Xardorok
El grupo se atrinchera en la sala donde Klondorn, la bestia infernal disfrazada de guía religioso, atendía sus menesteres. Utilizan las pesadas tablas negras para bloquear la puerta y duermen como pueden. Eiwin ve interrumpido su sueño por los yunques en la lejanía mientras que Sigfried, en su guardia, reconstruye un nuevo homúnculo además de investigar los artilugios que encontró en el misterioso navío en las montañas.
Xardorok Sunblight es interrumpido por los aventureros |
La mañana siguiente los encuentra saliendo al encuentro de las fuerzas de Xardorok desde el ala del templo. Una enorme caverna rodeada de torres de vigilancia plagadas de enanos grises, una enorme forja central y una grieta llena de magma flanqueada por dos filas de yunques. Eiwin comienza invocando un arma mágica voladora como refuerzo. Del otro lado el líder del clan Sunblight, el rey Xardorok utiliza su habilidad innata como duergar para incrementar su tamaño. Desde las puertas del templo Eiwin lanza un conjuro de hacer añicos a los enanos en una de las torres de vigilancia, la misma a la que Elric lanza su conjuro de bola de nieve.
Desde su posición Sigfried utiliza la extraña ballesta sin arco que estuvo investigando la noche anterior. De ella surge un poderoso rayo de energía a uno de los enanos que se abalanzaban sobre el grupo desintegrando la mitad de su cuerpo. De detrás de una esquina surge casi media docena de quaggoths fieles a Xardorok y cargan contra el alquimista que logra protegerse con un conjuro protector, pero destruyen su flamante homúnculo. Ante el peligro Valmin utiliza su conjuro de telaraña sobre las bestias peludas que se aproximan.
Soldados Duergar |
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