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jueves, 1 de diciembre de 2016

Tyranny of Dragons - Sesión 12 (27/11/16)

Volando alto

Luego de despachar a Frulam, el grupo de aventureros discutiría cómo encarar la búsqueda de información en el pueblo de Parnast sabiendo que este se encontraba bajo el control del Culto del Dragón. A la distancia, contrastando con las pocas y rústicas edificaciones del pueblo se encontraba el castillo volador del que Talis les habría hablado, envuelto en una niebla antinatural.

Al pueblo de Parnas
Una vez en el pueblo, los transeúntes no se mostrarían muy cooperativos, quizá por miedo. Sólo averiguarían que el Capitán Othelstan está a cargo del lugar. Tras una visita al templo del pueblo, dónde adora a Auril, Mielikki, Angharradh y Chauntea deciden intentar conseguir mejor información.
Intentan interrogar a unos guardias en la plaza de la ciudad, pero una reacción violenta de Aloun provoca la furia de estos y desencadena un ataque completo contra ellos, guardias, cultistas y dos guerreros montando Wyverns, uno de los cuales era capitán de la guardia y el otro el Capitan Othelstan, que se revelaría como Portador del Púrpura.
El capitán
El combate se desarrollaría como siempre. Escarlata y Rosleaw al frente, Aloun calcinando a los enemigos con su magia y Wulfgard siendo el pilar central quemando a los enemigos con la bendición de Haela… Hasta que un leve temblor llamaría su atención, el castillo estaba despegando. En un acto desesperado logran derribar y aniquilar a los enemigos y montar a sus Wyverns para alcanzar el castillo.

Utilizando a las bestias llegarían hasta la entrada del castillo, dónde serían atacados por ogros que utilizaban las balistas ubicadas en los techos de las dos torres que flanqueaban la puerta de ingreso. Tras liquidarlos, bajar por la torre y derribar al ogro que vigilaba la palanca de la puerta entran al patio interior del castillo encontrándose con una niebla que dificultaría la visión. 

Decididos a encontrar el tesoro robado comienzan a explorar, encuentran un establo dónde, por los ruidos y la reacción del wyvern que aún montan, descubren que aloja más bestias. Deciden dejar a las bestias tranquilas y continúan explorando. Encuentran una habitación con muebles de tamaño humano y una extraña “ventana” que se desvanece al tacto dando acceso a un balcón. 


Antes de poder ingresar a la siguiente habitación y debido al ruido que provocan discutiendo e intentando abrir la puerta son sorprendidos por diez poderosos cultistas que logran reducir al grupo. 
Despojados de sus armas y maniatados se encuentran en las barracas dónde son interrogados por Rezmir, la semidragón negra Portadora del Púrpura. Tras un intercambio de agresiones y amenazas, Escarlata se logra liberar con su daga escondida y se desata el caos. Rezmir no tardaría en provocar oscuridad mágica para provocar más desconcierto. Todo terminaría con ella y sus dos guardias cultistas muertos. 
Rezmir y su espada
El grupo consigue hacerse con los objetos de Rezmir, una Máscara de Dragón Negro de grandioso poder, que utilizaría Aloun para hacerse pasar por la Portadora del Púrpura, y una espada con voluntad propia. Wulfgard intentaría empuñar la espada, pero su corazón puro entra en conflicto con la voluntad aparentemente perversa de la espada, generando un cortocircuito de energía, un destello y la espada saldría volando. Por el momento Escarlata llevaría la espada.

Tras un merecido descanso incursionan de nuevo dónde fueron emboscados. Allí se encontrarían con un mago rojo, que tras ser engañado por Aloun es rematado por el grupo que le cae encima sin piedad. 
Utilizando las llaves de Rezmir entran en su habitación, dos Guard Drakes custodios son aniquilados junto con una alfombra animada que la semidragón tenía de trampa. Un cofre con una trampa de veneno sorprendería a Escarlata sólo para encontrar el cofre vacío.
Más adelante encontrarían un almacén de comida y lo que parece ser el estudio de un mago con tétricas calaveras de caballos en el techo, repleto de frascos con objetos esotéricos, pergaminos, libros y otra “ventana” que da a un balcón. Entre los escritos encuentran cartas de Severin a un tal Rath Modar. Interpretan que Rath es un Mago Rojo de Thay y tiene gran importancia en los planes de Severin el Rojo, que según saben, es el líder del culto en este momento. Tras tomar las cartas y un extraño libro con caracteres extraños continúan investigando.
Gigante de Piedra
En una gran sala encuentran dos gigantes de piedra alrededor de un caldero. Creyendo que era Rezmir quién se les acercaba simplemente, y de muy mala gana, los echan del lugar por estar ocupados.
Rezmir le entrega los objetos de los aventureros a Glazhael
El siguiente lugar a “visitar” luego de pasar la noche, es la cocina, o un laboratorio, es difícil darse cuenta, casi dos docenas de kobolds van y vienen con ingredientes, el lugar es un caos. Aloun, aún disfrazada de Rezmir obliga a un kobold a guiarlos a través del lugar hasta el tesoro.
Lamentablemente, junto con el tesoro encontrarían a Glazhael, un dragón blanco gigante que inmediatamente descubriría la mentira del disfraz y tras su primer ataque dejaría en claro que el grupo no tenía ninguna chance de ganarle. 

Glazhael congela a Wulf y Rosleaw en su guarida
Orgulloso y engreído el dragón perdona la vida de Rosleaw y Wulfgard que se encontraban en tumbas de hielo y devuelve algunos de sus objetos, recientemente traídos a su pila de tesoro a excepción del cinturón de Rosleaw, que ahora usa de anillo. Además, como prueba de servidumbre se queda con la nueva espada que guardaba Escarlata, que en respuesta se roba unos Brazales de defensa mágica. El dragón exigiría a sus nuevos servidores carne de gigante para comer…
Humillados y frustrados continúan su ascensión al segundo piso. Allí los ogros que custodian el patio escoltan inmediatamente a “Rezmir” con Blagothkus que pareciese ser el dueño del castillo en su torre privada fuertemente custodiada por ogros cuyos cascos están adornado con plumas para denotar que son su guardia personal.
Blagothkus es un gigante de las nubes que exige saber qué fue el caos del día anterior. Aloun usando la poca información que tenían hasta el momento y su capacidad para la improvisación verbal logra mantener el engaño aunque entra en tensión con el gigante que se muestra con poca paciencia. 
Blagoyhkus avisa que Wiglof y Hulda habrían visto gente extraña. Diciendo que quieren investigar ese hecho piden ser guiados hacia ellos, aunque sus intenciones pueden ser otras….

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