Rime of the Frostmaiden - Sesión 15 (29/05/2022)

 Revancha

Una vez recuperados retoman hacia la fortaleza Sunblight, a enfrentar a Xardorok. Al salir de los túneles encuentran las entradas a las minas enanas más activas sin mucho de interés por el momento así que se dirigen a la enorme edificación donde espera Xardorok. Logran vislumbrar aspilleras pero antes de poder planear un ataque Sigfried recibe un ballestazo en el pecho, Valmin lo esquiva justo a tiempo. Elric avanza y abre la puerta del edificio, ante él un pasillo largo rematado en otro par de pesadas puertas y flanqueado por más aspilleras. El pasillo de acceso estaba rodeado por dos recintos donde habrían duergars con ballestas. Sigfried busca venganza y, metiendo la mano por una aspillera, lanza un frasco de ácido a uno de los agresores. De a poco se posicionan en las puertas mientras dilucidan como lidiar con los enanos protegidos tras las aspilleras. Sigfried lanza un fuego faérico para poder alcanzarlos más fácilmente mientras su homúnculo se filtra por uno de los orificios y logra trenzarse en combate con los enanos evitando que estos disparen al grueso del grupo. 

Xardorok en su trono

Kapanuk es el primero en cruzar al otro lado y abrir las dos grandes puertas. Del otro lado la sala del trono. Xardorok esperando paciente en un trono hecho del mismo cristal negro que su corona y su guantelete. Además varios quaggoths, varios de los cuales tienen protuberancias fungoides por todo su cuerpo, atosigan a un enorme micónido traído de las profundidades del underdark. Justo al abrir las puertas Kapanuk ve como le arrancan uno de los brazos forzándolo a liberar esporas que parecen almacenar en unos extraños jarrones. 

El soberano Pleurota atosigado por los quaggoths

Con un grito de guerra Kapanuk lanza una de sus jabalinas directo al rey para luego verse rodeado de los quaggoths fungoides y los enanos que ocupaban las aspilleras de defensa. Sigfried vuelve a utilizar el arma de energía extraña pero falla esta vez. Uno de las bestias parece conjurar algo y luego se torna invisible, de a poco el grupo ingresa a la sala del trono intercambiando golpes y disparos mágicos. Mientras Xardorok se agranda para entrar en combate y corre a abrir una puerta, el micónido enorme parece entrar en acción liberando esperas que paralizan a quienes lo estaban atosigando. Elric comienza a lanzar misiles mágicos mientras Kapanuk resiste una lluvia de golpes de los enanos y los quaggoths. Sigfried lanza su fuego faérico esta vez en Xardorok y los enemigos alrededor. Él era la mayor amenaza.

Xardorok grita órdenes a sus súbditos

La bestia que se había vuelvo invisible vuelve a materializarse al golpear por la espalda a Galahxia. Valmin trata de controlar la situación apresando al rey y varias bestias en su telaraña mágica. Estando apresado Xardorok domina la mente de Kapanuk por unos instantes, semejante despliegue marcial le vendría bien. Pero Elric lanza una lluvia de misiles mágicos al enano rompiendo la concentración y liberando así la mente del goliath. El homúnculo ha sido destruido y los enanos rodean a Galahxia forzando a que desenfunde su espada y pelee cuerpo a cuerpo. Valmin hace una voltereta peligrosa para salir del combate cuerpo a cuerpo y lanza proyectiles de fuego pegándole a los guardias. 

Duergar agrandándose

Xardorok comienza a tener dificultades con la telaraña de Valmin mientras el soberano micónido continúa paralizando y diezmando a las bestias a su alrededor. Kapanuk logra conectar varios golpes certeros dejando detrás varios cadáveres. Elric y Sigfried curan a Galahxia y Kapanuk respectivamente ya que se encontraban el frente recibiendo los mayores golpes. Siguen intercambiando golpes hasta que Valmin encuentra el ángulo justo y lanza una llamarada de fuego desde sus manos. Su tradicional conjuro de manos ardientes. Aniquilando varios quaggoths en el proceso. 

Valmin y su tradicional hechizo

Finalmente Sigfried acierta un disparo de energía a Xardorok que comienza a dar signos de flaqueza y frustración. Entre medio del combate conecta otro disparo certero. No tardan en terminar de aniquilar a todos los enemigos. La corona de Xardorok cae rodando por las escaleras que rodean al trono.