.

.

domingo, 20 de marzo de 2022

Rime of the Frostmaiden - Sesión 11 (06/02/2022)

Nautiloid


Mientras llevan adelante el armado del campamento para reponerse del combate con el golem de carne son testigos de una bizarra situación. Un enorme dragón blanco surca los cielos hasta descender cerca de la extraña embarcación. Parece intentar olerlo, descifrarlo, para luego dar un gruñido suave y alejarse volando tan imponente como llegó. Por fin logran descansar, Valmin y Elric se encontraban de guardia cuando sienten una perturbadora vibración acompañada por ruidos atronadores acercándose. Alertan a todo el grupo que reacciona rápido. El gnomo lanza un conjuro de telaraña sobre el campamento para protegerlo de lo que deducen es una estampida. Se alejan del campamento y ven media docena de mamuts avanzar a toda prisa, llevándose todo puesto en el camino, pero esquivando el campamento por el conjuro de Valmin.

Nautiloid encallado

Por la mañana siguiente vuelven a subir al extraño vehículo hasta alcanzar un almacén lleno de comida podrida y extraños dispositivos en forma de esferas sobre pedestales. Sigfried encuentra extraños dispositivos que parecen ser ballestas sin la parte del arco. Su curiosidad innata lo hace recuperar varios de estos instrumentos para analizarlos luego.

Drevadex
Suben al siguiente nivel y se encuentran con una pequeña criatura que inmediatamente entabla un diálogo con Valmin utilizando el lenguaje de los gnomos. Mientras hablan, el mago percibe una cierta similitud entre esta criatura y los miembros de su raza que va más allá del tamaño e idioma en el que se comunica. Al parece la bizarra criatura habría tenido un accidente con su nave y requería cristales psiónicos para recomponerla y habría estado intentando enviar pedidos de auxilio en su idioma. Eso era lo que escuchaban o percibían los ya atormentados pueblerinos de la región. Valmin acuerda, con consentimiento del grupo, ayudar al extraño ser y reciben una pequeña caja negra que funcionaría como dispositivo para encontrar los cristales. Tras preguntar dónde podrían encontrar esos cristales Drevadex, como se hace llamar la pequeña criatura, les explica que suelen estar dónde han habido Mind-Flayers, criaturas psiónicas de gran intelecto. Eiwin inmediatamente recuerda el extraño fósil que vieron en las minas hace no mucho y recomienda visitar el lugar.
Sunblight
Dejan atrás la nave de Drevadex y continúan escalando la montaña hacia el punto fijado en el mapa de los duergars hasta encontrarse con una inmensa fortaleza embutida en la propia montaña. De lejos se ve una escalera al costado que sube hasta la mitad de la fortificación. Mientras se acercan ven como unas puertas dobles al medio y en la cima se rebaten y un extraño dragón que parece hecho de hielo negro emerge del lugar y vuela directo al norte, hacia Diez-Ciudades. Tras debatir un rato largo sobre qué hacer pues la existencia de semejante criatura no debe ser ignorada, deciden continuar. Sin el dragón era su mejor opción asaltar la fortaleza en ese momento.

Llegan hasta la sima de la escalera sólo para encontrarse con una enorme puerta cerrada sin un método obvio de apertura. Una aspillera deja ver una sala en el interior pero apenas ven una habitación sin nadie. Tras un largo rato las puertas parecen abrirse solas. La apertura es acompañada por ruidos de mecanismos en la sala aparentemente vacía. La aspillera no da buena visibilidad hacía el interior. Al ingresar son atacados por una docena de enanos duergar desde aspilleras a los costados del recibidor y desde el frente con combatientes cuerpo a cuerpo.
Defensores Duergar
Tardan en organizarse, pero utilizan magia para atacar a los enanos tras las aspilleras y avanzan sobre el pasillo. De a poco van desgastando las fuerzas enanas y logran derribarlos de a uno aprovechando que el gran número de enemigos queda trunco en el angosto pasillo más allá del hall.
No avanzan mucho en la fortaleza hasta encontrar una sala con un enorme mecanismo ascensor por el cual suben hasta una gran sala llena de engranajes, mecanismos y más guardias enanos. Esta vez los enanos son apoyados por refuerzos más duros. Enanos con expresión de dolor metidos en extrañas armaduras dotadas de enormes pinzas y martillos. 
Duergar Hammerer
Mientras los lentos constructos avanzan los guardias enanos utilizan sus poderes para agrandarse. Valmin trata de controlar la situación con su conjuro de telaraña mientras Eiwin utiliza su conjuro de Hacer Añicos que afecta particularmente a los constructos. El homúnculo de Sigfried logra derribar a un duergar enorme gracias a que se encontraba preso por la telaraña.
El homúnculo de Sigfried
El combate parece estar perdido, pero un golpe de suerte y agilidad de Sigfried esquivando una lluvia de golpes da tiempo al equipo para terminar de liquidar a los duergars y sus constructos. Al terminar el combate Valmin investiga los enormes mecanismos de la sala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario