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domingo, 17 de diciembre de 2017

Camino a Urik - Sesión 11 (09/12/17)

Guerra

Coconan se prepara para más "aventuras"
Con el tiempo contando se dirigen a las afueras de las puertas de Tyr, hacia la finca de los Freydlav. A sabiendas de que el lugar estaría protegido se aproximan sigilosamente evitando la entrada principal. Hukaa avanza sola por un flanco utilizando el sendero con u capa de plumas para sortear la empalizada que protege el lugar y aparecer sobre uno de los graneros. En el flanco opuesto Kivi y Alkrom usan su magia para aflojar la tierra bajo la empalizada. Coconan, con una inyección de adrenalina, pasa por el hueco bajo la empalizada que le facilitan sus compañeros y entra a toda velocidad y aún en sigilo y rodea el cuello del guardia cercano por la espalda dejándolo inconsciente. Sin perder tiempo los enanos entran para ayudar a Coconan que ya está intentando abrir la puerta de un granero, lo que le cuesta algunas heridas en los pies por las trampas. 
Hukaa usa el sendero para hablar telepáticamente con el gladiador para pedirle que sólo vierta el aceite en la mercadería de los graneros. Mientras tanto, Kivi y Alkrom tienen un breve debate filosófico, ambos sirven a los espíritus de la tierra, pero también tienen sus propias opiniones. Deciden, finalmente, liberar a los erdlus de sus corrales para que cuando arda el fuego puedan escapar. Terminada la tarea de Coconan, Hukaa, que vigilaba sobre los techos de los graneros, ordena al grupo a alejarse. Una vez que sus compañeros estén seguros comienza a usar el sendero, en su mente visualiza una llamar que empieza a fluir junto con su energía interior. El aceite que esparció Coconan comienza a arder. Luego vuelve a usar su capa para ir saltando entre silo y silo e incendiándolos de a uno para luego huir con la misma técnica que usó para entrar. El grupo se escapa escuchando de fondo los cuernos de alerta y los gritos. Por fortuna, los erdlus se mueven como una manada y escapan juntos.



A toda velocidad vuelven a Tyr y utilizan la noche ya paga en Kalak's Demise para descansar lo que queda de la noche. Al día siguiente acuden a Mahlanda para plantear la situación de los templarios. Creen que es posible asignarle un puesto a Girias en el consejo de Tyr. Con la promesa de Mahlanda acuden al barrio templario a la mansión de Girias y lo encuentran junto a Hasaval.


Hasaval y Girias
Hasaval comienza las negociaciones inmediatamente y Girias sólo parece preocupado en su vuelta triunfal y sus banalidades. La conversación no parece llegar a ningún lado y cuando avanza parece hacerlo en una dirección incierta. Finalmente Alkrom logra convencer a Girias de que aporte un cofre lleno de cerámica como pago para ser consejero. 
Con la gran cantidad de dinero y acero de la armadura de Alkrom consideran que lo mejor es dejar todo ese tesoro bien resguardado. Se les ocurre proteger todo en la antigua forja enana bajo la montaña con forma de inix y hacia allí se dirigen. 
Tras dejar todo en el antiguo salón, aún en los túneles, se encuentran con el Profanador escapado reclamando venganza "por lo que le hicieron a su hijo". Obviamente no estaba solo, media docena de incursores lo acompañan. Esta vez, al no haber plantas cerca, el mago está en desventaja y es rápidamente acorralado por las bestias de tierra que invoca Kivi. El combate termina rápido y consiguen algunos objetos profanadores de baja calidad incluidos una capa que flamea a voluntad y un ojo mágico para reponer el perdido por Alkrom bajo las garras del Tembo.

Coconan con la capa que "flamea" con su voluntad
El nuevo ojo de Alkrom
Finalmente el día llega y el ejército de Tyr comienza a juntarse para partir bajo el comando de Rikus. Coconan es asignado como comandante y debe organizar las fuerzas que se le asignan, entre ellas todos los soldados prometidos al grupo. Hukaa está con ellos para velar por los intereses de la Alianza del Velo: proteger a Tyr, la semilla de la libertad. Una a una las fuerzas prometidas se hacen presentes. Templarios, ex-gladiadores, guardias de nobles, Vildeen Tyrthani envía sus hombres armados con elementos de granja bajo el comando de Urvas. La familia Mirthus envía cien hombres bajo las órdenes de Poalic Vorddman, un enano sargento de la guardia personal de la familia. Un semi elfo llamado Feylan, enviado de Turloff, trae cuarenta guardias de caravana. Incluso un montón de ciudadanos desarmados llegan para intentar ayudar a los hérores.
Antes de empezar la marcha Coconan recibe una carta de Turloff: "Si necesitás algo dímelo". Además Rikus intenta sacarse de encima al líder templario Girias y lo asigna bajo el comando de Coconan. Comienzan a marchar.
Rikus lidera sus tropas
El segundo día pone en evidencia la falta de organización, peleas, deserción y caos dominan el ejército. Otra carta llega a manos de Coconan pidiendo su presencia en el consejo de guerra.
Consejo de guerra
El consejo no es muy distinto, los distintos generales tienen serias diferencias sobre el camino a tomar. El ex-gladiador debe quedarse después de la reunión con Rikus que quiere que él organice a sus hombres para que funcionen de batidores y parece reacio a dar por bueno cualquier plan que el gigantesco humano proponga.
Los siguientes dos días siguen con el caos y el grupo haciendo todo lo posible para mantener el orden. Sigue la deserción e incluso Poalic, con la aprobación de los aventureros, mata en frente de todos a un loco que estaba presagiando en contra de la campaña.

La inquietud de las tropas llega a los héroes en forma de distintos rumores y comienzan a entender las preocupaciones de su gente. Coconan tiene una complicada tarea por delante, pero sigue firme en las tareas que se le asignan. Tal es así que al recibir una alerta de un batidor inexperto sobre "algo" que los está siguiendo es él mismo quién lidera un pequeño grupo para investigar la situación.




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