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miércoles, 1 de mayo de 2024

Exandria - Sesión 43 (17/03/2024)

 Rescatando a Paighon

23 de Dualahei de 841 Post Divergencia

Se toman un tiempo para planear el ingreso al templo. Alwynen explica que en sus últimos recuerdos no había guardias, pero podría haber cambiado. Además, algunos de los sacerdotes más avanzados eran capaces de canalizar magia. She-ra habla en privado con Darastrix, siempre hacen el trabajo sucio. Definen actuar en grupos reducidos y de noche. 

Lyrengorn de noche
Se visten con las capas que encuentran en la guardia y salen en dos grupos a destiempo hasta el lugar. She-ra, Alwynen y Darastrix se mueven en la oscuridad de los jardines del templo viendo como el resto avanza al área común del recinto. Por otro lado, Vincenzo, Nipples, Nyzel, Raven y Fayrone. El centauro atrae bastante la mirada. Aprovechando esto, el grupo sigiloso se acerca a una de las torres laterales. El otro grupo es increpado por guardias que pide que Nipples sea retirado por ellos del lugar y se niegan a dar explicaciones diciendo que es un asunto oficial. Sin ánimos de llamar más la atención dejan que se lleven al centauro aunque se muestra algo nervioso. Nyzel los acompaña unos metros e insiste en que no dejará al centauro. Es Vincenzo quien intercede cuando la situación entre el enano y los guardias se pone tensa. El centauro sería llevado a las barracas, pero Nyzel intentará seguirlos a escondidas aprovechando la noche.

Por su lado Darastrix sobrevuela el techo del templo, She-ra trepa cargando con Alwynen. No encuentran accesos aparentes. Sólo notan que el templo, que parecía pegado a una de las faldas de los dos picos de Lyrengorn, en verdad penetra dentro y continúa en el interior de la montaña, pero que este trabajo ha sido reciente. Alwynen vuelve a probar su conjuro y detecta a Paighon justo en este nuevo sector del templo. She-ra recorre el techo, en la bóveda de cristal logra ver hacia abajo a Raven en solitario en el hall de entrada del templo. Vincenzo y Fayrone están en los alrededores. Mientras deciden qué hacer escuchan un ruido, una compuerta sólida se abre ante ellos cerca de la nueva cueva en el templo. La sacerdotisa explica que debe ser la cúpula del altar principal. 
Nyzel recorre las oscuras calles de Lyrengorn tras Nipples y su escolta militar, pero el subterfugio no es su principal habilidad. Los guardias lo detectan y deciden emboscarlo. Nyzel responde con violencia y se desmadra la situación rápidamente. Inmediatamente lanzan conjuros mostrando pericia arcana. Nipples trata de calmar la situación pero es inútil, esposado poco puede hacer. Nyzel da lo mejor de sí, pero los enemigos son muchos y versados tanto en combate con armas como con magia. El centauro nota entonces que quién lo mantenía esposado tenía un rostro familiar bajo el casco: era uno de los guardias que recorrieron túneles junto a ellos y Alwynen. Nipples se comunica con gestos con el aliado sabiendo que el resto no lo vería, estaban concentrados en Nyzel. Hace una pantomima fingiendo liberarse por sus propios medios y tumbando al guarda que sigue el acto. Nipples galopa junto a Nyzel para cargarlo a su lomo y huir a toda velocidad, aunque no sin recibir heridas y golpes en el camino.
She-ra y Darastrix notan que el círculo abierto deja entrar la luz al altar principal del templo. Los tres accesos al sitio están sellados, las paredes forradas de una masa carnosa y latiente. La luz de luna entra por el agujero del techo y se refleja en un enorme espejo en el sitio del altar redireccionando la luz a un enorme agujero en la pared que da ingreso a la cueva donde debiese estar Paighon. Tras un corto debate Darastrix dispara al cristal rompiéndolo en mil pedazos al tiempo que She-ra lanza un conjuro de nube oscurecedora. 
La alarma llega a todo el templo, Raven llama a Vincenzo y se mueven en contra a la multitud huyendo. Junto con Faynore esperan que los sacerdotes se dirijan a la fuente del problema y aprovechan que no atienden a cerrar las puertas para escabullirse dentro del templo. Escuchan que buscan atacantes por lo que intuyen que el otro grupo actuó. Justo en ese momento arriban Nyzel y Nipples. 
She-ra le promete a Alwynen terminar con la profanación de su templo, bebe una poción de invisibilidad y salta al interior, Darastrix se lanza a sí mismo el conjuro y baja planeando. La cueva interior está forrada por la misma masa carnosa, en medio de la cueva un lago lleno de un líquido apestoso y en la pared opuesta Paighon colgando. Sus cuatro extremidades están embebidas en la masa carnosa. Parece ido, como dopado. Además, varios apéndices de la masa carnosa serpentean y se introducen en las fosas nasales, orejas y boca del semielfo. 
Masa asquerosa en la cueva
En el exterior, los sacerdotes de menor rango, con acceso prohibido al altar principal y completamente ignorantes de los sucesos, intentan tumbar las puertas para acudir por la alarma mágica. Nyzel interpreta que deben evitar que esos refuerzos compliquen a She-ra y Darastrix. Lanza un conjuro de nube asesina para intoxicar y quemar a los elfos. Se desata el caos también fuera del altar principal. Darastrix ingresa a la cueva y lanza un conjuro de ilusión para no dejarlas ver el interior. She-ra camina por la pared carnosa evitando el líquido hasta Paighon y comienza a cortar la masa carnosa que engulle uno de sus brazos. Leve es el eco de la voz de Vincenzo guerreando con los sacerdotes de menor rango en el exterior. Un vínculo especial con la Matrona de los Cuervos hace que Raven pueda bendecir e imbuir de fuerzas a She-ra desde el exterior. La masa viscosa de ácido en la cueva salpica a Darastrix y She-ra, además de alertar a los que se encontraban tras la ilusión de Darastrix. Afuera Nipples y Nyzel traban una puerta y resisten mientras son perseguidos por sacerdotes. De nuevo dentro Darastrix libera una de las piernas de Paighon y luego prepara su agujero portátil. She-ra usa su espada para liberar la otra pierna y su mano para arrancar las masas viscosas del rostro de Paighon. El hechicero tiene los ojos en blanco y oscura sangre brota de su nariz. 
"sacerdotisas" en su forma real
En ese momento las sacerdotisas, en su verdadera forma viscosa, atraviesan la ilusión de Darastrix y lanzan conjuros de bolas de fuego contra los invasores. Darastrix logra esquivar los conjuros, pero She-ra no logra reaccionar a tiempo. Luego un par de estos monstruos viscosos llega a Darastrix atacándolo con espadas en sus tentáculos. She-ra también es alcanzada en combate cuerpo a cuerpo y queda inconsciente. Darastrix resiste como puede, se vale de su rugido de dragón y despliega el agujero portátil a los pies de Paighon. Alwynen decide que es momento de actuar y salta por el agujero en el techo sufriendo la caída. Darastrix corta la última extremidad apresada de Paighon y el cuerpo cae dentro del agujero, se dispone a huir metiendo a She-ra en el agujero mágico pero es alcanzado por un ataque que lo deja inconsciente. 
She-ra frente a su matrona
Por un segundo la mente de She-ra entra en comunión con su Matrona. se siente agradecida por la fuerza y voluntad que recibe de ella. No es momento de entregarse a la derrota. Abre los ojos y reacciona rápidamente. Con un pie mete a Darastrix en el agujero mágico, lo cierra y corre por el techo hasta el altar. Toma a Alwynen con su mano desde allí. La sacerdotisa utiliza un conjuro de puerta dimensional y salen del lugar al techo del templo.
La otra mitad del grupo ve las señales de que el combate en el altar principal terminó. Sea cual sea el resultado ya no merece la pena despistar a los sacerdotes. Feynore lanza una bola de humo y salen corriendo. Mientras recorren el hall de entrada el techo de cristal se rompe, ven a She-ra gritándoles indicaciones. Baja con Alwynen en brazos por las paredes y se reúnen. Atienden con magia las heridas más urgentes, en particular el kóbold dentro de la bolsa. Feynore se pone nerviosa al no ver a Paighon. 

Huyen, y en su camino encuentran guardias aliados, compañeros de Alwynen. Son escoltados a un lugar seguro. Se despiden con la promesa de empezar a dibulgar lo que sucede con las autoridades de Lyrengorn. Una vez en calma planean el regreso, y con pesar Feynore admite que lo mejor es volando wyverns, aunque deberían robarlos. Feyrone se pone inquieta antes de que retiren a Paighon de la bolsa. Es She-ra quien debe interceder. El hechicero parece perdido, las curaciones de Alwynen no dan efecto. Incluso Darastrix intenta conectar con la mente de Paighon, pero nada. Es como si no estuviese. Fuerzan que vomite, pero sólo consiguen extraer una masa negra viscosa y humeante. Un conjuro de sanación de She-ra tampoco sirve. Aunque la piel de Paighon comienza a tomar color nuevamente. 

Sin más ideas vuelven a lo de robar wyverns, pero Feyrone explica que habría que sobornar a mucha gente, quizá hasta matar a alguien. 

24 de Dualahei de 841 Post Divergencia

A la mañana siguiente el estado de Paighon no ha cambiado. Deciden que no pueden irse dejando esas masas viscosas en el templo de Sehanine. Mandan a Feynore a buscar más explosivos como los que ya usaron. Utilizan las tizas mágicas para abrir una puerta al altar principal del templo. Antes de abrirla, Alwynen utiliza su magia y descubre que las babosas monstruosas que vieron ayer estaban en el corral de wyverns, no en el templo. Abren la puerta y Vincenzo lanza con todas sus fuerzas la caja de explosivos que trajo Feynore, en la parábola hacia la masa viscosa She-ra le dispara y tras la flecha Nyzel cierra la puerta. Desde su escondite escuchan la explosión. Con ese cabo resuelto usan la tiza de nuevo para salir en una de las cabañas de los campesinos en los campos exteriores. Se ponen sus capas de viaje y parten al sur. She-ra los guía en las montañas. 

08 de Thunsheer de 841 Post Divergencia

Led
Tras dos semanas en los caminos forjando vínculos y viajando, finalmente arriban a Cuatro Destinos. Allí los recibe Billinghurst, el antiguo escudero de Vincenzo, que en este tiempo entrenó y ascendió en el pujante nuevo emplazamiento. Antes que nada les avisa que alguien los está esperando y dice tener asuntos urgentes. Un rostro familiar los espera en un estudio de reuniones, es Led.


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