenador dispara con su ballesta. La fuerza enemiga es grande y uno a uno van quedando fuera de combate hasta que sólo Late queda en pie.
Lo siguiente que recuerdan es al petizo Late tratando de vendar improvisadamente sus heridas mientras de a poco recobran la consciencia. Con la amenaza mitigada la gente del pueblo puede apagar el incendio pero el daño está hecho. No saben cómo pasarán el invierno pero hubiese sido peor si también se hubiesen robado la comida que intentaban llevarse.
Los siguientes días se los toman para recuperarse del combate, Rancis siente malestares menores pero Henry recibió un hachazo fuerte en una pierna y debe hablar con el carpintero local para que le prepare una prótesis. Además pasan bastante tiempo intercambiando historias: la historia de los Batidores es conocida, Henry y Late se dirigen a Mirilia en busca de una nueva vida mientras que Rundy intenta recuperar riquezas o reliquias enanas de Komek para probar su valía con los suyos.