Forest Ridge
25 de Morrow, Año Libre 4
Todo intento por interactuar con el thri-kreen capturado es inútil. El insectoide está desquiciado. Cuando Hukaa intenta entrar en su mente se ve avasallada por un chillido y una lluvia de imágenes caóticas que la fuerzan a salir de su mente. Coconan consulta con Kass Pahr y decide matarlo atravesándolo con un jabalina. Continúan viaje y de nuevo el gladiador consulta al explorador, esta vez por la existencia de gigantes de este lado de las montañas. Kass responde de manera negativa y pasan la noche. Los halflings se dispersan en un perímetro alrededor del campamento principal mientras Kass hace incursiones a los alrededores explorando el terreno antes de volver.
26 de Morrow, Año Libre 4
Pasan un día "tranquilo" donde la mayor preocupación son la humedad y los enormes insectos que no parecen dejar en paz al grupo. Los exploradores halflings logran cazar dos z'tal, grandes lagartos bípedos con los que alimentarse.
Esa noche Kivi ve dos figuras oscuras alejándose del campamento en su guardia. Antes de que pueda alertar a alguien los gritos de Dede dejan quietos a las dos figuras. Se trataba de dos halflings que intentaban huir con los restos de z'tal y gran parte de las raciones. Ante la inminente persecución y ejecución que sufrirían vuelven cabizbajos a devolver lo robado y reincorporarse al grupo. Kass explica al grupo que empieza a sospechar que los Life Stealers son, en verdad, una mentira que se inventaron los halflings por no poder lidiar con la idea de traición o agresión entre los de su propia raza.
27 de Morrow, Año Libre 4
En la mañana siguiente despiertan sólo para comprobar que uno de los halflings finalmente huyó, aunque esta vez sin robar nada. Ya sólo quedan seis halflings incluida Dede. Coconan da unas vueltas alrededor encontrando un montículo torpemente cubierto del que sobresalen las piernas inertes de un halfling. Tras inspeccionar ve que se trata del desaparecido. La secuencia deja completamente sorprendida a Dede. Coconan detectaría una herida de daga y haciendo gestos a Hukaa para que se comunique telepáticamente le transmite sus sospechas sobre Kass Pahr como posible sospechoso. Antes de partir Kivi utiliza su bastón mágico para conjurar un hechizo que le permite hablar con las plantas alrededor. Logra consultar por Korgunard sabiendo que el Avangión habría pasado por allí "hace tiempo". El concepto de tiempo para una planta es diferente al de Kivi, pero la respuesta le sirve. Siguen la pista correcta.
Coconan avanza abriéndose paso de forma solitaria hacia un costado y rápidamente paga las consecuencias. Sin darse cuenta queda atrapado en la cristalina telaraña de unas bestias enormes. La dura y fina seda de cristal comienza a cortarle la piel y la carne. Además de alerta a una enorme araña blanca y cristalina. El enorme monstruo aparece enseguida utilizando el filo de sus duras patas como espadas y dando un brutal mordisco al gladiador. Hukaa llega a escena junto a dos halflings que comienzan a descargar sus arcos en la araña. Alkrom surge de la maleza aplicando magia curativa en Coconan mientras que Kivi utiliza su bastón para "despertar" un enorme árbol y mandarlo a combatir.
Una segunda araña aparece de entre los árboles atacando e hiriendo al gladiador mientras que la primera parece desaparecer del plano material tras golpear a Coconan quién intenta conecta un golpe con su espada y acto seguido invoca a su fiel aliado, Fenixin. El elemental volador de fuego lanza unas llamaradas sobre la araña pero esto sólo recarga su cuerpo de cristal haciendo que explote en un flash de luz radiante que hiere y deja ciegos a todos alrededor. Hukaa se concentra en el sendero potenciando su próximo ataque, uno que afecta directamente el ego del enemigo y pone en conflicto los distintos niveles de consciencia. La técnica de potenciación psiónica surte efecto y provoca un daño terrible a la araña mientras más halflings llegan a escena. Alkrom vuelve a curar a Coconan manteniéndolo en combate mientras Kivi lanza seis discos gigantes de piedra en un solo ataque conectando varios golpes. El árbol "despierto" también, aunque cegado, conecta un golpe. De nuevo Coconan es golpeado por una araña que desaparece justo antes de materializarse la otra que vuelve a arremeter dejando inconsciente al gladiador, aunque fuera de peligro por la corona mágica que porta. Con el gladiador fuera de combate la araña golpea y destruye al árbol y luego muerde fuertemente a Alkrom.
Hukaa utiliza el sendero para desintegrar las moléculas de la bestia haciendo un tremendo daño, pero sin destruirla completamente. Llega otro halfling a escena mientras Alkrom toma a Coconan y fundiéndose con la tierra bajo sus pies lo aleja del peligro.
Kivi se transforma en un gigantesco gorila rocoso dando un grito para llamar la atención de las arañas. Su transformación sirve para desviar muchísimo daño de ambas arañas hasta que el enano no puede mantener más la concentración en su conjuro de polimorfarse. Hukaa corre hacia Kivi y lo transporta generando un vacío que golpea y destruye a esa araña, además de causarle náuseas y vómitos al enano. En una posición segura Alkrom vuelve a curar a Coconan trayéndolo de nuevo a la consciencia. Cuando la araña restante vuelve a aparecer Kivi lanza su ventisca ardiente destruyéndola en mil pedacitos de cristal además matar a dos halflings y necrosar los árboles y plantas en el camino.
Para cuando terminan el combate Kivi estaba petrificándose igual que tiempo atrás lo hizo Coconan en el desierto. Sólo que esta vez el enano llama al poder del velo mágico que tomó de la profanadora en la Fortaleza de Akarakle. Logra resistir la corrupción de los espíritus y aún así ganar su fuerza para repeler la magia que lo estaba transformando.
Terminado el combate Dede pide enterrar a los caídos. Si bien entiende que no fue intencional su muerte, no logra ocultar su enojo. Kass se hace presente y notan que se ha perdido otro halfling. Sólo quedan Dede y dos exploradores. Coconan es quien vuelve a encontrar otro mediano en igual condición que antes.
Con altas sospechas esa noche Hukaa dice en voz alta que armen el campamento como siempre mientras telepáticamente avisa a sus compañeros que irá a vigilar a Kass. Kivi lanza un conjuro para que se mueva sigilosamente en la vegetación mientras ella utiliza el sendero para borrar su imagen de la mente de Kass haciéndola invisible a sus ojos. Es así que logra seguir al explorador hasta encontrarlo y detenerlo a punto de matar otro halfling. Lo detiene usando el sendero para suprimir sus sentidos dejándolo inútil para cometer el asesinato. Kass rápidamente explica y admite que estaba matando a los halflings. Se muestra muy sospechoso de ellos y asegura que en cualquier momento los medianos se los comerán y que hace un servicio a quienes quieren vivir en el bosque. Kivi y Hukaa se muestran apáticos por los halflings y en esas condiciones priorizan tener un guía. Secamente Kivi pregunta si Kass los puede llevar a su objetivo recibiendo una respuesta positiva. Comienzan a debatir sobre qué hacer con los halflings hasta que Hukaa finalmente utiliza sus poderes para ordenarle mentalmente a uno de ellos que suelte sus armas y vuelva al asentamiento. Los otros dos toman las armas caídas y corren tras él perdiéndose en la espesura.
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Halfling salvaje |
Retoman la marcha y más adelante ven rastros de halflins. Son atacados por sorpresa pero gracias a la advertencia de Alkrom que, cubriendo la retaguardia, escuchó a los agresores, se ponen a cubierto minimizando las heridas. Intentan dar con ellos pero se pierden corriendo por las copas de los árboles. Deciden acelerar la marcha para dejar atrás a los medianos y no perder tiempo hasta que llegan a un extraño jardín de hermosas plantas de pétalos naranjas pero Kass advierte que las neblina de polvo sobre el jardín es en verdad tremendamente venenoso y deben evitarlo por lo que Kivi utiliza el conjuro que aprendió de Alkrom: La Ola de Tierra de Alkrom. Utilizan el conjuro para crear, efectivamente, una ola o alud de tierra para surfear el bosque hasta llegar a un valle dónde Kass pide que se detengan.
Caminan hasta encontrar con cinco halfling que, según las traducciones de Kass, son seguidores de Pakk, el Think Maker. Aseguran que Pakk los está esperando y los guían hasta las ruinas dónde habita el halfling.
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Pakk, el Think Maker |
Llegan a una arbolada en medio de unas ruinas principalmente construidas en mármol dónde deben acceder a través de varios puentes de soga y madera. Allí los reciben Pakk y su compañero felino de pelaje rayado, un kirre. Pakk explica que Korgunard se encuentra allí, que seguramente no se ha comunicado con ellos por estar consumido por su trabajo, que ellos no pudieron conectar con el Avangión por estar este en un lugar en el que se debe dominar realmente el sendero para conectar y que actualmente no pueden ir a verlo ya que se encuentra donde sus mentes no están preparadas para ir. Sin embargo ofrece conectarlos con Korgunard a través de él. Es así que se sientan en círculo alrededor de Pakk y entran en comunión mental. Escuchan la voz de Korgunard diciéndoles:
- ¡Finalmente han llegado! Los voy a necesitar para mi transformación. Enviaré por ustedes al Templo de Ral esta noche, cuando la luna esté alta.
Luego la voz de Korgunard se apaga y Pakk explica que posiblemente esté guardando sus energías. Dice que debe meditar y que los buscará allí más tarde. Acto seguido se retira con su kirre.
Kivi comienza a deambular por las ruinas hasta dar de casualidad con un pterran apresado. El reptiloide se encontraba encadenado por sus muñecas a la pared.
La criatura no tarda en pedir ayuda aunque Kivi se muestra reacio. No pretende ofender a Pakk siendo que él lo conectaría con Korgunard. Aunque la poca curiosidad que le queda fue suficiente para que, al preguntar los motivos de apresamiento del pterran, averigue que fue por diferir en opinión respecto al asesinato del Avangión. Esto cambia completamente la perspectiva de Kivi respecto al pterran, cuyo nombre es Ptalan, y respecto a Pakk y todo el lugar. Utilizando su bastón como palanca arranca las cadenas de la pared y le pide a Ptalan que espere. Más tarde vuelve con Alkrom, Hukaa y Coconan para que conozcan a Ptalan. Debaten un plan y sobre la nueva información. Dudan de que lo que Ptalan haya visto como muerte de Korgunard haya sido en verdad un método de la transformación ya que recuerdan que en Urik Korgunard también fue herido. Por si la cosa se pone fea preguntan por una debilidad de Pakk ya que Ptalan ha venido a estudiar de él. El pterran no conoce una debilidad real pero asegura que si está en peligro huirá a su santuario. Coconan rompe los grilletes con sus manos y vuelven a la arbolada. Pretenden hacer como que no saben nada para ver qué planea Pakk.
Más tarde y bajo la luz de la luna Pakk los busca donde los había dejado y junto a sus seguidores halflings los guía por un polvoriento camino hasta el Templo de Ral.
Una vez en el ruinoso y aislado templo al borde del valle vislumbran como un radiante y parpadeante portal aparece frente a todos. Pakk detiene a sus seguidores explicando que el portal no durará mucho, él y los recién llegados deben cruzarlo. Inmediatamente cruza por el portal mágico. Coconan, Hukaa, Alkrom y Kivi cruzan inmediatamente mientras el portal se cierra.
Uno a uno van sintiendo como desaparece el piso bajo sus pies y comienzan a descender en caída libre. Sin mucho tiempo para pensar Kivi intenta transformarse pero la sacudida de la caída hace fallar su conjuro. Vuelve a pedir ayuda al velo mágico. Esta vez los espíritus del velo lanzan el conjuro por él convirtiéndolo en ave gigante evitando el golpe letal. Hukaa toma a Coconan antes de golpear el suelo y utiliza su transporte molecular a pesar de que esto golpea a Alkrom quién continúa su descenso hacia un enorme hoyo en la tierra forrado de vegetación brutalmente espinosa. Kivi desciende volando hasta el cuerpo de Alkrom para recuperarlo y una vez reunidos es Hukaa quien lo cura. Desde el lomo de Kivi Hukaa toma vuelo e identifica la geografía y disposición del valle mientras debajo Coconan y Alkrom escuchan ahullidos en la noche.