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miércoles, 16 de septiembre de 2020

Eberron - Sesión 13 (13/09/20)

 Adiós, Daerastrix

Zor, 26 de Therenedor de 998 YK
Jueves, 26 de Marzo de 998 YK

Un lugar oscuro y lleno de humo, de hornos y fundiciones. El barrio The Cogs se posa sobre un enorme lago de lava que provee energía a la industria de la ciudad. Combinado con una gran cantidad de recursos mágicos, los trabajadores de The Cogs procesan y minerales y otros materiales crudos para mantener la maquinaria industrial de Sharn. The Cogs también acoge varios negocios que la gente de la superficie no quiere tener que ver, oler o lidiar, curtiembres, mataderos y negociosos poco placenteros.


The Cogs es un panal de pasajes, apenas anchos para que pasen los carros y caravanas que transportan los bienes desde y hacia la superficie. El calor es palpable, el humo y el sulfuro se sienten en el aire. El suelo y paredes cubiertos de hollín vibran con el ruido de las industrias de The Cogs. Varias y espaciadas antorchas everburning proveen la única luz dejando parches de oscuridad entre ellas. Cuando los miembros de la Guardia de Sharn recorren The Cogs llevan siempre luz brillante dándole a los elementos menos gratos la oportunidad de escabullirse entre las sombras.
En algunos sitios, hogares y negocios están tallados directamente en las paredes de The Cogs para conformar una ciudad bajo la ciudad, con calles apenas un anchas y techos altos. En estas áreas el calor es menos intenso, pero el aire está lleno de olor a humo y basura. Estos son hogares de goblinoides y otras criaturas monstruosas.

Al salir de la estación de la guardia Jessica se encuentra con sus compañeros que acaban de volver a descender frustrados al no conseguir ayuda de Dolom. La periodista brevemente comenta que, sin querer, Kafton le confirmó que "están pasando cosas" pero que nadie fuera de la guardia lo sabe, razón por la que detuvo a Jessica y la interrogó de forma casi paranoica. Casi como al pasar comenta lo del conjuro sobre su cuerpo por lo que el reloj corría. Además Jessica menciona el diálogo con el vecino de celda, lo que desencadena que vuelva a entrar a la estación, está vez acompañada de Rusty. Ante un incrédulo Kafton y un diálogo en le que cuidan sus palabras para no desencadenar al explosivo enano terminan revisando la celda en la cual se supone no debería haber prisionero. Una inspección de la celda le revela a Jessica extraños polvos en la ventana tapiada. Investigan el lado exterior de la estación encontrando más de este polvo, presuntamente utilizado para crear la ilusión de que un reo hablaba con Jessica desde la otra celda cuando en verdad el interlocutor estuviese fuera de la estación. El polvo se caracteriza por tener algunos granos que reflejan una luz violácea que permite, tras un par de intentos seguir el rastro ya que el olfato de Daerastrix no alcanza para distinguir cualquier rastro de olor entre los hedores de The Cogs.

El rastro los lleva hasta un túnel burdamente excavado hasta que finalmente sus paredes y suelo se mimetizan con ruinas que Jessica identifica como pertenecientes a Dorasharn, una antigua ciudad humana construida sobre la ciudad goblin de Ja'shaarat, aún más antigua. Tras cruzar la puerta de entrada a las ruinas los sentidos especiales de Jessica le advierten del peligro permitiéndole evadir los disparos de un grupo de goblins que acechaban en la oscuridad. Se desata el combate con Jessica yendo al frente y tirando al líder goblin por un pozo en el suelo. El combate termina cuando los últimos goblins vivo huyen despavoridos. Finalmente Daerastrix recupera algunas flechas mientras Rusty hace un rezo para recuperar energías. Al no ver otra alternativa, y siendo que el rastro llevaba hasta aquí, Rusty desciende por el pozo llegando a una amplia sala de ruinas más profundas a la que llegan varios túneles y cuya única característica son dos horribles estatuas de criaturas humanoides con tentáculos en sus hombres. Jessica toma nota y los dibuja explicando que son Dalgaunts, aberraciones creadas a base de hobgoblins por los Daelkyr en sus invasiones hace siglos.

Siguiendo el rastro de sangre llegan a una sala que parece dividida donde el goblin escapado tenía refuerzos, tres aberraciones de cuatro brazos y dos bocas. Criaturas ciertamente horrendas. El combate se da de forma alborotada. Incluso un ataque de Rusty se ve impedido al abrirse una trampa bajo sus pies que por fortuna logra esquivar a tiempo aunque queda del otro lado de su enemigo teniendo que atacar con magia a distancia en vez de su espada. Tras derrotar a la última criatura cierran la trampa, reponen proyectiles y deciden avanzar de forma sigilosa. 
Por desgracia la próxima amenaza tendría sentidos expandidos que le permitiría percibir a Daerastrix. Dos de las criaturas cuyas estatuas había identificado Jessica atacan desde la oscuridad. Utilizan sus tentáculos para apresar al kóbold y succionar su fuerza vital. Rusty avanza para combatir cuerpo a cuerpo quedando apresado también. Daerastrix termina inconsciente mientras que Rusty y Jessica, espalda con espalda, y apresados se ven en una situación complicada. Desde esa posición Jessica toma una bomba de curación de Rusty para poder salvar a Daerastrix trayéndolo de nuevo al combate.
Daerastrix logra levantarse, golpear con el estoque y tomar una posición más ventajosa. Utilizando sus tentáculos los Dalgaunts se siguen recuperando de los ataques recibidos hasta que finalmente Rusty y Jessica caen inconscientes haciendo que Daerastrix deba tomar medidas más extremas acercándose a los enemigos para tomar las granadas incendiarias de Rusty para lanzarla aunque con poca efectividad. La devolución de ataques terminaría dejando a Daerastrix agonizando, esperando la muerte. Pero el era el mejor ladrón y debía demostrarlo. De su chaqueta saca una granada robada a Rusty, un delito inocente para una situación desesperada como esta. Al haber perdido un ojo en combate logra apuntar con único ojo bueno y lanza la granada incendiaria con su último suspiro. Ambos enemigos comienzan a arder mientras Daerastrix muere sin saber si sus compañeros estaban a salvo o no.

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