Un nuevo compañero
12 de Fessuran de 836 Post Divergencia
Nyzel, un enano hambriento de conocimientos estaba no muy lejos de la ermita, intentando recuperar el sendero que había perdido. Su camino lo llevaba a las cercanías de Westruun, intentaría recuperar el rastro de cierto individuo que le ayudaría en su búsqueda de saberes. Aunque She-ra, Frederick, Darastrix y Paighon no lo ven, Axel siente que se aproxima el enano desde lejos y lo recibe con ladridos alertando a su compañera. El enano tiene una barba rojiza y parece sujetar firmemente y de manera constante un libro de curiosa encuadernación.
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Nyzel |
Mientras terminan su investigación en la ermita buscando huellas o rastros entablan una conversación con el curioso transeúnte. Finalmente She-ra encuentra marcas extrañas bajo el tótem de Melora. Cuando Nyzel parece interesarte por la gesta del grupo le empiezan a compartir la información que manejan aunque al enano le cuesta asimilar todo junto. Deciden volver con Jeremiah y preguntar donde se junta la gente de los alrededores: en lo del viejo Nitch. No hay una taberna en las afueras de la ciudad. Deciden separarse. Nyzel, Frederick y Paighon van al viejo granero que habían visto antes. El guerrero inmediatamente se tumba a dormir mientras los otros traban la entrada y suben al techo a escrutar el cielo.
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Criatura en el cielo nocturno |
Desde su posición en el tejado, y tras hora y media, Paighon es capaz de ver a lo lejos, en el sur, una criatura circulando los cielos. Decide correr hacia allí dejando a Frederick durmiendo y descansando.
Por su lado She-ra entraba seductoramente a lo de Nitch, una casa de campo que no se distinguía mucho de las otras salvo por la actividad que allí se notaba aún a esas horas. Con Darastrix toman una mesa ocupada por dos borrachos semi inconscientes y miran al rededor. Tras recibir unas manchas de cerveza Darastrix da con un grupo que se encontraba apostando sobre unos combates a puño limpio que allí se sucedían. She-ra toma la posta y entra al círculo de combate de manera fanfarrona.
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"Lo del viejo Nitch" |
She-ra apela al ego de los hombres insistiendo en que podía ganarle a cualquiera. La muchedumbre estalla y Darastrix aprovecha a escabullirse. El kóbold explora un poco el interior hasta dar con un sótano cuya puerta trampa de acceso estaba cubierta por un alfombra. De un primer piso había robado unas llaves y una daga de plata.
Mientras She-ra esquiva, resiste y reparte algún golpe, además de usar disimuladamente su conjuro de curar heridas en si misma, Darastrix desciende por la puerta trampa. Nada lo preparó para lo que estaba a punto de ver. Docenas de huevos viscosos se encontraban forrando las paredes de este húmedo subsuelo. Sin entender mucho usa su daga para remover uno y guardarlo en su bolso.
Mientras She-ra triunfa y pide su dinero, el kóbold vuelve a subir y la ubica justo recibiendo sus cinco piezas de oro. A pesar de que la incitan a seguir peleando ella se retira sutilmente. Una vez fuera Darastrix muestra lo encontrado y comenta lo que vio. En su camino de vuelta se cruzan a Nyzel y Paighon que van al sur, ambos grupos intercambian lo descubierto. A Paighon le da una corta pero dolorosa punzada en la nuca al ver el huevo. Aunque no sabe qué es está seguro de que no es de wyvern. Debaten sobre qué hacer, sobre si hablar o no aún con Jeremiah, qué hacer con el huevo. Deciden preparar una emboscada pensando que la madre de ese huevo vendría a buscarlo. Al mismo tiempo mandan a Axel a buscar a Frederick. Preparan la emboscada, Darastrix es el cebo, pero el huevo se abre en durante la mímica y una enorme babosa cae desde el huevo en la cabeza del kóbold mientras este lo alzaba en el aire.
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Babosa |
La criatura parece querer pegarse al reptiliano que finalmente se la arranca y la lanza a los yuyos. She-ra reconoce el ácido de la viscosidad de la babosa como el que vieron en la escena del ganado robado. Darastrix sigue el baboso rastro hasta dar con la criatura que no es muy veloz y se lanza con un cofre encima para encerrarla. Por su lado She-ra y Nyzel ven que la bestia voladora ha descendido no muy lejos. Mientras se preparan ven que por el camino viene un grupo de campesinos. Se esconden al costado del camino y al verlos pasar ven que llevan babosas pegadas en sus cabezas y cuellos. Toda suerte de teorías se les cruzan por la cabeza y She-ra les sale al cruce.
Nyzel es el primero en actuar al tiempo que Frederick llega a escena guiado por Axel. Darastrix y She-ra disparan desde los yuyos. Paighon invoca una mano mágica flotante y arranca a la fuerza una de las babosas de la cabeza de un campesino haciendo que este caiga inconsciente. Nyzel recibe un corte de espada de uno de los enemigos a lo que responde con su conjuro de manos ardientes. El fuego daña superficialmente a los campesinos, pero calcina a las babosas haciendo que los humanos caigan también inconscientes por el shock en sus cerebros.
Inspirado por esto Darastrix usa una antorcha para empezar a quemar babosas teniendo éxito. Una de las babosas arrancadas brinca sobre la cara de Frederick dominándolo. Acto seguido el guerrero dominado ataca al kobold por orden de la babosa. Esto dejaría una herida más anímica que física en Darastrix. El kóbold lanza un fuerte rugido antes de golpear y destrozar a la babosa que dominaba su compañero. Una vez con la situación bajo control debaten qué hacer y terminan yendo a ver a Jeremiah. Una vez allí le explican la situación, Darastrix incluso intenta mostrar la babosa en su caja para fortalecer su discurso pero la criatura salta al líder del gremio. Por fortuna Paighon reacciona y utiliza su mano mágica para detener al monstruo en el aire. Aprovechan el momento de susto y vulnerabilidad de Jeremiah para negociar el doble de dinero por la situación, mil en vez de quinientas piezas. Además piden descripción de Nitch ya que no recuerdan haberse presentado con él en su hogar. Las sospechas sobre él son grandes.
Mientras tanto, al costado del camino Frederick despierta antes que los campesinos. Le explica a Nyzel que recuerda haber conectado la mente con la babosa. Cargan a los campesinos y se dirigen al granero. Allí los interrogan y averiguan que marcaban la comida para una entidad a la que llaman madre ya que no podía mantenerse en vuelo mucho tiempo y debía ir directo a su presa. Lo siguiente que descubren es que venían de marcar una presa y que la "madre" ya se la había llevado.
Como a las 4 am se encuentran de nuevo en el camino, hablan sobre las babosas y la preocupación de She-ra sobre que una de estas criaturas ataque en particular a Paighon y su perturbada mente. Frederick intenta disculparse con Darastrix por el golpe que le dio pero el kóbold sigue ofendido.
Se dirigen a lo de Nitch, la actividad ha terminado y la puerta está trancada, pero Darastrix aún tiene las llaves y logran entrar. Encuentran la habitación revuelta, según She-ra habrían estado buscando las cosas que Darastrix había robado. Rocían todo de aceite, en especial el subsuelo. Sin importar si había gente o no dejan caer una antorcha y al comprobar que todo comienza a arder salen para informar a Nyzel, que esperaba de campana en el exterior.
Se esconden en los pastizales mientras la estructura comienza a ceder. Al poco tiempo se hace presente en el lugar una enorme criatura draconiana. Para sorpresa de Paighon era un wyvern. Frederick sale de los pastizales y carga contra la bestia. Darastrix avanza rápidamente para trepar a la criatura. Paighon dispara sus proyectiles mágicos de fuego mientras She-ra dispara flechas desde los yuyos. Axel esquiva un tremendo mordisco pero Frederick es atravesado de lado a lado por el espolón del wyvern. Darastrix busca pero no encuentra ninguna babosa dominando al wyvern y Paighon nota que el comportamiento de la bestia se corresponde a la especie. No había dominación alguna.
Con la soga de su mochila Darastrix logra improvisar una precaria rienda con la que se mantiene en equilibro a lomos de wyvern. Pasa la soga bajo el cuello del monstruo. Paighon y Nyzel siguen disparando magia desde una zona segura y She-ra, inspirado por el grito alentador de Darastrix clava un certero disparo de arco. Ante semejante reprimenda el monstruo emprende vuelo, pero Darastrix le clava su estoque y She-ra da otro certero disparo haciendo que comience a precipitarse desde mucha altura al morir. Nyzel rápidamente corre el cuerpo inconsciente de Frederick para evitar el impacto del wyvern. Al ver la situación lo siguiente que hace es utilizar un conjuro de controlar agua para elevar el agua desde las napas hacia el borde del aljibe para que Darastrix salte allí y no golpee el suelo. Al ver la maniobra del kóbold Paighon utiliza su mano de mago para ayudarlo a afinar la puntería y que tampoco golpee la estructura de piedra y asegurarse que haga un clavado en el agua. Un segundo antes del impacto el kobold salta del wyvern directo al aljibe salvándose. Instantes después, con todos a salvo, sacan cuentas de la situación. La armadura de Frederick quedó rota, recuperan algunos restos del monstruo que golpeó e suelo a altísima velocidad y tienen una recompensa que reclamar.