Tras liquidar una enorme cantidad de animalias voladoras el resto del enjambre se disipa. Intentar intercambiar más información con Lief pero el viejo contador para perturbado, según él ya han incomodado a Strahd.
Siguen explorando los oscuros rincones del castillo y encuentran unas perturbadoras figuras negras conformadas por enjambres de ratas aparentemente inteligentes. Freydis utiliza su conexión con la naturaleza para entablar una conversación con alguna de las ratas. Al parecer las pequeñas bestias estaban al servicio de Strahd y tenían orden de matar a quién intenta atravesar ese pasillo. Ni siquiera la oferta de deliciosa comida tentaba a las ratas por lo que, frustrado, Hess descarga sus poderes divinos sobre los pequeños animales. Obviamente los pequeños roedores son son rivales para el curtido grupo y caen de a docenas.
La entrada a la siguiente sala parece brillar con luz propia mostrando extraños grabados del mismo Strahd. Disipan la magia de la puerta temiendo el efecto de alguna trampa e ingresan encontrando una extraña escena. Una abandonada mesa lista para festejar una boda que nunca fue. Freydis encuentra el muñeco del novio, faltante en la torta, entre los escombros, como arrebatado violentamente del postre. Entre los objetos de la sala encuentran lo que sería un laúd mágico de un bardo que, obviamente, nunca llegó a presentarse. Rememoran la historia de Strahd, su hermano Sergei y Tatyana y debaten todo tipo de ideas sobre lo que pudo haberse sucedido en las entrañas del castillo aquella noche.
Una nueva sala los pone frente a una bañera llena de sangre, pero esta no sería la visión más perturbadora, sino que cuando Hess intenta perturbar el fluido estancado una criatura surge de lo profundo de la sangre trepando al techo para luego correr a cuatro patas y arrastrarse hacia la siguiente sala. Tras superar el shock por la grotesca situación Sariel le resta importancia declarando que todo había sido algún tipo de ilusión. Lo confirman al retirar el tapón de la bañera sin que la sangre fluya o se vacíe, cosa que sólo sería posible si la sangre es una ilusión.
Instrument of the Bards, Doss Lute |
Gertruda |
Una nueva sala, una nueva situación desconcertante. La habitación aledaña a la bañera parece ser la habitación principal del castillo. Allí encuentran a una joven de actitud completamente inocente, hasta imprudente, que los confunde con sirvientes. Con el fin de sacar algo de información útil siguen el juego fingiendo ser servidumbre. Les lleva algo de tiempo pero descubren que se trata de Gertruda, la hija perdida de Mary de Barovia. Al parecer la joven había huido de la miserable vida con su madre hacía el encantador príncipe Strahd para vivir como una princesa. Aún desconcertados exploran la biblioteca del mismo piso y continúan explorando hacía una de las prominentes torres del castillo.
El Corazón en su torre |
A medida que suben por la torre resguardada por un sin fin de alabardas notan que la luz de lo que sea que habita en la cima de la torre es cada vez más intensa y más cálida. Una vez alcanzan el nivel de la extraña aparición se encuentran con un inmenso corazón de cristal rojo flotante y brillante. Tras una inspección Sariel determina que el extraño corazón está ligado al castillo y Hess realiza un ritual para recibir un augurio sobre las consecuencias de destruir el enorme órgano cristalino. El mensaje es claro algo bueno y algo malo pasaría. ¿Qué tan bueno y qué tan malo sería? Sólo quedaba intentarlo.
Sariel lanza un conjuro de volar sobre Freydis quien vuela sobre el corazón y blandiendo a Shatterspike descarga una seguidilla de espadazos sobre el corazón que explota en mil astillas y polvo cristalino al recibir el golpe. Las alabardas apenas atinan a comenzar a flotar para defender el la enorme gema pero su movimiento apenas es registrado por los aventureros. La estructura se sacude integra.
Cruzan el puente y suben a la torre más alta encontrando un cofre en una extraña sala de torturas en lo más alto. En el cofre gala encuentra un increíble corona enjoyada de un valor posiblemente increíble. Saquean lo que pueden y comienzan a descender. Lo primero que encuentran es una sala destrozada habitada por gatos con los que Freydis interactúa, de nuevo, por su conexión natural. Los gatos revelan ser compañeros de un grupo de brujas que habitan el castillo pero no dan mucha más información. No les lleva mucho encontrar a las brujas, media docena de ellas se encontraba recitando cánticos y encantamientos alrededor de un caldero burbujeante.
Sin mediar palabras descargan sus hechizos sobre las brujas. Es el hechizo de Hacer Añicos de Wen que destruye el caldero volcando todo su contenido al suelo y aniquila a la mitad de las retorcidas hechiceras. Cuando solo una queda en pie la interrogan descubriendo una trampilla secreta con una manija mágica que respondía a tres golpecitos de puño en un lugar específico.
Wen incluso se pone violento preguntando por Kasimir.
Bruja Baroviana |
Descienden por la trampilla secreta y tras cruzas un oscuro corredor llegan a la habitación de huéspedes. Todo indicaría que ese el mejor lugar para tomar un respiro aunque ningún sitio sería realmente bueno para descansar en la boca del lobo. De todas formas, antes de sentirse cómodos y guiados por la curiosidad inspeccionan la sala adyacente encontrando a un peculiar hombre de nombre Escher.
Escher |
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