Todo se vuelve borroso por un segundo, al instante la Raya de las Nubes está aterrizando en el suelo. Eriana, aún consciente, sale rodando pero ve que Alkrom, aún con la cuerda de cuero improvisada atada al brazo comienza a ser "succionado" por la arena a medida que la Raya comienza a enterrarse de nuevo.
Raya de las Nubes |
Sin tiempo par pensar corre a liberar a su amigo. Una vez a salvo busca un lugar para refugiarse hasta que Alkrom despierte del sueño inducido. Al poco tiempo el enano despierta y deciden buscar a su aliados. El panorama no es bueno, no reconocen el entorno. Parecen haberse alejado muchísimo.
Trepan a una formación rocosa con la esperanza de encontrar algún punto de referencia. Una vista alentadora: un oasis se ve hacia el norte y encaran en esa dirección. En el camino encuentran un ganado de Erdlus, aves del tamaño de un humano grande con escamas en vez de plumas y deliciosa carne. Utilizando parte de sus armaduras intentan armar, otra vez, riendas improvisadas, una montura sería ideal. Eriana busca algo de pasto comestible para amigarse con alguna de las bestias y lo logra pero al intentar ponerle las riendas la parvada comienza a correr, menos los dos que son ahora controlados por Eriana y Alkrom. Al ver a los Erdlus correr al oasis también ven la figura de un humano que se acerca a ellos y los contiene. Deciden dar una visita al dueño, protector o saqueador del oasis en forma pacífica. Obtienen buenos resultados.
Silom el Preservador |
Silom es un ermitaño que entra rápidamente en confianza con Alkrom al saber que éste es un clérigo en comunión con los espíritus de la tierra. Él es un preservador, un mago que sabía devolver la vitalidad de la tierra de nuevo a ella luego de lanzar su magia y se encontraba protegiendo el oasis de un antiguo amigo druida que había muerto en combate contra un profanador. Se les ofrece refugio y comida por una noche, no todas las almas están podridas en Athas. Al día siguiente continúan los relatos y Silom se pone en alerta al saber de la muerte de Kalak. Todo cambia en ese instante, pega un chiflido y tres rayas de las nubes del tamaño de un inix cada una acuden a ellos. Ahora Silom debe dirigirse a Tyr y en el camino llevará a sus nuevos amigos. Cada uno monta una criatura y salen volando hacia el sudoeste. Un nuevo ataque de hombres-buitre es repelido por un poderosísimo hechizo, magia más poderosa que cualquiera que hayan presenciado anteriormente. Al aproximarse a Tyr Silom los despide y sus rayas comienzan a descender hacia un punto negro en el desierto, serían Coconan y Kivi, el preservador continúa viaje hacia Tyr.
Kivi y Coconan
De repente todo se ve borroso y el suelo, o mejor dicho, la raya bajos los pies de Kivi desaparece, junto con sus aliados. El enano cae y ruda por el suelo. Se encuentra solo y bajo el sol carmesí. Utilizando las Montañas Resonantes como guía, aunque ahora son una delgada línea en el horizonte, comienza a caminar hacia el oeste, suponiendo que hacía allí cayó Coconan. El tiempo pasa y llegada la noche ve a lo lejos la fortaleza del noble al que visitarían. No hay rastro de sus compañeros y como la temperatura comienza a bajar busca refugio y descansa lo que puede. Según sus cálculos habría pasado cerca de dónde estaría el Gladiador.
Con energías renovadas y pudiéndose abastecerse él mismo de agua vuelve sobre sus pasos buscando a sus compañeros. Utilizando magia de localización encuentra el cuerpo de Coconan sobre los retorcidos y desparramados restos del Aarakocra. Cayeron sobre el hombre buitre, que amortizó la caída para el guerrero, y rodaron por una duna mekillot. Aunque aún respira el guerrero se encuentra en no muy buenas condiciones. Kivi lo ayuda a recomponerse bajo una saliente en una formación rocosa, le suministra agua y lo cuida hasta que vuelve a tener consciencia un par de horas después. Antes de poder decidir nada sienten un extraño ruido y otra vez ese olor nauseabundo. De la nada un thri kreen cae muerto en la entrada de la "cueva", como si escapase de algo, con la espalda desgarrada e instantáneamente es arrastrado hacia atrás por algo que no alcanzan a ver. Preocupados por su supervivencia comienzan a viajar de nuevo al oeste. Tras una duna encuentran a un inix alimentándose de las bolsas de miel de un kank muerto.
Inix |
Sabiendo que son criaturas inteligentes Kivi hace uso de sus habilidades mágicas para comunicarse con el animal y establecen una amistad. La criatura carga con Coconan que sigue muy herido y los lleva a su refugio donde pueden pasar la noche tranquilos junto a la única cría que queda viva del inix. Varios huevos rotos delatan las tragedias de Athas.
Un kank con las bolsas de mil llenas |
Al despertar el inix comienza a chillar fuerte y Kivi vuelve a usar su magia para entender: una bestia se aproxima y el animal quiere que se lleven a su cría lejos. Tras debatir desesperadamente con Coconan comienzan a correr fuera del refugio con la cría de inix en brazos. Al salir vuelven a sentir el asqueroso hedor y una voz le habla a Coconan amenazándolo, él sería el próximo. Corren como pueden hasta escuchar la voz del Alkrom en el cielo. El enano y Eriana se aproximaban volando en pequeñas Rayas de las nubes.
Por fin, tras dos días perdidos, el grupo se reúne de nuevo. Tienen poco tiempo para actualizarse, según Coconan, una bestia los persigue. Al poco tiempo de comenzar a viajar la nefasta profecía del gladiador se cumple. Alkrom, que venía en la retaguardia es atacado por el asqueroso tembo que abandona su forma gaseosa para incrustar sus nefastos dientes y garras en el enano dejándolo incapacitado al instante.
El combate es digno de Athas: brutal. Pero logran vencer. Alkrom pierde un ojo y queda muy herido. Siguen viajando...
Cuando el calor del mediodía comienza a pesar y el sol carmesí a quemar deciden acampar. Eriana sale a buscar comida y encuentra una pequeña colmena de escarabajos de fuego pero no consigue alimento. Sin embargo, al regresar escuchar un tintineo metálico. Le gana la curiosidad y al dar la vuelta en unas rocas se encuentra con un humanoide retorcido y trastornado que sacude su campana y la ataca con una red de gladiador para capturarla. Comienza el combate y Eriana llama a sus aliados a los gritos.
Eriana esquiva la red, la toma y la vuelve a lanzar contra el monstruo envolviéndolo en ella. Sin embargo, tras mostrar una sonrisa retorcida se transporta mágicamente frente a Eriana, mostrando que posee habilidades sobrenaturales. La semielfa se las ve negras mientras aguanta hasta que lleguen sus aliados. Es entonces cuando la balanza cambia y aniquilan al repugnante ser.
Finalmente pueden descansar y llegar a las cercanías de la fortaleza de Vildeen. Rápidamente son interceptados por un batidor del lugar montando un kank y son escoltados tras un breve y descortés interrogatorio.
Batidor |
Audiencia con Vildeen y su asistente Hanfros |
Al siguiente día se preparan para investigar. Usando sus poderes y su conexión con la tierra Kivi hace varios rituales, así confirma que lo que está matando las plantaciones son abusos de la profanación. Además deja instalado un espíritu guardián que avisaría en cuánto un profanador ingrese a robar la vida de las plantas ya que posiblemente utilice magia para no ser visto por los mundanos trabajadores. Por su lado Alkrom, Eriana y Coconan inspeccionan los alrededores para conocer el terreno. Esa noche planean una estrategia. Al siguiente día le piden a Hanfros que simule que los echan, ya que todos sabían que estaban investigando, y luego los haga entrar por alguna ruta de escape secreto. De esta manera podrían atrapar al profanador si se hiciese presente.
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