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miércoles, 19 de abril de 2023

Exandria - Sesión 22 (02/04/2023)

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¿10 de Quen'pillar de 836 Post Divergencia?

Desde la oscuridad, entre las sombras, emergen rápidos disparos de flechas extremadamente letales. She-ra da la señal para que la bestia de la tierra que la acompaña se posicione mientras trepa a la estatua de un guerrero cubriéndose con el escudo que este porta en alto.

Desde la altura lanza su conjuro de cazadora haciendo aparecer una máscara de porcelana en su rostro y dispara su arco matando a uno de los agresores. Nyzel utiliza su conjuro de frío mientras que Darastrix intenta utilizar las sombras a su favor para disparar pero no es certero. Frederick corre entre las columnatas que forman una especie de laberinto hasta un incursor y lo golpea con su espada, luego repele con su escudo algunos ataques al igual que la bestia compañera de She-ra, que por su lado se oculta en el enorme escudo de la estatua para protegerse. Otro agresor intenta acercarse a la espalda de Darastrix pero es repelido por la distracción de sus espíritus acompañantes, un segundo ataque corta algunas escamas del kóbold. Desde lo alto, She-ra sigue disparando y mata a quien acaba de herir a Darastrix. No puede permitir que algo le suceda. Entre otro sector de las columnas Nyzel saca su hacha y golpea a un enemigo, no para liquidarlo pues lo marcial no es su metié, sino que al abrir una herida en su cuerpo lanza un conjuro aterrador que hace fluir el líquido fuera del enemigo y rodea al enano protegiéndolo y creando una armadura de sangre flotante.

La sangre rodea a Nyzel
A pesar que sus compañeros no lo ven, se asoman los incisivos puntiagudos de She-ra que se relame al ver la escena. Entre otras columnas Frederick está concentrado en repartir espadazos mientras mata a un agresor y luego al que "donó" la sangre a la armadura del enano. Darastrix se pone a recuperar flechas al verse fuera de peligro mientras She-ra pide gritando que dejen vivo al último agresor, debían interrogarlo. Tras escuchar esto y esquivar un ataque manteniendo la posición defensiva, es su bestia quién deja inconsciente de un mordisco al agresor. 

She-ra rápidamente ata de manos al agresor mientras Darastrix busca otro foco de resonancia. Tras un par de minutos se comienza a sentir abrumado por la inmensidad del laberinto y grita por Nyzel. Frederick pone al agresor contra una estatua, lo sienta y lo despierta apoyándole la punta de su espada en el cuello diciéndole que le convenía comenzar a hablar. El sujeto admite ser un simple ladrón diciendo que parecían presa fácil. Frederick remarca que "al parecer" no lo son al tiempo que sus compañeros apilan a los muertos para remarcar la idea. Luego intenta hablar con Paighon notando que había desaparecido. She-ra va tras él siguiendo unas huellas. Nota otro par de pies en las huellas que continúan hasta el distrito Aedificium junto a un edificio sin puertas y ventanas. 
Aedificium
Decide volver, le preocupa más el kóbold que el hechicero. Por su lado, Frederick mete un trapo en la boca del ladrón, lo ata bien fuerte y sale en busca del kóbold y el enano.
Finalmente dan con una columnata que emana magia ante los ojos de Nyzel y la vibración de las piedras. Notan que la placa de la estatua correspondiente fue retirada. Inspeccionando un poco más notan una sección falsa que logran remover mostrando un interior hueco en la columna en la que encuentran un pequeño tesoro, probablemente escondido por los ladrones. En medio ven una pequeña columnita de piedra sobre la cual se encuentra aparentemente clavada la piedra que buscan. Tras intentar mover inútilmente la piedra usan un cincel para romper la parte de piedra hasta dar con un núcleo de hierro. Tras varias horas turnándose con She-ra desmantelan la columna de piedra viendo que el núcleo de hierro flota en el aire, anclado, inamovible. En su parte inferior parece rematado en un caballo. Intentan entender qué están viendo hasta que Frederick toma una gema que se encontraba en el tesoro y la utiliza para canalizar un conjuro identificador. 
Immovable rod
Se trataba de un cetro inamovible. Al desactivarlo presionando un botón oculto este cae y también lo hace la piedra mágica resonante clavada en el otro extremo. Al recuperar el objeto retoman el tema de la desaparición de Paighon, rememoran que Aedificium es un barrio peligroso y deciden ir hasta dónde She-ra rastreó huellas. 
Calle del elefante
Atraviesan la calle más ancha del distrito hasta llegar al muro donde las huellas terminan. Inspeccionan el lugar notando que no tiene puertas ni ventanas. Darastrix incluso vuela hasta la parte superior para buscar algún acceso secreto. Siendo ya de madrugada She-ra deduce que se debe entrar por algún medio mágico y busca a un mendigo cercano para consultarle por el edificio. Su plan da resultado y así descubre que se trata de la Biblioteca del Silencio. Le explican que sólo los bibliotecarios pueden ingresar y que no se debe confiar en ellos, por algo utilizan máscaras. Se dice que se arrancan la lengua y se deben desfigurar. Siendo ya muy tarde buscan una posada en el distrito y alcanzan una pared cubierta de extraños cuadros. Parece atraer a una multitud de curiosos y estudiosos. Ven todo tipo de cuadros, incluso uno que les rememora a Whitestone incendiándose. Cansados ya, se dirigen a Frame's Inn.
Calle de los cuadros
En la posada She-ra pide comida a la habitación mientras el resto conoce brevemente a Resne, la mujer que regenta el lugar.

¿11 de Quen'pillar de 836 Post Divergencia?

Ese día duermen mucho más de lo esperado, hasta después del mediodía. Comen algo rápido y parten a las prisas hacia la parte norte de la Ciudad Exterior. Así es como terminan en uno de los sectores más carenciados del distrito. Notan las miradas desconfiadas mientras atraviesan los húmedos callejones. Más temprano que tarde se cruza en su camino una criatura infernal diciendo atinadamente que ellos "no eran de allí", luego se presenta como Razuel y exige que entreguen las armas y el dinero. El únido desenlace es la violencia y se preparan a combatir por su vida.
Barbed Devil
She-ra lanza un conjuro y trepa a un techo. Frederick detecta a otro diablo acercándose por la retaguardia y lo encara rápidamente. Un golpe normal no parece ser eficaz. Darastrix intenta con sus flechas pero también genera un daño reducido. El escudo de Frederick se pone a prueba repeliendo varios golpes de hacha. Nyzel utiliza un rayo debilitador para reducir el daño que pudiese recibir Frederick que hace una maniobra con su escudo tumbando al enemigo y atacándolo en el suelo repetidas veces. Darastrix aprovecha y se acerca para apuñalarlo con su daga mágica. Frederick y la bestia siguen esquivando hachazos, el guerrero con mucha más pericia que el animal. Nyzel y She-ra disparan desde la distancia y continúan intercambiando golpes. Finalmente los diablos se cansan de la fuerza bruta y comienzan a utilizar sus conecciones con los nueve infiernos. Es entonces que se comienzan a abrir fisuras en el suelo emanando fuego infernal de ellas.
Frederick se enfrenta al infierno
Frederick y Nyzel son los primeros en quedar atrapados entre las llamas. El guerrero es rápido e invoca un conjuro para absorber el fuego y protegerse. Entre el caos Darastrix logra conectar una puñalada letal matando a uno de los enemigos mientras el otro diablo hiere a She-ra. El fuego amaina sólo para dar paso a otra amenaza infernal, los alrededores son cubiertos por hongos y musgos que liberan esporas tóxicas aunque logran resistir el efecto venenoso. La bestia de She-ra, sin embargo, recibe un golpe de coletazo que la aniquila. Segundos después Nyzel elimina al último diablo de un ataque mágico. El enemigo no muere, sino que es envíado a su plano natal mientras amenaza a Nyzel y ríe burlón. Una vez en calma She-ra intenta hablar con los vecinos, pero se muestran reacios y hasta enojados. Nyzel toma el mapa y busca otro posible punto.
Una larga caminata los lleva a otra plaza. Parece más tradicional, con kioskos y transeúntes. En el centro un extraño pozo. Frederick toma una moneda y le pide a un mendigo algo de información. El pordiosero parece algo paranóico y hasta algo loco. Decide inspeccionar por sus medios. Nota que el pozo es parte de la construcción de la plaza e incluso tiene una escalera caracol que desciende en la oscuridad. La piedra que Darastrix acerca no resuena e incluso lanzan una antorcha al pozo pero desciende hasta volverse un punto imperceptible y desaparece. Frederick y Nyzel toman el cetro inamovible y se atan a él ya que ambos no tienen medios para escapar. Comienzan a descender incontables pasos en la oscuridad sin percibir el tiempo transcurrido. Incluso sus pasos se sincronizan. Para calmar la tensión She-ra comienza a contar la historia de cuando ella conoció al Gran Mago Led, aunque dice que de "gran mago" no tiene mucho pues aunque asegura que ha viajado por muchos mundos y planos de existencia se había perdido fácilmente y la cazadora lo tuvo que ayudar en el bosque, un grupo de trolls casi se lo come. Continúa explicando su vivencia y Darastrix se muestra particularmente interesado por la túnica del mago. La cazadora intenta motivar al kóbold para que cuente algo personal, pero éste esquiva el comentario y continúa preguntando por Led. Finalmente cede y se sincera confesando que quizá no desee volver al mundo del que vienen pues allí había encontrado cómo lidiar con las penas del pasado. Según lo que una tal Merlina le explicó, el Rey de las Cenizas había muerto y sólo lo mantenían vivo como recuerdo. Lo dice casi como si acabase de terminar de entender el significado y profundidad de las enseñanzas de la tal Merlina. She-ra, inquisidora como es, presiona al kóbold que responde que allí es capaz de identificar sus tormentos en su mente, en vez de temer que se encuentren tras cada sombra. Se envalentona diciendo que los ayudará a salir, pero llegado el momento no promete volver con ellos. No parecen percibir el paso o detenimiento del tiempo así que las preguntas pasan a Frederick que casi ni abre la boca. Nyzel por su parte explica que está siguiendo los pasos de un tal Nacro, con quién planea aprender e instruirse, también muestra preocupación por la desaparición de Paighon, aunque Darastrix lo tranquiliza diciendo que seguro fue por voluntad propia.


Junto a esta, afloran otras preocupaciones. She-ra teme las repercusiones de intentar timar al templo de la destrucción y luego ven que Frederick se encuentra ausente. Es ahí cuando She-ra comanda a su armadura que ilumine el camino. Ni rastro del guerrero, la cuerda que lo ataba a Nyzel cuelga inerte. Sin tomar consciencia de su separación Frederick continúa su descenso asta escuchar una voz conocida. "Traiganlo, encontré el error en la fórmula, esta vez va a funcionar". Su mirada se vuelve nerviosa mientras grita por sus compañeros.
La mente de Frederick
Pone la mano en el pomo de su espada y luego reconoce a un niño gritar. Era él mismo de pequeño. Tropieza al bajar a las apuradas, rueda, se golpea la cabeza, mira su mano con sangre por el golpe y queda justo frente a Sylas y Corbran, sus hermanos de la familia Coulbrand. Ante la mirada perpleja del, ahora pequeño, Frederick repiten: "tenemos que hacer más pruebas". El joven es maniatado y arrastrado a una mesa de pruebas. Cuando lo van a preparar para engrilletarlo a la mesa desata un puñetazo con su brazo de niño pero con la fuerza que incontables batallas le dieron a su cuerpo adulto de guerrero. El ojo de Sylas se ve comprometido por el golpe. 
Sylas Coulbrand
Ante la irreverencia ambos hermanos se abalanzan sobre el pequeño que intenta esquivar y correr pero le jalan la ropa. Acorralado y a punto de ser golpeado hasta el desmayo instintivamente llevó su mano a la cintura, buscando una espada, curiosamente la encuentra como si siempre hubiese estado allí. Desenfunda y le corta el brazo a Corbran haciendo un regadero de sangre mientras este grita por la guardia.
Corbrand Couldbrand
Sylas se abalanza sobre él mientras grita pero Frederick le separa la cabeza del cuerpo con un golpe limpio de espada. Envalentonado amenaza a los guardias que se hacen presente mientras Sofia, su hermana, grita de lejos que no le hagan daño. Al llegar a escena un guardia la tumba con el escudo apartándola. Intenta correr hacia el agresor pero es repelido y le cercenan un brazo. Siente un dolor sólo comparable con los experimentos sufridos. Desesperado vuelve a cargar y esta vez le cortan una pierna dejándolo reducido completamente. De nuevo en la mesa de experimentos su hermano, Corbrand, enfurecido le clava un puñal en el muñón generando dolor aún desconocidos para Frederick. Gritando de dolor ve como comienzan a chispear rayos en la mano de su hermano. En ese momento y más desesperado que nunca intenta su conjuro de paso brumoso, producto de los poderes faéricos que lo ocupan. Aparece un metro sobre su hermano. En el aire arranca la daga clavada en su muñón y cae sobre él apuñalándolo repetidas veces hasta convertir su rostro en una compota sin forma ni vida. Cae al suelo...
...
El resto del grupo finalmente llega al fondo de la escalera caracol. Encuentran a Frederick inconsciente en un charco de unos cinco centímetros de profundidad de un fluido rojizo, como de sangre. Tiene una de las gemas en su mano. En pocos instantes el guerrero recupera la conciencia mientras sus compañeros lo están sacando de allí. Darastrix no encuentran túneles secretos o la forma en que se haya separado del grupo. El guerrero dice ligeramente que tuvo una pesadilla y se muestra sorprendido al enterarse que lo encontraron con la gema y deduse que todo se trató de una prueba. Mientras ascienden accede a contar que él fue el único en no tener habilidades mágicas en su seno familiar, razón por la que su padre lo odiaba y sus hermanos lo usaban para experimentar. También explica cómo las distintas situaciones de estrés parecen despertar poderes en él producto de experimentos. Admite que ellos siguen viviendo en Kymal y que su padre fue herido, razón por la que no practica más magia. Nadie supo por qué él no posee cualidades mágicas y que por esta razón intentaron meterle un espíritu faérico por la fuerza. Termina dando detalles de las visiones del pozo y que disfrutó apuñalando a su hermano. Darastrix siente compasión pues a sus ojos es difícil volverse contra la propia tribu y She-ra asegura que el pozo lo "eligió" a él por ser el más traumado del grupo.

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