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miércoles, 18 de mayo de 2022

Exandria - Sesión 03 (08/05/2022)

 Un nuevo compañero

12 de Fessuran de 836 Post Divergencia 

Nyzel, un enano hambriento de conocimientos estaba no muy lejos de la ermita, intentando recuperar el sendero que había perdido. Su camino lo llevaba a las cercanías de Westruun, intentaría recuperar el rastro de cierto individuo que le ayudaría en su búsqueda de saberes. Aunque She-ra, Frederick, Darastrix y Paighon no lo ven, Axel siente que se aproxima el enano desde lejos y lo recibe con ladridos alertando a su compañera. El enano tiene una barba rojiza y parece sujetar firmemente y de manera constante un libro de curiosa encuadernación.
Nyzel
Mientras terminan su investigación en la ermita buscando huellas o rastros entablan una conversación con el curioso transeúnte. Finalmente She-ra encuentra marcas extrañas bajo el tótem de Melora. Cuando Nyzel parece interesarte por la gesta del grupo le empiezan a compartir la información que manejan aunque al enano le cuesta asimilar todo junto. Deciden volver con Jeremiah y preguntar donde se junta la gente de los alrededores: en lo del viejo Nitch. No hay una taberna en las afueras de la ciudad. Deciden separarse. Nyzel, Frederick y Paighon van al viejo granero que habían visto antes. El guerrero inmediatamente se tumba a dormir mientras los otros traban la entrada y suben al techo a escrutar el cielo. 
Criatura en el cielo nocturno
Desde su posición en el tejado, y tras hora y media, Paighon es capaz de ver a lo lejos, en el sur, una criatura circulando los cielos. Decide correr hacia allí dejando a Frederick durmiendo y descansando.
Por su lado She-ra entraba seductoramente a lo de Nitch, una casa de campo que no se distinguía mucho de las otras salvo por la actividad que allí se notaba aún a esas horas. Con Darastrix toman una mesa ocupada por dos borrachos semi inconscientes y miran al rededor. Tras recibir unas manchas de cerveza Darastrix da con un grupo que se encontraba apostando sobre unos combates a puño limpio que allí se sucedían. She-ra toma la posta y entra al círculo de combate de manera fanfarrona. 

"Lo del viejo Nitch"
She-ra apela al ego de los hombres insistiendo en que podía ganarle a cualquiera. La muchedumbre estalla y Darastrix aprovecha a escabullirse. El kóbold explora un poco el interior hasta dar con un sótano cuya puerta trampa de acceso estaba cubierta por un alfombra. De un primer piso había robado unas llaves y una daga de plata.
Mientras She-ra esquiva, resiste y reparte algún golpe, además de usar disimuladamente su conjuro de curar heridas en si misma, Darastrix desciende por la puerta trampa. Nada lo preparó para lo que estaba a punto de ver. Docenas de huevos viscosos se encontraban forrando las paredes de este húmedo subsuelo. Sin entender mucho usa su daga para remover uno y guardarlo en su bolso.
Mientras She-ra triunfa y pide su dinero, el kóbold vuelve a subir y la ubica justo recibiendo sus cinco piezas de oro. A pesar de que la incitan a seguir peleando ella se retira sutilmente. Una vez fuera Darastrix muestra lo encontrado y comenta lo que vio. En su camino de vuelta se cruzan a Nyzel y Paighon que van al sur, ambos grupos intercambian lo descubierto. A Paighon le da una corta pero dolorosa punzada en la nuca al ver el huevo. Aunque no sabe qué es está seguro de que no es de wyvern. Debaten sobre qué hacer, sobre si hablar o no aún con Jeremiah, qué hacer con el huevo. Deciden preparar una emboscada pensando que la madre de ese huevo vendría a buscarlo. Al mismo tiempo mandan a Axel a buscar a Frederick. Preparan la emboscada, Darastrix es el cebo, pero el huevo se abre en durante la mímica y una enorme babosa cae desde el huevo en la cabeza del kóbold mientras este lo alzaba en el aire.
Babosa
La criatura parece querer pegarse al reptiliano que finalmente se la arranca y la lanza a los yuyos. She-ra reconoce el ácido de la viscosidad de la babosa como el que vieron en la escena del ganado robado. Darastrix sigue el baboso rastro hasta dar con la criatura que no es muy veloz y se lanza con un cofre encima para encerrarla. Por su lado She-ra y Nyzel ven que la bestia voladora ha descendido no muy lejos. Mientras se preparan ven que por el camino viene un grupo de campesinos. Se esconden al costado del camino y al verlos pasar ven que llevan babosas pegadas en sus cabezas y cuellos. Toda suerte de teorías se les cruzan por la cabeza y She-ra les sale al cruce.
Nyzel es el primero en actuar al tiempo que Frederick llega a escena guiado por Axel. Darastrix y She-ra disparan desde los yuyos. Paighon invoca una mano mágica flotante y arranca a la fuerza una de las babosas de la cabeza de un campesino haciendo que este caiga inconsciente. Nyzel recibe un corte de espada de uno de los enemigos a lo que responde con su conjuro de manos ardientes.  El fuego daña superficialmente a los campesinos, pero calcina a las babosas haciendo que los humanos caigan también inconscientes por el shock en sus cerebros. 

Inspirado por esto Darastrix usa una antorcha para empezar a quemar babosas teniendo éxito. Una de las babosas arrancadas brinca sobre la cara de Frederick dominándolo. Acto seguido el guerrero dominado ataca al kobold por orden de la babosa. Esto dejaría una herida más anímica que física en Darastrix. El kóbold lanza un fuerte rugido antes de golpear y destrozar a la babosa que dominaba  su compañero. Una vez con la situación bajo control debaten qué hacer y terminan yendo a ver a Jeremiah. Una vez allí le explican la situación, Darastrix incluso intenta mostrar la babosa en su caja para fortalecer su discurso pero la criatura salta al líder del gremio. Por fortuna Paighon reacciona y utiliza su mano mágica para detener al monstruo en el aire. Aprovechan el momento de susto y vulnerabilidad de Jeremiah para negociar el doble de dinero por la situación, mil en vez de quinientas piezas. Además piden descripción de Nitch ya que no recuerdan haberse presentado con él en su hogar. Las sospechas sobre él son grandes.
Mientras tanto, al costado del camino Frederick despierta antes que los campesinos. Le explica a Nyzel que recuerda haber conectado la mente con la babosa. Cargan a los campesinos y se dirigen al granero. Allí los interrogan y averiguan que marcaban la comida para una entidad a la que llaman madre ya que no podía mantenerse en vuelo mucho tiempo y debía ir directo a su presa. Lo siguiente que descubren es que venían de marcar una presa y que la "madre" ya se la había llevado. 
Como a las 4 am se encuentran de nuevo en el camino, hablan sobre las babosas y la preocupación de She-ra sobre que una de estas criaturas ataque en particular a Paighon y su perturbada mente. Frederick intenta disculparse con Darastrix por el golpe que le dio pero el kóbold sigue ofendido.
Se dirigen a lo de Nitch, la actividad ha terminado y la puerta está trancada, pero Darastrix aún tiene las llaves y logran entrar. Encuentran la habitación revuelta, según She-ra habrían estado buscando las cosas que Darastrix había robado. Rocían todo de aceite, en especial el subsuelo. Sin importar si había gente o no dejan caer una antorcha y al comprobar que todo comienza a arder salen para informar a Nyzel, que esperaba de campana en el exterior.

Se esconden en los pastizales mientras la estructura comienza a ceder. Al poco tiempo se hace presente en el lugar una enorme criatura draconiana. Para sorpresa de Paighon era un wyvern. Frederick sale de los pastizales y carga contra la bestia. Darastrix avanza rápidamente para trepar a la criatura. Paighon dispara sus proyectiles mágicos de fuego mientras She-ra dispara flechas desde los yuyos. Axel esquiva un tremendo mordisco pero Frederick es atravesado de lado a lado por el espolón del wyvern. Darastrix busca pero no encuentra ninguna babosa dominando al wyvern y Paighon nota que el comportamiento de la bestia se corresponde a la especie. No había dominación alguna.


Con la soga de su mochila Darastrix logra improvisar una precaria rienda con la que se mantiene en equilibro a lomos de wyvern. Pasa la soga bajo el cuello del monstruo. Paighon y Nyzel siguen disparando magia desde una zona segura y She-ra, inspirado por el grito alentador de Darastrix clava un certero disparo de arco. Ante semejante reprimenda el monstruo emprende vuelo, pero Darastrix le clava su estoque y She-ra da otro certero disparo haciendo que comience a precipitarse desde mucha altura al morir. Nyzel rápidamente corre el cuerpo inconsciente de Frederick para evitar el impacto del wyvern. Al ver la situación lo siguiente que hace es utilizar un conjuro de controlar agua para elevar el agua desde las napas hacia el borde del aljibe para que Darastrix salte allí y no golpee el suelo. Al ver la maniobra del kóbold Paighon utiliza su mano de mago para ayudarlo a afinar la puntería y que tampoco golpee la estructura de piedra y asegurarse que haga un clavado en el agua. Un segundo antes del impacto el kobold salta del wyvern directo al aljibe salvándose. Instantes después, con todos a salvo, sacan cuentas de la situación. La armadura de Frederick quedó rota, recuperan algunos restos del monstruo que golpeó e suelo a altísima velocidad y tienen una recompensa que reclamar. 

miércoles, 4 de mayo de 2022

Exandria - Sesión 02 (27/03/2022)

 Las afueras de Westruun

11 de Fessuran de 836 Post Divergencia 

Darastrix abre la puerta a un hall sostenido por seis columnas de piedra. Del otro lado una mujer se yergue en un estrado. Tras ella un hombre que parece demacrado e inconsciente está curiosamente de pie sobre un altar. Ambos están flanqueados por dos esferas flamígeras flotantes. Paighon intenta avanzar haciéndose el distraído pero inmediatamente surgen pequeñas criaturas ardientes de las esferas. Una de ellas avanza y lanza un escupitajo de fuego haciéndolo arder. 
Agnibarra
Ante la violencia la mujer en el estrado parece retorcerse, grita haciéndoles helar la sangre y su cabello comienza a flotar como haciéndose energética. Frederick da unos pasos hasta igualar a Paighon que ve las cicatrices del guerrero arder por un instante antes de que este apareciese de un segundo al otro tras una de las ardientes criaturas y la corte en dos de un espadazo haciéndola esfumarse en un segundo aunque la leve implosión quema a Frederick. Darastrix no pierde tiempo y corre hasta Paighon para apagar las llamas con su capa. She-ra ordena a Axel que avance hasta la mujer mientras ella dispara y se refugia en una columna. Paighon también hace un disparo, aunque mágico, y luego toma refugio en otra columna. Otra criatura ardiente aparece y lastiman a Fredecick haciéndolo arder. La extraña mujer avanza entre los mordiscos de Axel hasta tener línea limpia de disparo a She-ra proyectándole un ataque mágico que la envuelve en una bola de miel viscosa. Mientras tanto Frederick sucumbe a las llamas que lo consumen. Darastrix por fin desenfunda lanzando un rugido dracónico y aniquila a una de las pequeñas criaturas. Por su lado She-ra es atacada por un enjambre de hambrientos insectos que muerden su carne al intentar nutrirse de la miel que la envuelve. A pesar de la incomodidad la cazadora logra asestar un disparo que es sucedido por un proyectil de magia de Paighon que termina con la vida de la mujer. She-ra ve como cambia le pelo y la piel de la mujer mientras su cuerpo golpea el suelo. 
De las esferas siguen surgiendo agnibarras. La nueva oleada escupe al kóbold dejándolo fuera de combate y sufriendo una gran herida interna. She-ra ordena a Axel atacar al hombre del altar lo que parece terminar algún tipo de conjuro o invocación, al instante un pequeño diablillo, culpable de las invocaciones aparece de una de las esferas flotantes al tiempo que desaparecen los agnibarras.
Diablillo
El pequeño imp es atacado por She-ra mientras Axel avanza a proteger a Darastrix. De repente el hall se ve inundado por una extraña risa. Con Darastrix y Frederick inconscientes, sólo She-ra ve como el cuerpo de Paighon se retuerce y estira mientras ríe. Luego, un extraño discurso: "no puedo permitir que estas criaturas le hagan daño  a Paighon, vos no sos nada" dice el hechicero señalando al diablillo, "vos te vas a ir". El siguiente conjuro cala profundo en la psiquís del imp que es expulsado a su plano infernal mientras ríe histéricamente. Ante la extraña visión She-ra atina a preguntar si su compañero estaba bien sin bajar el arco que le apuntaba...
¿Paighon?
Lo importante ahora era ayuda a Frederick y una vez fuera de peligro inspeccionar a la extraña mujer... Es una drow, una elfa de las profundidades del mundo. Por su lado, Paighon inspecciona el altar encontrando restos de sangre seca y marcas de quemadura.. Justo debajo de dónde flotaran las esferas flamígeras hay dos pequeñas y opacas pelotitas fisuradas. Detrás del altar, algunas monedas, pociones y extraños textos titulados "Cómo curar la locura". Utilizan una poción para Frederick haciendo que recupere la consciencia. Cargando a Darastrix y al extraño sujeto suben al piso superior, hasta la habitación del doctor. Reconocen la habitación, toman rápidamente algunas notas del interior. Traban la puerta con un conjuro que moldea la tierra y escapan con el sujeto inconsciente por una ventana hasta un callejón tranquilo.
She-ra y Paighon sostienen un debate sobre los últimos sucesos en el combate contra la drow. Rápidamente She-ra nota que su compañero no fue consciente de lo sucedido, ni de la transformación. Deciden cargar al sujeto como si fuese un borracho y vuelven Silver Squirrel. En el camino She-ra da una sutil advertencia a Darastrix: "ojo con Paighon".
Una vez en la taberna She-ra da más detalles en la habitación a Darastrix mientras, por su lado, Paighon comienza a leer las notas del doctor. Cuando se reúnen el sujeto el que habían rescatado vuelve en sí vomitando antes de poder entablar conversación. Resulta ser el doctor y verse arrepentido por lo sucedido en su propio instituto a pesar de que el grupo intenta animarlo. Paighon intenta usar las notas del doctor como prueba de que es bueno en lo que hace, pero su respuesta lo incita a "seguir leyendo" dando a entender que quedaría claro el desvío en sus investigaciones si Paighon siguiese leyendo sus notas hasta el final. Frederick corta a Paighon antes de que continúe insistiendo. El día fue largo y todos quieren descansar. 
Durante la noche Frederick recibe una visita en su habitación... Aunque el cansancio le hace mostrarse reacio al principio termina cediendo...

12 de Fessuran de 836 Post Divergencia 
En la mañana Paighon reparte cincuenta piezas de oro a cada uno, parte de lo recuperado en el altar. Frederick y el doctor Freejus desayunan temprano. Al bajar Darastrix paga con una moneda de oro al posadero que tiene un diente de plata y pide un guiso y un churrasco. She-ra es la última en llegar y no parece a gusto con Freejus entre ellos, insta a decidir si lo llevan a las autoridades o lo dejan ir y luego plantea mantenerse como un equipo, aunque sea un tiempo. Darastrix es el primero en confirmar diciéndole que ella ya pertenece a su "tribu". Con el estómago lleno She-ra saca de entre sus pertenencias el anuncio sobre las plainscow desaparecidas además de proponer ir a cazar a los bosques cercanos. La última propuesta pone melancólico al kóbold que hablando como para sí mismo comenta que un tal Gerardo decía que se podía hacer buen dinero vendiendo presas. Como Paighon no puede sacarse de la cabeza el tema del instituto vuelve a insistir, el doctor asegura que intentará enmendar lo sucedido y se apronta para irse. Paighon hace algunas últimas preguntas sobre los rituales. Constaban de incinerar a la gente y matarlos. Paighon pregunta por Tauro, que tenía esquizofrenia, el enorme esqueleto, que era un artilugio relacionado con las orbes, etc. etc. 
El doctor se ve saturado, termina hasta forcejeando con Paighon antes de poder librarse y retirarse sin hacer mucho escándalo. El resto ignora la partida del doctor y retoman el tópico de formar grupo y hacer algo de dinero. Paighon acepta pero elude la charla, prefiere seguir leyendo las notas y va notando como estas cambian de a poco los métodos hacia algo más siniestro. Las notas eran un lavado de cerebro. En el libro del Dr. Shemoto los métodos parecen torturas con fuego y siempre terminan en la muerte del paciente.
Las afueras de Westruun
Antes de que se haga tarde hacen algunas compras para prepararse y van directo a ver a Jeremiah Sook en las afueras de Westruun, en su finca. Él ofrece quinientas piezas de oro a quien pueda resolver el problema del ganado desaparecido. Si el problema se agrava sería terrible para la ciudad pues es una fuente importante de alimento. Luego de dar algunos detalles más le pide a un peón que los lleve al último lugar donde desapareció un animal. Una vez allí She-ra se aproxima al ganado cercano y ante la mirada atónita de los peones y sus compañeros se pone a hablar con una vaca. Al cabo de unos minutos vuelve diciendo que falta un animal llamado Esther y que Mónica, que no duerme bien, seguro la ha visto desaparecer. She-ra logra hablar con la vaca Mónica que dice que algunos humanos lanzaron algo al suelo, cerca de Esther,, luego un "pájaro oscuro" se la llevo. Poniéndose a su nivel She-ra pregunta si el ave poseía escamas y señala a Darastrix como ejemplo. La respuesta es afirmativa.
Debaten sobre si se trata de un dragón o un wyvern. Paighon comenta ligeramente que si es un wyvern podría ser un problema ya que tanto su madre como su hermana los montan pero que él nunca ha sido capaz. She-ra, completamente atónita, es la primera en preguntar si es cierto eso ya que montar semejantes criaturas no es posible en la mente de la mayoría de los mortales.
La cazadora le pide a su perro, Axel, que encuentre un rastro, el animal lo hace, pero parece sufrir por ello. El olor le causa dolor. She-ra no hará sufrir a su compañero así que buscan otra opción Asegura que se trata de un dragón negro, pues el ácido de su aliento provoca eso en el sabueso. 
De regreso con Jeremiah explica que hablaron con las vacas y que hay traidores. Paighon pregunta si hubo algún cambio últimamente, algo que coincida o sea previo a la primer desaparición. A Jeremiah sólo se le ocurre la muerte el sacerdote de Melora. Tenía una pequeña ermita en el camino. Se dirigen hacía allí encontrando un extraño tótem que parece formar el símbolo de la diosa de la naturaleza. Revisan la ermita y se preparan para hacer vigilancia durante la noche...