13 de Fifthover, Año Libre 4
Miembros de todas las razas se apelotonaban para entrar a la ciudad de Urik, las cinco piezas de cerámica solicitadas por los templarios y guardias en las puertas de obsidiana de la ciudad amurallada eran restrictivas para la mayoría de los visitantes que comenzaban a apestar a sudor bajo el sol carmesí. Un grupo de halflings, miembros del ejército personal de Hamanu, pasa atropelladamente e ingresa a piaccere a la ciudad.
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| Un templario de Hamanu imponiendo "respeto" |
El grupo ignora a los desamparados y se abre paso. Kivi se encuentra alejado de aquellas sensaciones humanas que llevaba años atrás en su última visita a la Ciudad del León, Doro está perdida en sus pensamientos, todavía recuerda dudar antes de traicionar a su templario patrón para salvar al preservador Korgunard... Pagan la tarifa por todos, incluido Rocky y se adentran en la ciudad de altas paredes. Dicen que vienen a comerciar, avalados por sus carros llenos de mercadería que finalmente terminan vendiendo.
Una vez allí se dan cuenta que no tienen una pista clara por lo que en primer lugar dejan a Rocky en un corral seguro y siguen a Hukaa al viejo mercado. Allí había tenido contacto con la Velada Alianza la última vez. Intentan por todos los medios pero al parecer los últimos eventos habían dispersado a la Alianza y sus antiguos puntos seguros ya no lo son. La vieja alfarería dónde Hukaa había conseguido el jarrón mágico se encuentra completamente abandonada.
Comienza a caer la noche y un mendigo huesudo y malnutrido tira de la falda de la elfa pidiendo limosna. Acceden a darle una moneda al pordiosero, acto que no pasa desapercibido. Instantáneamente son abordados por una templario y sus guardias. Al parecer el viejo mercado era una zona "libre de pordioseros" y brindarles monedas estaba penado por el Código de Hamanu.
El grupo no cede, alegando que no sólo uno de ellos había entregado una moneda, en ese instante suena un cuerno en toda la ciudad y los transeúntes desaparecen de un segundo al otro. Una sonrisa picara atraviesa la cara de la templaria mientras explica que ahora sí todos estaban quebrando el Código de Hamanu, Había toque de queda. Sin embargo que los transeúntes hayan desaparecido le permitía a Kivi desatar sus poderes mágicos. No iban a entregarse y comienzan a cruzar filos con los guardias y la templario que comienza lanzando hechizos de fuego. Las enredaderas de Kivi son las primeras en tomar control de la situación. Hukaa se materializa sobre un techo para disparar, Doro trepa y repite la táctica de la elfa. Uno a uno los guardias caen bajo los espadazos del gladiador y los flechazos de sus compañeras. Justo antes de que lleguen más guardias Kivi lanza un hechizo que encierra a la templario en un gran ataúd de tierra y huyen en la noche siguiendo a Doro al barrio los mendigos.
Allí son recibidos por un enano antiguo amigo de la halfling. Tras acomodarse y enterarse de las últimas novedades, especialmente del asesino nocturno que provocó que se declare el toque de queda, pasan la noche.
14 de Fifthover, Año Libre 4
A la mañana siguiente Coconan le deja unas monedas al enano en agradecimiento y se marchan. Coconan da una visita a la arena de gladiadores descubriendo que en pocos días se llevaría a cabo un gran evento en nombre de Hamanu. Los recuerdos del último evento de Kalak aún ponen nervioso al gladiador. Por su lado Hukaa intenta visitar el mercado elfo, pero sólo recibe un ataque por parte de sus congéneres del que logra zafar escapando a los techos aunque una herida con un arma envenenada la deja inconsciente.
Mientras tanto Doro, Coconan y Kivi se encontraban en una posada bebiendo y comiendo cuando son saludados por dos personas misteriosas que no eran quienes aparentaban indicando que "los esperaban" en Dustdevil Inn. Claramente la alianza se había contactado con ellos
Horas después Hukaa logra despertar y vuelve a reunirse con sus compañeros.
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| Dustdevil Inn |
Una vez en la posada situada en la parte más turbia del Barrio de los Mendigos tardan una hora aguantando las miradas de los demás clientes y la indiferencia de la camarera hasta que son invitados al primer piso dónde un enano fornido y armado con una ballesta los invita a entrar a una habitación lujosamente amueblada. Elentha y los gemelos Rondal y Randol los esperaban. La preservadora había recibido un mensaje de Korgunard y debía ayudarlos. Una importante reunión se iba a llevar a cabo entre Hamanu, sus consejeros de confianza, los sumos templarios y sus profanadores. El grupo podría infiltrarse y escuchar. Si la reunión tenía que ver con el campo psiónico era su deber averiguar todo lo posible para ayudar a Korgunard.
Elentha les ofrece frutas mágicas y les da indicaciones precisas para ingresar al Reino del Destino, el palacio de Hamanu, utilizando un antiguo pasaje por las cloacas. La entrada secreta está marcada por un cuadrado grabado con puntos.
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