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sábado, 18 de mayo de 2019

Blood in Ferelden - Sesión 10 (11-05-19)

Una frágil red

Antes de que nadie pueda reaccionar Sombra ya se encontraba avanzando contra los matones que creyeron tendrían unas presa fácil...

Thadeous, aburrido y viendo que sus compañeros no vuelven, decide ir a recorrer los mercados por dónde cree encontraría Sombra, Cesamyr, Dikel y Almeric. Al escuchar gritos sabe que los encontró.

Con el grupo formado de nuevo liquidan a los matones, aún sabiendo que alguien podría denunciarlos por matar gente fereldana para proteger a una elfa. Inmediatamente interrogan a la elfa que sólo realiza el encargo por las diez piezas de plata que le dan a cambio de siete manzanas... y el bolso con las confesiones. No sabe de dónde viene el bolso ni a dónde va. Así que el grupo decide vigilarla mientras ella vuelve a la elfería con su carro de frutas esperando al "comprador". Sombra la sigue de cerca disimuladamente mientras el resto va detrás.
Tal como pronosticó la elfa llegando a su barrio un humano se le acerca, paga las diez piezas y toma las manzanas y el bolso. Dejan ir a la mujer y siguen con el mismo esquema al comprador. Tras un viaje serpenteante por la ciudad y distintos puestos el hombre los lleva hasta una casa en la parte suroriental de la ciudad. Un poco transitado callejón da a la única entrada del hogar al que llega.
El callejón está custodiado por un perro de guerra mabarí que mastica un hueso mientras deja pasar al hombre. 


El perro ladra con un gruñido al acercarse el grupo por lo que deciden actuar con cautela temiendo que un solo ladrido pudiese alterar y hacer huir a quién se encuentre dentro. Llevan adelante un largo debate sobre el curso de acción por lo que Almeric, impaciente trepa a una casa y avanza por las alturas. Desde su posición no ubica una entrada alternativa. En un audaz acto lanza algo de sus raciones de viaje al medio del callejón a lo que el sabueso de guerra responde yendo a investigar y devorar la carne. Esto le da unos segundos a Almeric para saltar en silencio y entrar por la puerta que se encontraba destrabada. Ahora se encontraba solo en un edificio sin ventanas.

El explorador recorre el sótano, la planta baja y el primer piso, sin rastros de quién entrase con el bolso. Sin embargo en la habitación del primer piso se encuentra con Marissa, una mujer que se encontraba compenetrada leyendo las confesiones, transcribiendo y conectando cabos. La mujer sorprendida exige explicaciones inmediatamente y Almeric se las ingenia para sacarle algo de información y la presiona hasta que la mujer entiende que si pelea con Almeric podría morir o los aliados del intruso contarían lo que saben. Ambos escenarios harían enojar a sus jefes lo que haría que ella misma sea asesinada...
 Tras recibir algo de información reveladora Almeric decide que es mejor que la mujer hable con el grupo entero. Así es como descubren que la persona que está tras las intrigas de las confesiones era la misma Bann Nicola Baranti que contrató a Marissa como espía para recabe la información relevante de las confesiones que ella pudiese usar para sus juegos de intriga. Descubren que la Bann planea "algo" en el baile, algo que pondría en jake a los restauracionistas orlesianos, un club social de mercaderes que dicen intentar restaurar el régimen orlesiano en Ferelden, aunque realmente sólo se dedican a disfrutar de los beneficios de controlar el gremio de mercaderes, aunque ante la ley su sola existencia es considerada traición. Esto incluía a un tal Ser Basil. Además de que Nicola planea una jugada contra ellos en el baile, planea que esos "incidentes", de los cuales Marissa parece no tener más detalles, será adjudicados a los elfos dándole a la Bann el poder de insistir al rey para que purgue las elferías. En algunas esferas se comenta que hace tiempo el Rey Marric busca una excusa para purgar la elfería. Además descubren que Nicola tenía un pacto con el demonio, lo ayudaba a entrar a este mundo para que se alimente de algunos niños que ella luego reclutaría, y cuando ya "era suficiente" hacía que alguien se encargue del culto. Es así como disponía de espías devotos ya que ella los "rescataba" luego de que el culto de la Lengua Silenciada era destruido. 
Entregando esta información Marissa sabe que se condena a muerte así que promete tomar el primer barco que salga del puerto y no volver jamás. El grupo confía en ella y la dejan ir. Acto seguido investigan a fondo el edificio encontrando algunos objetos de valor, incluso un cofre con una trampa custodiada por una sombra que sucumbe ante las espada mágica Aamor Fin de Cesamyr.
Sombra / Shade
Antes de partir incendian el lugar.
Quedan pocos días para el baile así que van a ver por primera vez a Ser Greta, la mujer a quién en primera instancia estaban intentando ayudar.
No les cuesta mucho encontrar la modesta aunque lujosa propiedad de Ser Greta quién los recibe cordialmente. Al principio parece furiosa al enterarse que su dama, Andiel, ha hablado. Sólo averiguan algunas cosas sobre los restauracionistas pero la Ser no planea actuar contra Nicola, la mujer posee mucho poder político e ir contra ella sería caer en la ruina. Además les aclara que si Nicola "desaparece" del tablero el control que ella ejercía sobre ciertos nobles a través de extorciones y engaños desaparecería haciendo que la nobleza de Denerim entrara en un período de caos.
Al insistir Greta apunta hacia cierto sastre, un enano llamado Ragnar Traken, que es visitado por un elfo que trabaja en un barco de Orlais y que los miembros que ella sospecha son restauracionistas siempre visitan al sastre luego de las visitas del elfo.
Ragnar
Siguiendo esta pista se dirigen al negocio altamente custodiado del sastre. Todo parece de lujo, inalcanzable para los aventureros. Sin embargo Thadeous se hace pasar por un excéntrico rico en busca de un traje para el baile de Nicola e intenta ir sacando información hasta generar irritación en Ragnar. Al final del día Thadeous termina pagando la altísima suma de un soberano por el traje y se van sin información útil. Aparentemente el elfo sólo traía información sobre lo último en moda desde Orlais.
Finalmente llega la noche del baile al que asisten gracias al crédito de Nicola en un sastre para que tengan ropa decente para el evento. Hasta el momento no han logrado conectar todas las piezas de información por lo que se mantienen expectantes. No tarda mucho en empezar el baile dentro del baile. Mientras se dedicaban a intentar buscar información dos nobles parecen discutir muy fuertemente. Uno es Ser Basil, el otro es el Bann Gordon Curwen. El primero, muy furioso, exige al segundo que devuelva las tierras que le había "robado" a su padre. Curwen por su lado replica que esas tierras habían sido recuperadas ya que el padre de Ser Basil había sido un ocupante orlesiano. El disturbio no pasa a mayores, pero en el baile se habla mucho sobre lo sucedido.
El baile parece continuar con normalidad Nicola va escoltada por uno de sus guardas personales hasta que Cesamyr y Sombra logran ver que Nicola habla con su nieto, Adric, con el Bann Curwen y su hija y luego estos tres suben al primer piso. La Bann inmediatamente hace un gesto a una elfa sirvienta que encara la escalera con una jarra de vino. En la mente de sombra todo conecta. La elfa asesinará al grupo, acusarán a Ser Basil de contrar a una elfa para asesinarlos. Así Nicola podrá presionar a los restauracionistas para bajar los precios y darle una excusa al Rey para purgar la elfería. 
Sombra avanza a la elfa y finge chocarla tirando la jarra y desparramando el contenido en la escalera. La cara de odio de la supuesta asesina no se puede disimular. Seguro de su curso de acción el elfo sigue a su congénere hasta la cocina, la encuentra sola y preparando otra posible dosis de veneno. Sombra la asesina en silencio recordando una ventana en el piso superior por la que puede escapar. Por el momento nadie vuelve a ver a sombra. Cesamyr conecta la información que Sombra había descifrado por su parte y la comparte con el grupo. Unos minutos después Curwen, su hija Tanith y Adric bajan por la escalera anunciando el compromiso entre Tanith y Adric. Asegurando que sus tierras sigan en "manos fereldenas". El rostro de Nicola es indescifrable. Había planeado el evento por años y la chance se había perdido. La presión sobre los restauracionistas debía esperar, dejando a salvo a Ser Greta de posible extorsiones. No habían acusado a los elfos, dejando en paz a Dikel y a Sombra. El pueblo de Denerim debería seguir pagando los precios altos de los mercaderes. Nadie dijo que la paz sería barata.
Nicola planea futuras intrigas
Sombra decide seguir su camino. Si logra dominar el arte del sigilo podría intentar llegar a ver a su madre que se encuentra "prisionera" según su forma de verlo. Ella tenía información antaño perdida por los dalishanos. Sus compañeros son muy ruidosos y lo entorpecerían en el camino hacía La Sombra. Con los vínculos cortados con Nicola Thadeous decide volver al círculo, escoltados por Almeric y Cesamyr que esperan su paga. Dikel recorre por varias semanas los orfanatos de Denerim en busca de su sobrino. 

Varios meses han pasado desde los eventos en Denerim. Sombra se encontraba acampando cerca de la espesura Korcari. Aún habiendo aprendido a dominar las sombras es sorprendido por una extraña figura que no logra percibir antes de encontrarse a sólo dos metros frente a él. Un humano armado se había cercado a su campamento sin ser detectado por el elfo. El humano lleva barba y el pelo atado en una cola de caballo: "hombres y mujeres de cada raza, guerreros y magos, bárbaros y reyes..."

Acaban de usar el Derecho de Llamamiento en él. Aún atónito por la situación el elfo ve dos figuras conocidas tras el desconocido, Thadeous y Almeric... "Aún queda encontrar a Cesamyr y a Dikel" dice el mago. "Mi nombre es Duncan y soy un Guardia Gris" dice el extraño.



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