Dragon's Crown - Sesión 56 (30/01/2022)

 Las Montañas Dragon's Crown

3 de Octavus, Año Libre 4

Sending Stones de Doro

Con el caos del combate terminado, Hukaa enterrando a Kivi y Coconan buscando tesoros entre los muertos, Doro busca un lugar tranquilo y, a espaldas del grupo, contacta al Rey Hamanu de Urik. Informa sobre la muerte del enano druida y solicita un sanador apelando a que podría no terminar "su misión" si no lo curan. Hamanu le responde que pronto la contactará. Al poco tiempo la halfling es contactada por Thovadarak que le da la orden de acercarse a un campamento al este junto con la posición del lugar.

Cuando el grupo se reúne para continuar Doro informa que sabe la locación de los urikitas. Esto comienza a levantar sospechas pero la sed de venganza es mayor y planean una emboscada.

Refugio pedregoso de los urikitas

Una vez cerca del lugar Doro se ofrece a avanzar por su cuenta, diciendo que hará un reconocimiento del lugar sin revelar sus intenciones reales. Lo que realmente hace es presentarse directamente en el campamento. Allí se encuentra con Thovadark, el templario y Dokala, la halfling guerrera psiónica. La recién llegada se muestra enojada por la intervención de los urikitas en el combate contra el psiónico Bokum pero sus acusaciones no hacen mella en los urikitas. Finalmente Doro accede a que Dokala lea algo de su mente para identificar la fuente de su enfermedad psiónica, aún a sabiendas del riesgo que conllevaba la lectura mental. Segundos después Dokala incrusta dos dedos entre las costillas de Doro removiendo lo que sea que la infectaba. Una vez revitalizada Doro hace un gesto como de recuperación para confundir a Dokala e inmediatamente clavarle una daga dando un grito de alerta a Hukaa y Coconan.

Thovadarak y Dokala

Esperando atenta Hukaa se asoma por lo lejos descargando dos flechazos mientras ve como Dokala aún vomita por la limpieza que le hizo a Doro mientras esta la apuñala en el ojo arrebatándela la vida. Coconan corre a toda velocidad para llegar justo ante Thovadarak dándole un golpazo mientras Hukaa vuelve a disparar y Doro utiliza su anillo-garra para robar un conjuro al templario. Fenixin aparece en escena distrayendo al templario y dando la ventaja táctica al gladiador que activa el poder de Condenadora para generar una zona de silencio inutilizando los poderes de Thovadarak que pierde el tiempo intentando invocar los poderes de Hamanu justo antes de que Doro de la puñalada final.

Doro da una rápida explicación sobre su accionar a la que ni Coconan ni Hukaa que está tomando un trofeo del combate le prestan mucha atención. Doro toma la piedra de comunicación del templario y escucha el mensaje de Aramao, el elfo. Wardo, el templario y Jixk, la halfling exploradora, ya se dirigen a las montañas mientras que la templaria, el elfo y el thri-kreen están volviendo al campamento. Doro, utilizando sus habilidades de espía replica la voz del templario muerto para evitar cualquier tipo de sospechas y preparan una emboscada.

Aramao, Chtek Ch're y Tirian

Con la ventaja de la sorpresa preparan un elaborado farol en el que Doro se disfraza de Dokala, utilizan el cuerpo de Thovadarak para dejarlo sentado como si aún estuviese vivo mientras que Coconan y Hukaa se mantienen invisibles. Al llegar los urikitas reciben la descarga conjunta de ataques brutales, sumado a que no se encontraban sólo tres de ellos la balanza se inclina rápidamente. Coconan no pierde tiempo en activar el silencio de su arma mágica para inutilizar a la templaria que igualmente muestra grandes dotes marciales. Se trenzan en duelo intercambiando golpes, Coconan recibe una descarga radiante del poder de Hamanu a través del arma de Tirian, pero se mantiene en pie devolviendo ataques igualmente feroces. Doro descarga el hechizo robado a Thovadarak haciendo que un rayo de luz solar concentrado caiga en los urikitas matando a Aramao y Chtek Ch're, dejando además ciega a Tirian que muere por un poder desintegrador de Hukaa.

8 de Octavus, Año Libre 4

Pasan varios días tranquilos donde sólo deben sufrir las inclemencias climáticas del sol y la arena hasta que finalmente comienzan a atravesar las escarpadas montañas que forman la corona que da nombre a las Dragon's Crown Mountains. Por supuesto, estas aisladas montañas presentan sus propios desafíos y son emboscados por media docena de Braxat, enormes criaturas que simular ser parte del pedregoso ambiente hasta que es muy tarde para reaccionar.

Las imponentes y descomunales criaturas avanzan sobre el angosto camino lanzando un ácido tremendo de sus bocas mientras que otro desde detrás lanza una onda psiónica que deja a Coconan y Hukaa completamente desorientados y confundidos. Todo es caos mientras intentan agruparse y armar una estrategia pero no logran concentrarse o entender lo que sucede hasta que Doro, mientras busca un lugar seguro, encuentra a un personaje encapuchado que parece estar dominando a los monstruos que desaparece psiónicamente al ser descubierto y amenazado por la halfling.

Mientras tanto Coconan logra activar otro poder de condenadora para crear una nube enorme que entorpece la visión de los braxats que dan vueltas torpemente. Con la ausencia del psiónico dominante las bestias reaccionan de a poco alejándose del grupo y volviendo a sus refugios.

Sin más que hacer avanzan terminando de cruzar las montañas hasta el interior. Allí vuelan para eludir el espinoso laberinto en la falda interior de la corona montañosa y atraviesan a pie el pequeño desierto hasta el bosque en el centro.

Buscando un lugar para acampar son atacados por dos lianas que comienzan a intentar arrastrar a Coconan y Doro hasta su centro para deborarlos, pero una planta sin intelecto no es problema para ellos. Superada la sorpresa dominan fácilmente la situación. 

9 de Octavus, Año Libre 4

Pasan otra noche y comienzan a avanzar en el denso bosque hasta que los ruidos de combate los desvían unos metros a un claro donde ven a un semi elfo caer al suelo bajo el ataque de un tremendo golem hecho con pedazos de insectos gigantes dominado por un sujeto detrás de la bestia y otro humano aún defendiéndose del monstruo.