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lunes, 19 de diciembre de 2016

Out of the Abyss - Sesión 14 (17/12/16)

Gracklstugh

Tras varios días de travesía por las profundidades el grupo llega a una distancia de la ciudad dónde Morthos decide advertir a sus compañeros. Los enanos no se andan con rodeos, para ellos los visitantes no valen nada y su capacidad de volverse invisible hace que sea una estupidez intentar cualquier tipo se subterfugio.


La recepción sería bastante hostil y les costaría ser admitidos, pero finalmente consiguen ingresar, sólo para ser recibidos por otro enano guardia que los intentaría estafar. Gorglak exigiría el pago, pero no en ese momento, alguien podría estar viendo. el pago debería ser entregado a un tal Wezs Saltbaron en el distrito de los muelles. Desde allí el golpear de los martillos invade la ciudad, así como la luz roja de las forjas y el olor a hollín que intoxica a todo aquel que permanece demasiado tiempo allí. 

Tras dar algunas vueltas, en particular en el Mercado de las Espadas vendiendo los trastos y comprando algunas provisiones donde además Nandrem tendría un raro encuentro con un estrafalario derro que lo chocaría mientras corría a toda velocidad, además de ver duergars comportarse de manera extraña como hacerse invisible sin razón aparente, el caos se desata cuando un gigante de dos cabezas irrumpe en el mercado liquidando a varios duergars bien entrenados y armados. Tras algunas bajas el grupo decide actuar para intentar ganar el favor de los enanos de la profundidades. Luego de algunos cuantos golpes el gigantes cae, habría destrozado una de las grandes puertas de hierro que impiden el paso de los extranjeros al resto de la ciudad. Minutos después un ser similar pero de una sola cabeza aparece para llevarse cargando el cuerpo de su compañero. El recién llegado se presentaría como Dorhun e invitaría a los aventureros a visitar la cueva Cairngorn antes de que se vayan, avisaría a los duergars que tienen permiso para visitar el lugar.
Stonespeaker Hgramm
Sin perder tiempo deciden ir a visitar a los gigantes. Tras pasar las murallas son escoltados por un grupo de duergars armados hasta la cueva dónde reciden los gitantes de piedra. Allí conocen a Hramm el Stonespeaker, líder de los gigantes, quién les da un mensaje poco alentador en forma de metáfora, las rocas mismas están llorando. Además de agradecerles por detener a su "hermano corrupto" les entrega un cristal como demostración de gratitud.


Luego, al volver al distrito de los muelles, deciden separarse para realizar distintas tareas. El grupo de Morthos acude a la posada "The Shattered Spire", construida en una estalagmita cortada a la mitad. Lamentablemente no logran encontrar al contacto del tiefling. Mientras que el grupo de Diestro, buscando un curandero, logra rescatar a un solitario duergar en un muelle que sería atacado por dos de su especie apareciendo de la nada con extrañas espadas brillantes. Tras rescatarlo descubren que se trataba de Werz quién los cita para encontrarlos en la taberna.
Allí Werz tomaría las gemas prometidas para Gorglak y les ofrecería un trabajo: llevar una bolsa de gemas a Kazook Pickshine en Blingdestone. El grupo aceptaría tras dudar un rato. Unos pocos minutos después una pelea de duergars interrumpe la tranquila comida, tras el combate nadie recuerda qué inició el pleito.
Más tarde el grupo sería llamado por los Keepers of the Flame, deberían reunirse con el Wyrmsmith en persona. Otra vez atraviesan las puertas prohibidas para los extranjeros y se dirigen a la caverna de los Keepers.
Themberchaud
Allí, Themberchaud los recibe y propone ser sus agentes, a cambio de su protección. Sin esperar respuesta pues su ego no concibe una negativa, les da su primer orden: realizar lo que los Keeper of the Flame pidan, pero siempre reportando a él primero.
Al terminar con el dragón tienen una audiencia breve con Gartokkar, líder de los Keeper, él está convencido que hay una gran perturbación en el Underdark y que los Gray Ghost están detrás, quiere que los aventureros confirmen su teoría y le traigan el instrumento mágico que produce esto. Además de querer recuperar el huevo de dragón robado hace no mucho. Han identificado a un Gray Ghost derro llamado Droki, su descripción coincide con el derro que chocó a Nandrem en el mercado.


jueves, 8 de diciembre de 2016

Out of The Abyss - Sesión 13 (04/12/16)

El primero en caer

Lamentablemente los collares que permitían a los aventureros tener sentidos aumentados resultaron ser trampas, al igual que los encontrados el día anterior. Luego de descansar y dormir despertarían al comenzar a sofocarse por la presión de los colgantes en sus cuellos. Al parecer la magia del golem los recargaba cada día y así controlaba a los drow.

El viaje continuaría por los antiguos túneles del Underdark, Morthos guiaría la marcha por sus retorcidos caminos. El guía también advertiría que se aproximaban a las ruinas de una antigua ciudad que fuese ocupada por derros tiempo atrás. Como todo en el Underdark, esto significaría sólo una cosa: problemas.

En una gran caverna, cerca de dónde debería encontrarse la ciudad abandonada son asaltados por un grupo de derros, criaturas enanas de las profundidades con la mente retorcida. El combate no fue gran problema, un mago derro opondría un poco más de resistencia tras aparecer lanzando rayos desde su invisibilidad. Las complicaciones llegarían cuando Eldreth fuese secuestrada por cuatro derros y posteriormente por cuatro Roachlings, criaturas ajenas a este plano material, una asquerosa mezcla entre cucarachas y humanos. Por fortuna y gracias a la habilidad y accionar de Nandrem, Eldreth se salvaría.
Un derro atrapa a Eldreth
Continúa el viaje, comienzan a llegar a la ciudad, lo que se ve confirmado por las paredes trabajadas del túnel que recorren. Todo parecía normal, excepto por la capa de baba y pegote que bañaría todo el pasillo. Más adelante encontrarían otro pequeño grupo de derros trabajando en el hall de entrada de la ciudad, cargando, llevando y trayendo huevos gigantes, depositándolos a los costados del hall, sin dejar de ser custodiados por más Roachlings, la situación terminaría en combate inmediatamente. Al terminar de despachar al último roachling el grupo siente bebes llorando a la lejanía. Todo se volvía turbio. Nandrem decide cargar un huevo en su bag of holding… por cualquier cosa.
Roachling
Ignorando una escalera de subida el grupo continúa en dirección a los llantos de los bebes. No tardarían en llegar a una cámara cuyo costado es el frente de un antiguo templo profanado por alguna criatura repugnante e insectoide. De varios ganchos en las paredes colgarían jaulas con bebes derros. Antes de intentar nada un guerrero derro sale del templo y comienza a combatir a los invasores. El derro demostró ser un gran contrincante, sumado a que el llanto de los bebes producía efectos en las mentes de varios aventureros y luego la de varios sería reemplazada por la de los bebes haciéndolos combatir entre sí. Mientras Vadym peleaba a oscuras con el derro y Rydia intentaba destruir las jaulas mágicas que protegían a los bebes por no saber qué curso de acción tomar, Nandrem utilizaba su magia para prevenir que Ander siguiera peleando con sus aliados.
Derro Fetal Savant
Una a una las jaulas fueron destruidas, al principio Rydia intentaría salvar a los bebes de las caídas, pero tras comprender que ellos ocupaban las mentes de sus compañeros dominados prosiguió sin cuidado alguno. Finalmente el combate termina y el grupo se encierra a descansar en el templo profanado.
Rust Monster
Luego del descanso son invitados por un roachling vestido en toga a visitar y entrevistarse con su gran señor, el padre y madre de todos, Akyishigal, advirtiéndoles también que su poder era grande, que incluso le había quitado a Pazuzu la posibilidad de venir al plano material.

Una gran cámara que ascendía hasta el gran trono los recibe, la sala llena de roachlings, rust monsters y en el trono Akyishigal. Tras un breve y tenso interrogatorio todo terminaría en combate.
Akyishigal, en todo su esplendor
Primero intentarían escapar, una nube de insectos conjurada por el Demon Lord en el medio separaría al grupo. Los rust monsters comenzarían a oxidar el arma de Ander y las protecciones de Nedakh y Vadym. El combate sería muy trabado y Akyishigal no permitiría que escapen, utilizando su teletransportación y otra nube protectora de insectos se trabaría en combate con Vadym mientras el resto del grupo despacha al resto de los insectos. La espera de Vadym por refuerzos se haría larga. De a uno sus compañeros van llegando, Rydia con su látigo de fuego y lluvia de proyectiles mágicos, Ander abriendo el paso, liquidando insectos para que sus colegas avancen, Morthos utilizando recursos mágicos que tenía aún reservados, como su telaraña mágica o su toque de frío. Incluso Nandrem entraría en combate frente a frente con Akyishigal. Tras un duro combate dónde varios estarían cara a cara con las puertas de la muerte el Demon Lord termina pereciendo con un grito grotesco, dejando tras si un fuego del infierno y un montón de cenizas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Tyranny of Dragons - Sesión 12 (27/11/16)

Volando alto

Luego de despachar a Frulam, el grupo de aventureros discutiría cómo encarar la búsqueda de información en el pueblo de Parnast sabiendo que este se encontraba bajo el control del Culto del Dragón. A la distancia, contrastando con las pocas y rústicas edificaciones del pueblo se encontraba el castillo volador del que Talis les habría hablado, envuelto en una niebla antinatural.

Al pueblo de Parnas
Una vez en el pueblo, los transeúntes no se mostrarían muy cooperativos, quizá por miedo. Sólo averiguarían que el Capitán Othelstan está a cargo del lugar. Tras una visita al templo del pueblo, dónde adora a Auril, Mielikki, Angharradh y Chauntea deciden intentar conseguir mejor información.
Intentan interrogar a unos guardias en la plaza de la ciudad, pero una reacción violenta de Aloun provoca la furia de estos y desencadena un ataque completo contra ellos, guardias, cultistas y dos guerreros montando Wyverns, uno de los cuales era capitán de la guardia y el otro el Capitan Othelstan, que se revelaría como Portador del Púrpura.
El capitán
El combate se desarrollaría como siempre. Escarlata y Rosleaw al frente, Aloun calcinando a los enemigos con su magia y Wulfgard siendo el pilar central quemando a los enemigos con la bendición de Haela… Hasta que un leve temblor llamaría su atención, el castillo estaba despegando. En un acto desesperado logran derribar y aniquilar a los enemigos y montar a sus Wyverns para alcanzar el castillo.

Utilizando a las bestias llegarían hasta la entrada del castillo, dónde serían atacados por ogros que utilizaban las balistas ubicadas en los techos de las dos torres que flanqueaban la puerta de ingreso. Tras liquidarlos, bajar por la torre y derribar al ogro que vigilaba la palanca de la puerta entran al patio interior del castillo encontrándose con una niebla que dificultaría la visión. 

Decididos a encontrar el tesoro robado comienzan a explorar, encuentran un establo dónde, por los ruidos y la reacción del wyvern que aún montan, descubren que aloja más bestias. Deciden dejar a las bestias tranquilas y continúan explorando. Encuentran una habitación con muebles de tamaño humano y una extraña “ventana” que se desvanece al tacto dando acceso a un balcón. 


Antes de poder ingresar a la siguiente habitación y debido al ruido que provocan discutiendo e intentando abrir la puerta son sorprendidos por diez poderosos cultistas que logran reducir al grupo. 
Despojados de sus armas y maniatados se encuentran en las barracas dónde son interrogados por Rezmir, la semidragón negra Portadora del Púrpura. Tras un intercambio de agresiones y amenazas, Escarlata se logra liberar con su daga escondida y se desata el caos. Rezmir no tardaría en provocar oscuridad mágica para provocar más desconcierto. Todo terminaría con ella y sus dos guardias cultistas muertos. 
Rezmir y su espada
El grupo consigue hacerse con los objetos de Rezmir, una Máscara de Dragón Negro de grandioso poder, que utilizaría Aloun para hacerse pasar por la Portadora del Púrpura, y una espada con voluntad propia. Wulfgard intentaría empuñar la espada, pero su corazón puro entra en conflicto con la voluntad aparentemente perversa de la espada, generando un cortocircuito de energía, un destello y la espada saldría volando. Por el momento Escarlata llevaría la espada.

Tras un merecido descanso incursionan de nuevo dónde fueron emboscados. Allí se encontrarían con un mago rojo, que tras ser engañado por Aloun es rematado por el grupo que le cae encima sin piedad. 
Utilizando las llaves de Rezmir entran en su habitación, dos Guard Drakes custodios son aniquilados junto con una alfombra animada que la semidragón tenía de trampa. Un cofre con una trampa de veneno sorprendería a Escarlata sólo para encontrar el cofre vacío.
Más adelante encontrarían un almacén de comida y lo que parece ser el estudio de un mago con tétricas calaveras de caballos en el techo, repleto de frascos con objetos esotéricos, pergaminos, libros y otra “ventana” que da a un balcón. Entre los escritos encuentran cartas de Severin a un tal Rath Modar. Interpretan que Rath es un Mago Rojo de Thay y tiene gran importancia en los planes de Severin el Rojo, que según saben, es el líder del culto en este momento. Tras tomar las cartas y un extraño libro con caracteres extraños continúan investigando.
Gigante de Piedra
En una gran sala encuentran dos gigantes de piedra alrededor de un caldero. Creyendo que era Rezmir quién se les acercaba simplemente, y de muy mala gana, los echan del lugar por estar ocupados.
Rezmir le entrega los objetos de los aventureros a Glazhael
El siguiente lugar a “visitar” luego de pasar la noche, es la cocina, o un laboratorio, es difícil darse cuenta, casi dos docenas de kobolds van y vienen con ingredientes, el lugar es un caos. Aloun, aún disfrazada de Rezmir obliga a un kobold a guiarlos a través del lugar hasta el tesoro.
Lamentablemente, junto con el tesoro encontrarían a Glazhael, un dragón blanco gigante que inmediatamente descubriría la mentira del disfraz y tras su primer ataque dejaría en claro que el grupo no tenía ninguna chance de ganarle. 

Glazhael congela a Wulf y Rosleaw en su guarida
Orgulloso y engreído el dragón perdona la vida de Rosleaw y Wulfgard que se encontraban en tumbas de hielo y devuelve algunos de sus objetos, recientemente traídos a su pila de tesoro a excepción del cinturón de Rosleaw, que ahora usa de anillo. Además, como prueba de servidumbre se queda con la nueva espada que guardaba Escarlata, que en respuesta se roba unos Brazales de defensa mágica. El dragón exigiría a sus nuevos servidores carne de gigante para comer…
Humillados y frustrados continúan su ascensión al segundo piso. Allí los ogros que custodian el patio escoltan inmediatamente a “Rezmir” con Blagothkus que pareciese ser el dueño del castillo en su torre privada fuertemente custodiada por ogros cuyos cascos están adornado con plumas para denotar que son su guardia personal.
Blagothkus es un gigante de las nubes que exige saber qué fue el caos del día anterior. Aloun usando la poca información que tenían hasta el momento y su capacidad para la improvisación verbal logra mantener el engaño aunque entra en tensión con el gigante que se muestra con poca paciencia. 
Blagoyhkus avisa que Wiglof y Hulda habrían visto gente extraña. Diciendo que quieren investigar ese hecho piden ser guiados hacia ellos, aunque sus intenciones pueden ser otras….