El pueblo de las minas Murdoon
¿19 de Fessuran de 836 Post Divergencia?
Tras un rato de andar She-ra y Frederick notan extraños forúnculos y percebes que les crecen en las heridas que las criaturas les causaron. Algo no andaba bien. Nyzel se toma unos momentos para inspeccionar las recientes protuberancias, se trata de una enfermedad llamada podredumbre azul, aunque el mago no puede hacer mucho por ellos.
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Cherubs |
El camino los vuelve a cruzar con criaturas nefastas. Sobre las ramas que colgaban por encima del camino media docena de monstruosidades con cuerpo de cuervo y cabeza humana comienzan a gritar insultos y humillaciones contra Darastrix que lideraba la marcha. Tratan de humillarlo insistiendo en que si no fuese por él su tribu estaría viva y que su "tribu actual" perecería igual que las anteriores. Sobrepasado por los aberrantes dichos el kóbold lanza un rápido y certero disparo con el arco, al grito de "ustedes no saben nada", aniquilando a una de las bestias y ahuyentando al resto. Más adelante el kóbold cruza miradas con un cuervo real pero decide ignorarlo.
Finalmente llegan a una enorme empalizada de troncos de madera de las Minas Murdoon, aunque lo último que apremia es el nombre del poblado. Son cuestionados por el guardia en la torre de vigilancia. A Paighon lo cuestionan diciendo que nadie se acerca al pueblo por ese camino y que no conocen la ciudad de Westruun de dónde afirman venir. Deben decir la verdad o serán apresados. La situación se calma cuando mencionan a los nómadas a quién los guardias llaman Vistani.
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Lovrik, guardia de la ciudad |
Al abrirse las puertas ven una arquitectura tremendamente extraña. El pueblo entera era una enorme fosa muchos metros por debajo del nivel que se encontraban. El suelo de la fosa estaba salpicado por las bases de montones de estalagmitas sobre las cuales se habían construido edificios, casas y negocios unidos por puentes colgantes, pasarelas y balcones. Todo el paisaje era onírico y sobre eso la fosa se encontraba plagada de zombies que, a primera vista, parecían simplemente pulular el nivel inferior del poblado. Al cruzar las puertas hablan con el guardia andrajoso que abrió el mecanismo del portón para que pasen. Le preguntan qué lugar era ese y la respuesta fue clara: Las Minas Murdoon. Nyzel mira a Fredercik que ya había estado "allí" pero este niega con la cabeza, como si el mundo entero hubiese sido intercambiado por otro más extraño. El guardia se presenta como Lovrik y los envía a la posada llamada el Zombie Justiciero.
Una vez allí se encuentran con un par de hombres embarrados comiendo, un sujeto extraño de pelo rojo inmerso en un juego de cartas en solitario y el posadero que es despertado por los alaridos de su gato al abrirse la puerta. Paighon habla con el posadero y pide caldo de lobo, un plato que a primera vista parece extraño, pero es lo que hay. Además, el hechicero se presenta con el dueño del lugar que dice llamarse Slavomir Kudelin.
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Slavomir Kudelin, el posadero |
Nyzel se muestra deseoso de alguna bebida espirituosa, pero la respuesta de Slavomir es negativa. Hace tiempo no reciben envíos del viñedo. Luego desvían la conversación a la extraña población de zombies. Son los esbirros del Magistrado llamado Jasenko Volinski. Paighon le sugiere a Frederick que hable con los sujetos que comen en silencio y así lo hace. El guerrero es recibido con miradas hostiles e inquisidoras. Según los sujetos no había nada en el pueblo para los recién llegados. Al preguntar por el pueblo más cercan les sugieren hostilmente que se vuelvan por donde vinieron, que es lo mejor que pueden hacer.
Nyzel se acerca al excéntrico sujeto de cabello rojo, sólo consigue saber que se hace llamar Rombo antes de que este comience a ponerse nervioso y se retire enfadado por las preguntas del enano, no sin antes comentar que esta raza era sólo una leyenda y que los pocos que ha visto no pueden hablar.
Paighon retoma las preguntas a Slavomir, esta vez encarando el tema de las minas pero el comerciantes parece no saber qué es lo que extraen. Además, preocupado por las protuberancias de sus compañeros, pregunta por algún curandero o médico y descubre que un sujeto que realiza esa profesión se acerca al pueblo una vez al mes. Habría pasado ya hace ocho días. La siguiente pregunta es sobre la montaña Gatshadow, allí vive el Señor E.
En ese momento entra She-ra, que se había mantenido en el exterior vigilando el entorno, y comienza a hablar con los sujetos que habían rechazado a Frederick. Se mantienen crípticos e insisten en que se olvide de su vida pasada, ahora estaba a merced de los caprichos de la niebla. Tras insistir sólo recibe un consejo, no debía sangrar en el bosque ya que "el perro sarnoso" huele la sangre. Luego, aún preocupados por la lectura de cartas intentan obtener alguna pista para seguir dar con los objetos que requieren para enfrentar al Señor E. y descubren que hay criaturas voladoras al sudoeste. Siguen preguntando por sus molestias médicas y descubren que es posible cruzarse al doctor por los caminos pero que nadie conoce su nombre ni su rostro ya que lleva una máscara.
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Empalizada |
Mientras siguen juntando valiosos trozos de información escuchan un estruendo y Darastrix es el primero en salir. Desde el exterior de la posada ve a varios guardias en la parte superior de la empalizada disparando a algo fuera de la muralla. El kóbold vuelve a entrar y alerta al grupo. Salen todos a investigar a pesar de que el posadero les adelanta que es un suceso normal. Suben a la parte superior de la empalizada, pero para cuando llegan la amenaza se ha retirado y sólo queda un guardia vigilando. She-ra baja caminando por la pared dejando perplejo al arquero guardia. Una vez abajo ve a un sujeto en el follaje que no veía desde arriba. Una figura negra, serena, de la que se distinguían dos ojos color rojo carmesí. She-ra entra en pánico absoluto y vuelve a trepar corriendo y completamente agitada. Darastrix pregunta al guardia por el hogar del Magistrado, curioso por esta persona que supuestamente los protegía. El guardia les señala el lugar. Paighon pregunta si alguna vez los ataques superaron las barreras.
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Pueblo rebelado contra el Magistrado |
El guardia admite que una vez el pueblo se rebeló contra el Magistrado por lo que este dejó de protegerlos y los resultados fueron horribles. Desde ese momento se han mantenido calmados. El principal motivo era el descontento con "el precio" a pagar por la protección aunque no se atreve a mencionar el costo o diezmo cobrado.
Deciden visitar al Magistrado, Nyzel y Darastrix son quienes se acercan a la entrada del edificio. Tras cruzar un largo puente se encuentra con una puerta flanqueada por dos enormes guardias de armaduras rojas. Tras golpear la puerta una chillona voz le responde desde el interior y luego son recibidos por el asistente llamado Gostislav, que los ningunea y trata de pordioseros. Sólo podrán ver al Magistrado si tienen una cita la cual es pedida por Nyzel pero es rechazada en primera instancia hasta que el mago menciona que quiere hablar sobre el Señor E. En su camino de vuelta alimentan con unas raciones a un pordiosero que parece bastante maltrecho.
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Gostilav, el asistente del Magistrado |
Por su lado Paighon y Frederik recorren la ciudad y, al acercarse al sector norte lindero con Gatshadow, logran ver que en realidad los zombies son una especie de mineros. Mano de obra incansable, sin salario, descanso ni quejas. Logran verlos empujando carros de minería. Todos los carros se encuentran cubiertos por mantas. Paighon a la distancia utiliza un conjuro de mano de mago para hacer como si una manta se cayese sola descubriendo grandes minerales dorados. Posiblemente oro. Lo que también sucede es que los zombies inmediatamente priorizan volver a tapar el carro.
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Zombie minero |
En su recorrido, no muy lejos, el hechicero escucha sollozos desde una casa algo aislada. Por curiosidad se acercan y Frederick descubre que la puerta no tiene llave. Entran preguntando si había alguien y escuchan golpes en el piso superior. Frederick avanza con el escudo presto. En una de las habitaciones ve una cuna y juguetes de trapo tirados, otra puerta da a un pequeño taller y la última parece trabada. Intenta abrirla por la fuerza pero no lo logra, a los pocos segundos ve un hilo de sangre que provenía del otro lado. Se decide a utilizar su hacha para derrumbar la puerta. Encuentra a una mujer tirada, en shock, con los brazos en carne viva y sangrando de tanto golpear la puerta. Mientras se repone miran el resto del lugar. Pareciese que dos adultos y un bebé vivían allí.
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Marie |
La mujer se muestra alterada y asustada por las protuberancias de Frederick. Tras un rato intentando calmarla cuenta que su marido la encerró y se llevó a su bebé. Se lo llevó al grupo de amigos que querían rebelarse contra el Magistrado. Necesitaban un niño especial para poder rebelarse, aunque no conoce los detalles. Les da una descripción de Yaromir, su marido. La mujer se presenta como Marie y al preguntarle por el Magistrado repite la historia, sólo que esta vez Paighon solicita permiso para hurgar en su mente e intentar vislumbrar el verdadero costo de la protección del Magistrado. Normalmente la mujer no accedería puesto que está prohibido contar el precio de la protección, pero si ya no tiene esposo ni bebé no tiene nada que perder. Paighon toma una moneda y la pone en la frente de la mujer para canalizar su magia y adentrarse en el espacio mental del cerebro de Marie y dejar que esta lo lleve a los rincones dónde se esconden los secretos del Magistrado. Allí la ve a la mujer atada a una mesa, una mano huesuda que surge de la oscuridad sobre la cabeza de Marie y ve como una energía violeta sale de la cabeza a la mano. Luego una exhalación de satisfacción mientras Marie sufre temblores y emana espuma de la boca. Prometen ayudar a la mujer y se reúnen en la posada con el resto.
Una vez el grupo se vuelve a conformar alquilan habitaciones y pasan un largo rato teorizando sobre todo lo sucedido y aprendido en el día. Paighon pregunta al posadero por Yaromir y descubre que es un leñador. Mientras tanto, esa noche, Darastrix sale a hacer una recorrida nocturna por los alrededores del edificio del Magistrado. Concluye en que por la distancia que se encuentran de otras torres, la mansión no puede ser alcanzada por medios convencionales. El único puente no ofrece mucha cobertura contra la vista de los guardias rojos. Y al parecer, no hay un acceso en la parte inferior del fondo."
¿20 de Fessuran de 836 Post Divergencia?
A la mañana siguiente Frederick y She-ra despiertan con sus protuberancias mejorando, lo que es un alivio. Dejan a Darastrix cuidando de los huevos y a observar el movimiento del pueblo mientras Paighon habla con Slavomir para conocer el horario y lugar de partida de los leñadores que saldrían al bosque a buscar madera. Al salir para dirigirse a la puerta oeste ven como la enorme fosa que conforma el pueblo está cubierta de niebla tapando a todos los zombies. Desde lejos ven el grupo de media docena de leñadores cruzar la puerta oeste y marchar.