El velo de la profanadora |
21 de Hexameron, Año Libre 4
De los diversos objetos mágicos que recuperan de la profanadora el que más llama la atención es una extraña máscara que parece poseer espíritus profanadores y tiene un aura de corrupción. Tras un debate deciden que Kivi lo llevará pero sólo para un caso de emergencia. Las despedidas no son muy protocolares. Dejan a Marcus y emprenden el regreso con Trenbull. Ya es de noche y las provisiones se van acabando.
22 de Hexameron, Año Libre 4
La Dama de Obsidiana va llegando a Avegdaar y deciden que Kivi y Doro busquen alimento en la isla. Vuelven tras unas horas con raíces y musgos. Nada muy sustancial. Al mismo tiempo notan que el campo psiónico se va tornando más fuerte y sus heridas no sanan al mismo ritmo que solían hacerlo.
El ataque de los gigantes |
Por la tarde de ese mismo día unas enormes figuras aparecen en la neblina del Mar de Polvo, como media docena de gigantes aparecía al trote dirigiéndose hacía el navío. Sólo Coconan entiende los gritos y se preparan para el combate. Al estar a alcance de hechizos y flechas notan que uno de ellos, el chaman, portaba el bastón de Kivi en su forma de árbol y lo utiliza para lanzar el hechizo de pared de espinas sobre la embarcación. El druida responde, aún mermado de recursos, con un hechizo disipador para proteger a sus aliados.
El resto de los gigantes llegan lanzando rocas. Ante la desesperada situación Kivi pide a Coconan que acelere al máximo. Recomendación que el gladiador convertido en marinero acata. Abre las velas, domina el timón y acelera todo lo que puede embistiendo de frente a los gigantes pero sólo logra avanzar a través de ellos. La embestida reduce la velocidad de la nave y los gigantes corren para alcanzarlos de nuevo cargando con sus garrotes. Coconan logra escuchar algo de una recompensa en el griterío de los invasores. Recompensa que seguro motiva el feroz ataque. El chaman vuelve a usar el bastón druídrico, esta vez para aprisionar al gladiador en enredaderas, pero este las destroza. Hukaa utiliza el sendero para desintegrar a nivel atómico al chaman, pero la masividad del gigante hace que sea una tarea ardua, drenando gran parte del poder psiónico de la elfa marrón. El combate era duro, pero aparece un ápice de esperanza. Coconan derriba al primer enemigo con un certero golpe de Tumbagigantes y un tercer ataque psiónico de Hukaa aniquila al chaman.
Un gigante intenta, inútilmente, derriba a la dama de obsidiana |
El combate no continúa mucho más hasta que los gigantes restantes huyen. Coconan suministra una fruta mágica de curación a Kivi que se encontraba inconsciente. Luego revisan a Trenbull, que aunque herido, ya estaba fuera de peligro. Con el resto de poder que le queda Hukaa transforma su anatomía y sistema respiratorio para poder sumergirse en el mar de polvo, atar unas sogas al árbol que tenía el chaman y luego entre todos jalar para recuperar el árbol que rápidamente Kivi vuelve a transformar en bastón.
16 de Morrow, Año Libre 4
El viaje había sido largo. Habían dejado a Trenbull con los enanos Moratuk, enterrado los huesos del aguatero urikita, reencontrado con rocky y marchado directo al Valle Desverendi. Allí debían encontrarse con Korgunard, el avangión. Al llegar los invaden recuerdos. Donde hoy hay un valle tranquilo, un punto de luz en un mundo agonizante, habrían peleado una feroz batalla contra Malestic, el templario de Hamanu. Habían defendido con uñas y dientes al avangión. Doro había tomado una fuerte decisión al traicionar a su patrón templario. Kivi había vislumbrado la posibilidad de salvar este mundo y Alkrom había surgido de lo profundo de la tierra para equilibrar la balanza. Contemplar el valle y la batalla allí librada retrotrae a los héroes a más hazañas de los años pasados, Coconan persiguiendo al espía urikita en Tyr, Kivi derrotando su primer profanador, Hukaa en la búsqueda de su mentor o Alkrom forjando a Condenadora a los pies de su Lord Elemental. Luego de unos merecidos minutos de rememorar aventuras pasadas comienzan a preguntarse dónde estaría Korgunard. Sin dudarlo, Kivi consulta a los espíritus de la tierra.
Desverendi se presenta ante Kivi |
Es el mismo Desverendi quién responde el llamado mostrándose en su forma física sólo ante Kivi. Acto que el druida reconoce como drástico. El espíritu del valle se mostraba preocupado por Korgunard y no sabía donde se encontraba pero señala al grupo su posible ubicación. Debían cruzar las montañas resonantes y buscar las tribus de halflings. Cuando el enano transmite esto al grupo Doro se muestra acongojada. Declara no tener intención de cruzar las montañas resonantes y tras estrechar la mano a Coconan toma su kank y parte a toda velocidad hacía el este, hacia Tyr.
18 de Morrow, Año Libre 4
Escalar las montañas resonantes es una tarea titánica. Los kanks que acompañaban a Coconan, Hukaa y Kivi se habían negado a avanzar y habían sido abandonados a su suerte hacía rato. Sólo Rocky, aunque temeroso, continuaba. La pesadumbres también se hacía presente en el corazón de los aventureros pero ellos avanzaban de todas formas. Durante el descanso para almorzar Coconan comienza a sentirse descompuesto y se retira rápidamente buscando un lugar donde vomitar. Al demorarse demasiado Hukaa y Kivi siguen su pista. Lo encuentran hechizado por un grupo de belgois, embusteros del desierto. Su magia parece potenciada por una antigua campana de bronce que se encuentra colgando dentro de una cueva a la que se accede por una grieta.
La campana se encuentra tallada con una figura de alguna antigua religión |
Antes de que Hukaa pueda entrar a la grieta el chaman belgoi lanza un hechizo que parece cerrar la grieta. La elfa pierde tiempo hasta descubrir que es sólo una ilusión y al ingresar Kivi se encontraba apresado en una red lanzando su hechizo de enredaderas y Coconan ya había roto su red y se encontraba repartiendo espadazos. Cuando sólo el chaman queda en pie utiliza magia para huir a través de la piedra, pero no atravezándola como haría Kivi, sino alterando su propia existencia en el mundo material. Perseguirlo es inútil así que se limitan a destruir la cadena que mantenía la campana y cerrar la entrada. Continúan escalando.
Belgoi chaman |
23 de Morrow, Año Libre 4
Ya se encontraban en las partes más altas de las montañas. A esta altura hacía rato entendían por que se llamaban Montañas Resonantes. Los fuertes vientos generaban extraños sonidos al atravesar los distintos picos y laderas de la cordillera generando extrañas cacofonías que resonaban en todos lados.
Kivi avanzando al lomo de Rocky |
Se encontraban recorriendo sinuosas sendas por los escarpados picos de las montañas cuando son asaltados por dos kirres hambrientos. Kivi sabe que estas bestias no habitan en las montañas, nunca se los ve fuera del bosque. Los felinos lanzan aullidos psiónicos e intenan desesperadamente asestar un golpe y conseguir su alimento para el día. Pero no son rivales para el curtido grupo de aventureros. Esa noche cenan kirre en un cómodo refugio que Kivi encuentra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario