The Empire Whacks Back - Sesión 12 (26/01/2025)

 Death St.. Tower

22 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia

Afilador de cuchillos

El afilador de cuchillos que Pietro había conocido en Pavida parece no prestar atención a lo bizarro del encuentro e inmediatamente comienza a cuestionar a los prófugos. Pregunta sobre su infiltración en el castillo y su pelea  con Valter. Aparentemente el sujeto es un caza recompensas, parece saber que hay un precio sobre sus cabezas, pero no el valor, no le interesa la recompensa precisamente, sólo saber que tiene permitido pasarlos por sus cuchillos. Lo siniestro de sus palabras hace que el grupo de recién llegados cruce miradas transmitiéndose la intención de pelear. El afilador de amable apariencia parece leer la situación y todo se vuelve caótico inmediatamente. Varias de las mujeres que lo acompañaban tropiezan en su ataque, pero una llega a tomar a Salvatore por su cadera inmovilizándolo. 

Pietro lanza su marca mágica en el enemigo principal y Falka le lanza un insulto mágico. A pesar de estar restringido, Salvatore repite la técnica que les dio la ventaja sobre Valter y hace subir enormemente la temperatura de un cuchillo del enemigo haciendo que éste lo suelte. Dino desafía a duelo al afilador mientras avanza contra él, el camino lodoso lo hace tropezar y fallar su primer ataque, pero logra hacer una herida con su segunda descarga. El ataque es devuelvo con dos cortes de unas enormes tijeras del enemigo. Samid entra en combate lanzando un poderoso conjuro desorientador dejando fuera de la ecuación a varias de las seguidoras del afilador. Luego usa sus poderes mentales para repeler y tirar al barro a la restante que resistió el conjuro, pero esta se levanta y apresa a Pietro.

Pietro no pierde tiempo y utiliza su espada contra su enemiga, luego es asistido por Lelia que la remata. 

Dino es el encargado de dar un revés con su porra mágica cargada de energía purificadora en la cabeza del afilador de cuchillos quedándose con la piel de éste en la punta de su palo. Sus ayudantes no representan problema y toman a una prisionera para interrogarla. Al calmarse notan que el afilador de cuchillos era un no-existente y utilizaba la piel de un rostro humano para moverse entre otros seres y pasar desapercibido. Dino toma el rostro del caído y lo pone como parche en su hombro a modo de trofeo. Al interrogar a la mujer descubren que eran lugareñas contratadas para asistir al caza recompensas sin mucha más información útil más allá del sitio donde éste había dejado su carro cargado de armas y los tesoros que juntó con los años cazando granujas.

Equipados con los tesoros del afilador siguen su viaje al este hasta dar con la aislada cabaña de una mujer de largas trenzas blancas llamada Sora Tana.

Sora Tana

Sora parece estarlos esperando y muy informada sobre los últimos hechos. Asegura ser una desertora de la Order of the Fork, orden a la que pertenecía Lord Valter y, según ella, el Archi Canciller Reginald, que es quien la lidera. Sora afirma que Reginald ha estado drenando los tesoros del Imperio a través de un portal en el hogar del castillo en el cuál estuvieron. El portal está basado en la magia de las brujas Befanas y es un conducto rápido a Aquisgrama, capital del Imperio y hogar de la secreta orden. Sora afirma que desertó justo antes de terminar su carrera como aprendiz. Sólo una última prueba la separaba de convertirse en Inquisidora o Caballero Negro. Este último grupo era liderado por Valter, su maestro. Sora propone una alianza. Sabe que son enemigos del imperio y que quieren el tesoro. Ella quiere destruir a la orden y liberar a todos los aprendices. Acuerdan continuar viaje a Verrona, donde hay un portal inactivo que ella sabe activar. Así podrían acceder al tesoro escondido en los Patíbulos del Priorato del Fork en Aquisgrama. 

30 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia

Pasan una semana recuperándose en el hogar de Sora entrenándose en los secretos místicos del Fork y recuperándose de algunas heridas. Dino, puntualmente, logra activar el Flameberge de Valter de manera eficaz. El camino hacia Verrona es tranquilo, pero no así la ciudad misma. Tras reunirse con Ventresca y desplegar su red de contactos buscando objetos útiles analizan la situación. El Imperio se encontraba en el sur, preparando un enrome artefacto de asedio que Lelia identifica como La Torre de la Muerte. La Comunella defiende las murallas interiores. Tras unas cuantas horas logran dar con un malabranche con objetos de dudosa proveniencia. Posiblemente aprovechando las docenas de muertos por el asedio, se había hecho con muchos objetos útiles para comerciar. Logran acordar un precio por un arco nuevo para Pietro.

De nuevo en las afueras, con la ayuda de Lelia, analizan la situación de la torre. Ya se encontraba armada, el camino hacia delante había sido allanado. Todo indicaba que con el próximo alba avanzaría y destruiría las murallas de la ciudad. Si querían pasar desapercibidos hasta el portal debían hacer que el asedio no termine y se prolongue. Si el Imperio cumplía el asedio sería imposible alcanzar el portal.

Samid envía a Fatay invisible hasta la carpa que parece ser de los intelectuales del campamento Imperial y logra robar los planos. De esta manera conocen los puntos débiles y como desconfigurar la torre para que colapse, además de hacer imposible que los obreros e ingenieros del imperio puedan volver a erguirla. 

La Torre de la Muerte

Para interpretar los planos Lelia hace uso de una de sus figuras de poder pedorro. Invoca a U-1D10T, una especie de constructo de hojalata incapaz de callarse, pero con grandes conocimientos sobre cualquier cosa. Así, inmediatamente descubren una intrincada secuencia que haría que las ruedas de la torre se crucen provocando el colapso de la misma en su avance. Pasan un buen rato debatiendo el plan. Otra vez las bolsas de robo de Lelia son el eje del "perfecto" plan.

U-1D10T

31 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia

A la mañana siguiente, cuando despunta el alba Pietro lanza su conjuro para pasar desapercibidos. Falka lanza su conjuro de invisibilidad sobre si misma y llega hasta la parte inferior de la torre en movimiento sin ser detectada. La torre que se encontraba completamente rodeada la noche anterior, ahora sólo esta cubierta por los flancos por su avance, dejando el frente y retaguardia libre para que la barda invisible alcance la puerta trampa bajo la torre. Allí utiliza magia para destrabar la cerradura de la puerta e ingresa a la planta baja de la torre. Una vez segura abre la bolsa mágica dando ingreso al resto.

Este piso almacenaba un complejo sistema de mecanismos mecánicos para el comando y movimiento de la torre. El calor y el ruido aquí es insoportable, Pietro sufre las consecuencias descompensándose. Al intentar llegar hasta la escalera Dino tropieza y su capa es apresada por unos engranajes. Unos instantes antes de que los engranajes destrocen su cráneo Samid lanza un conjuro que desgarra parte de la capa permitiendo que el caballero jale desgarrándola y liberándose en el último segundo. 

Torre de la Muerte

Con la ayuda de Fatay descubren que el siguiente piso es una especie de barraca llena de soldados imperiales. Para asaltarlos Samid lanza su conjuro hipnótico que sólo un soldado distraído resiste. Lo asaltan por sorpresa y al resto, que se encontraba desorientado, los lanzan de a uno hacia los engranajes que casi destrozan a Dino, comenzando así su raid asesino en la torre. Sin que lo noten el baño de sangre que salpica a Fatay hace que en él se despierte un instinto oscuro que estaba dormido. Para el siguiente piso repiten el esquema. En vez de encontrar soldados armados, son cañoneros los que son arrojados a los engranajes mortales. Piertro utiliza su bolsa mágica de ladrón para cargar cientos de granadas a disposición en todo momento. 

El siguiente nivel era el de comando. La dama fortuna les sonríe y, cuando Samid lanza su conjuro desde abajo antes de subir, logra hipnotizar a un gigante imperial. Los tripulantes levantan las manos en señal de rendición al verlos llegar y sólo un oficial que ladraba órdenes ofrece algo de resistencia. Tras matarlo lo meten a una bolsa mágica para robarle la armadura más adelante.

Samid los guía en la intrínseca secuencia de acciones que deben llevar adelante para cruzar las ruedas de la torre y, al notar que el sentido de avance comienza a cambiar debido a esto, suben velozmente al último piso. Allí más tripulantes se rinden. Sólo tienen unos segundos, se meten a las bolsas de robo y Pietro se sube a la catapulta de este nivel con la escoba voladora en una mano y los morrales mágicos bien asegurados. Justo cuando escucha que la torre comienza a colapsar y arruinar los planes del imperio corta la soga que mantenía la catapulta cargada y se proyecta al interior de la ciudad por el aire a toda velocidad con la esperanza de usar la escoba para suavizar la caída.