Se aseguraron que el portal haya quedado cien por ciento cerrado, tomaron lo que era de valor, descansaron y partieron cuanto antes. El hechizo del la Reina del Mar seguía descontando segundos.
El bosque de corales le juega una mala pasada al pobre Niquo, esta versión de él había recorrido el mundo, pero no lo que hay bajo sus aguas. La interrupción descuenta largos minutos y llegaban retrasados a la grieta abismal. Sin pensarlo más de un segundo el enano utiliza su hechizo de puerta dimensional para llegar al otro lado junto a todo su grupo recuperando el tiempo perdido.
Regresan al castillo |
De nuevo en el patio de entrada del Castillo de los Mil Caracoles Ferolen los recibe con una mezcla de incredulidad y asombro por lo relatado. En un acto de humilde agradecimiento entrega un anillo a Ungrim que fue quién explicó lo sucedido. Por el momento el enano guarda el anillo. Deben ir a hablar con la reina.
Desafortunadamente la reina del mar, aún más pálida que antes, no tenía tantas ganas de entregar el objeto que le habría entregado el dragón. Según lo veía ella la armadura le ayudaría a proteger lo que quedaba de su sociedad. No hizo falta un cruce de palabras muy dilatado para poner nerviosos a Ungrim y Nox que comenzaron con la violencia muy rápidamente. Por su parte la reina de los mares mostró cuales eran las otras fuerzas que utilizaría para proteger su castillo. Mientras escuchaban algo como un vidrio romperse dos hechiceros sahuagines se hicieron presentes en als arcadas oscuras que flanqueaban la sala del trono.
La reina del mar había pedido ayuda al Kraken, un ser mitológico de inmensurable poder capaz de dar fuerzas a quién esté dispuesto a pagar el precio. De las arcadas salen tentáculos de un pulpo gigantes que apresan a Nox y a Darrath antes de que la verdadera acción comience. Ungrim recalcula, primero libera a sus compañeros de los tentáculos a golpes, luego se dirige a la reina. Esto le da tiempo a la tritón y a los sahuaguines a comenzar con sus hechizos.
Tentáculos negros es el primer hechizo |
Utilizando magia la sala se llena de tentáculos negros que apresan y entorpecen al grupo que se encuentra no logra acomodarse al combate entorpecidos por la magia. Los sahuagins lanzan rayos embrujados y levantan paredes de agua. Otro ruido a vidrio roto y la sala comienza a llenarse de agua. De a poco logran liberarse por lo que la Reina cambia el hechizo a una tormenta dentro de su propio salón incluso más violenta que su conjuro anterior. El grupo insiste. Niquo se logra liberar de la creciente corriente de agua y lanza un hechizo para volar en sí mismo y en Nox para que salteé la el muro de agua de los sahuaguines. Darrath se borra del espacio tiempo y Ungrim utiliza toda su agilidad de monje para sortear la magia y el agua que sigue llenando el lugar.
Ungrim logra llegar hasta la Reina acertando un violento y eficaz golpe en su cabeza dejándola grogui por el tiempo suficiente para que su hechizo de tormenta se interrumpa. Preocupados por su reina los hechiceros lanzan lluvias de rayos sobre el grupo.
Sahuaguin hechicero |
Ungrim queda inconsciente y debe ser rescatado por Darrath que vulve a aparecer en el espacio-tiempo. Mientrás Nox sigue atacando a la Reina y Niquo controla a los hechiceros sahuaguins.
Uno a uno los seres marinos mueren mientras el castillo se llena más y más. Nox corta la mitad inferior del ahora inerte cuerpo de la tritón para poder llevarse la armadura que ella ahora portaba y corren a la salida. No vuelven a ver a Ferolen.
Al volver al patio de entrada se dan cuenta que la burbuja que protegía al castillo se había roto y el agua entraba impulsada por la terrible columna de agua de presión en el lugar. Darrath podía nadar y contener la respiración lo suficiente. Niquo y Nox aún podían usar la magia del hechizo para volar para salir más rápido. Ungrim se arriesga e intenta forzar la resonancia con anillo de Farolen esperando, sabiamente, que el anillo le permita respirar bajo el agua. Sin embargo no es ningún tonto, y antes de mandarse de lleno prueba asomar la cabeza fuera del agua. Todo perfecto. Salen nadando mientras la burbuja termina de colapsar.
Vuelven al interior de Gatshadow dónde la cabra Queso sigue descansando como si nada hubiese pasado. Al atravesar el último el portal éste se cierra dejando ver una pequeña sala con la escultura de un dragón.
Antes de sucumbir al sueño y descansar Darrath se adelanta a explorar y vuelve a encontrar a otro de esos seres que deambulan por el laberinto. Este, a diferencia de los otros, lleva un extraño colgante.
No le presta más atención y vuelve. Sin embargo Ungrim, paranoico por estas inofensivas criaturas arma una trampa con el tridente que tomó del cuerpo de la reina del agua. Efectivamente al siguiente día encuentra a este ser incrustado en la punta de su tridente por lo que toma el collar sin inspeccionarlo y lo guarda. Con las fuerzas renovadas siguen los mapas de Niquo hasta la salida. Allí se encuentran con Tizok, un minotauro. Habría descubierto los planes de Hex y el motivo del destierro de Nox. Estaba ahí para ayudar y seguir a Nox, si es que este de verdad estaba escuchando la voz del antiguo héroe.
Niquo decide usar el poder de la carta del Visir (Vizier). Pregunta qué es lo que buscan los demonios invadiendo el mundo material. El cosmos forma la respuesta en su mente "Invadir para conseguir almas". Tras compartir esta información explica que dejará la armadura con Nox, no buscaba el objeto para sí mismo, sino para evitar la invasión y Nox parecía ser el indicado. Luego vuelve a utilizar su hechizo para volar y deja al grupo para continuar con su búsqueda. Los demás saben que deben ir al norte. Pero primero Darrath pide pasar por el observatorio aunque no explica bien por qué.
Tras un par de días de exploración comienzan a dudar de que haber intentado acortar camino por el bosque haya sido una buena idea. Una sensación incómoda los invade más y más con cada paso. Se encuentran avanzando por los retorcidos senderos que permiten el paso hasta encontrar extrañas marcas. En algunos árboles la corteza está pelado y hay pinturas rupestres de extrañas criaturas aladas.
Sin embargo cualquier tipo de investigación se ve interrumpida por un grito. Avanzan a toda velocidad hasta encontrar a una ratona antropomórfica peleando con una extraña criatura hecha del mismo bosque que se abalanzaba sobre la ratona. Sin dudarlo se lanzan sobre la bestia liberando a Madupi, la guerrera ratona que demuestra ser una gran combatiente que sólo había tenido mala suerte al caer bajo el peso de la bestia.
Bestia Arbórea |
La ratona se presenta y todos concuerdan en sumar fuerzas para salir del bosque. Ahora dos minotauros, un hombre lagarto, una mujer ratona y un enano borrachísimo que no bebía hace días se encontraban vagando por un bosque que duerme a la sombra de la maldita Gatshadow. Nada puede salir mal. La travesía continua hasta que empiezan a ver extraños tallados en los árboles alrededor y una extraña figura escondida en uno de estos.
Sin dejarse perturba por "ésta" visión siguen sin descanso hasta un pequeño claro repleto esculturas talladas de humanoides y animales en extrañas posiciones que muestran sufrimiento. Madupi y Ungrim se adentran en el laberinto de esculturas hasta que se encuentran con el extraño ser que los habría espiado antes. Se presenta como el coleccionista y parece orgulloso de su colección Ungrim pierde la paciencia más rápido de lo normal, quizá por la falta de alcohol, la paranoia o lo perturbado que lo ponía la situación. Intenta atacar al coleccionista que rápidamente utiliza un hechizo en el enano. Este comienza a sentir endurecer su cuerpo. Saca fuerzas de dónde no las tiene al tiempo que Madupi atraviesa al extraño ser de lado a lado con su espada aprovechando la cobertura de las estatuas.