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domingo, 1 de marzo de 2020

Dragon's Crown - Sesión 47 (29/02/2020)

Haakar y la fortaleza de los preservadores

21 de Hexameron, Año Libre 4
Vencida la amenaza de los esqueletos asesinos Hukaa termina de cargar los pesados barriles, de nuevo llenos de agua, en su bolsillo dimensional. 
Fortaleza de Akarakle
Aprovechando la grieta en la pared, al costado de las grandes puertas principales ingresan al interior del complejo. Una grieta en el techo alineada con los agujeros en las murallas exteriores deja entrar suficiente luz. Mientras exploran el interior, sin saber muy bien qué buscan, Coconan parece escuchar ruido de batalla. Incontables horas en su celda en la arena habían entrenado sus oídos para identificar la dirección de los ruidos aunque la señal sonora sea confusa por el eco en los intrincados pasillos. Se estaba llevando a cabo un combate en algún lugar por debajo del nivel en el que se encontraban.
Hukaa encuentras unas huellas que los llevan a través de olvidadas habitaciones con catres podridos hasta lo que parece ser un comedor con mesas y sillas dadas vueltas y en cualquier posición. Allí encuentran un pozo de agua particular. Este no se encontraba directamente conectado a una fuente de agua, sino que se alineaba, sobre el nivel de una caverna subterránea, con otro pozo. Utilizan la cuerda y gancho de hueso de Doro para descender. 


Coconan, Doro y Trenbul se encontraban ya en el enorme hall que formaba el piso subterráneo, Kivi se encontraba descendiendo por la soga cuando la luz que provenía de una enorme abertura no muy lejos se ve eclipsada por un enorme ave que entra como en su nido. Sobre el lomo del ave un enigmático jinete evita las preguntas de Coconan. El ave avanza graznando e intentando, sin éxito, lanzar un poder psiónico sobre el grupo por lo que Kivi se lanza de la soga e inmediatamente lanza un hechizo de derrumbe sobre la cabeza del Roc. Un centenar de piedras caen sobre el ave causando gran daño y tumbando al jinete. Doro utiliza el pozo de este nivel para esconderse y lanzar flechazos furtivos mientras Coconan, ayudado por Fenixin, utiliza su escudo como cuña para desestabilizar al enemigo y atacarlo más fácilmente. Hukaa tarda en bajar, desde el nivel superior no lograba ver lo que sucedía pero al escuchar los gritos, ver a Kivi saltar y a Coconan amenazar se lanza al combate y utiliza el Sendero para desintegrar partes de carne del roc. A esta altura ya sabían que su enemigo era un zombie. Podía seguir combatiendo con algunos faltantes de carne. 
Tras unos ataques Coconan queda apresado entre una garra de la bestia y el suelo, pero con ayuda de Fenixin que se envuelve en la pierna del roc el gladiador logra escapar y continuar luchando. Una última flecha es disparada por Doro y el roc es destruido. En busca de respuestas Kivi comienza a mover los grandes escombros, pero sólo encuentra los restos pútridos y destrozados del jinete. 
Con el grupo fuera de peligro siguen explorando la zona encontrando sólo viejas e inútiles salas cuyo propósito es indescifrable por estado en que se encontraban. Finalmente Kivi decide utilizar sus rituales de tierra para abrirse paso en un pasadizo derrumbado permitiendo acceder a otra ala del complejo. Allí encuentran gran cantidad de esqueletos muertos además de otros que portan las extrañas armaduras de obsidiana. El combate que Coconan había escuchado había sido allí.
Exploran los oscuros corredores para sólo encontrar restos del combate, polvo y más oscuridad. En una sala encuentran jarrones de cerámica que, tras una rápida investigación, descubren que contienen vinagre del alcohol. Pensando en las capacidades flamígeras de este líquido Hukaa llena lo que le queda de espacio en su bolsillo dimensional con tres de estos jarrones de cerámica. Más adelante se encuentran con unas curiosas puertas de piedra que descubren se encuentran mágicamente cerradas. Tras un par de intentos Kivi logra suprimir temporalmente el hechizo que trababa las puertas aunque esto activa una trampa de bola de fuego.


Acceden a una vieja armería dónde distinguen rápidamente algunos objetos de valor, aquellos que no han sucumbido al oxido luego de siglos son evidentemente mágicos. Recuperan una espada mágica de acero además de algunos dispositivos. Dos extraños cilindros de cristal, uno rojo y uno negro. Además de pequeños fragmentos de cristal de distintos colores. Coconan descubre que uno puede bloquear completamente el efecto psiónico. Ahora Hukaa se encontraba al cien por ciento de su capacidad. Justo cuando terminan su investigación escuchan una explosión, esta vez proveniente de la superficie. Corren por la escalera cercana y llegan la patio interior. Allí los esqueletos con armadura de obsidiana liderados por una profanadora destruían a los últimos guardias esqueletos que protegían a un espectro. 
La profanadora comanda su pequeño ejército
La mujer se encontraba amenazando al espectro y reclamaba ciertos conocimientos antiguos que el fantasma parecía guardar celosamente. Al aparecer el grupo en escena el espectro pide ayuda, especialmente a los druidas Kivi y Marcus. Sin más paciencia la profanadora lanza rayos contra el grupo y sobre algunos de sus esbirros haciendo que sus armaduras relampagueen y cargándolos con poder al mismo tiempo que hace daño a sus enemigos.
Esqueleto mago
Uno de los asesinos de obsidiana, además, poseía poderes arcanos e invocando poderes profanadores llama a unas oscuras nubes que eclipsan el sol carmesí. De las nubes comienzan a caer rayos que dañan a los aventureros recién llegados y otorgan más poder a los asesinos.
El grupo comienza a esparcirse por el campo de batalla. Hukaa vuelta alto con sus alas, Doro lanza flechas y se separa del grupo intentando evitar los ataques de área, Coconan avanza contra los esqueletos asesinos. Marcus y Trenbull se quedan detrás atacando a distancia. 
La profanadora descarga todo su poder
Nutriéndose de las plantas que Kivi había plantado en el cantero la profanadora es capaz de lanzar un poderoso hechizo: el círculo de la muerte. Un poderoso campo de muerte consume la vitalidad de todos en su interior pudriéndolos desde dentro. De nuevo la herida del tembo que Coconan lleva en su piel lo hace resistir, pero no todos lo logran. El poderoso hechizo deja inconsciente a Trenbull. 

Coconan entiende el peligro de la profanadora y sus hechizos, por lo que utiliza la poderosa arma que Alkrom le entregó para dar un golpe a la maga y al mismo tiempo activar el efecto de silencio mágico sobre ella. Doro esquiva a los gigantes de obsidiana contra los que combatía para sumarse al ataque de Coconan.
Esqueletos de gigantes con armaduras de obsidiana
Todo parecía terminado para la profanadora, pero Coconan no contemplaba que existían hechizos que no requerían componentes verbales. Es así que la maga logra hechizar al gladiador con un beso mágico. Ahora Coconan consideraba a la profanadora como una aliada a la que debía proteger. Su accionar cambia entonces, debía atacar a Doro. 
Beso de esclavitud
Doro estaba ahora huyendo de los poderosos espadazos de Coconan, el mago asesino seguía lanzando rayos. Kivi envuelto en su campo de piedras flotantes luchaba contra los asesinos de obsidiana intentando ayudar al espectro del preservador. Hukaa seguía disparando desde las alturas y Marcus había corrido hacia su hijo para suministrarle curación mágica.

Hukaa desde le aire prepara la flecha que daría el golpe final
Desde el aire Hukaa apunta directo a la profanadora lanzando dos flechazos letales. Junto con la muerte de la maga se desactivan los pocos guerreros de obsidiana que quedaban como así también el hechizo que dominaba a Coconan.
La amenaza estaba controlada. Haakar, el espectro, se presenta y agradece la ayuda. Más aún está en deuda con Kivi por haber vuelto a traer la vida a ese recóndito rincón de Athas al plantar las semillas de los pterrans en su cantero. Ahora ya podría descansar en paz, pero había decidido retrasar el anhelado evento para proteger los conocimientos de los antiguos magos y ayudar a los druidas y sus aliados.
Haakar se presenta
Comienzan a evacuar sus inquietudes con respecto a todo lo sucedido. Lo primero que el espíritu les comenta es la historia de su tragedia. Haakar y los suyos estaban siendo asediados por el ejército de Hamanu y debió sucumbir ante la profanación. De otra manera morirían de hambre. No sabía que su hechizo fallaría y todos morirían de igual manera. Su hechizo consumió la vida de todos en la isla. Además descubren que Korgunard, el Avangión, se estaba sometiendo a un proceso similar al que, aparentemente, los reyes hechiceros se sometían. La profanación, junto con un conducto de obsidiana, gran poder vital robado de otros seres podría mezclarse con el Sendero para comenzar un camino de transformación den Dragón. Hasta donde Haakar sabía se estaba investigando y existía la posibilidad de hacer lo propio por el camino de la preservación. La existencia de Korgunard lo confirmaba.
Esta historia altera fuertemente a Trenbull que se da cuenta que la gran orbe de obsidiana que los enanos Moratuc habían entregado a Abalach-Re podría ser una herramienta para su nefasta transformación. Debía volver y convencer a los enanos que dejen de minar, se sentía culpable pues él les había enseñado esa profesión. Tiene una breve discusión con Marcus sobre qué debía hacer. Trenbull se va ofuscado y Marcus abandona el lugar siguiendo a su hijo.
Averiguan también que el campo de bloqueo psiónico sólo podría ser causado por el Psionatrix, un antiguo artefacto que los magos habían creado. El campo actual era prueba de que existía y por su fragilidad debía seguir en el mismo lugar, la fortaleza Dasaraches, en la cuna de las Montañas de la Corona del Dragón. Además, los magos creaban métodos de contingencia por si debían destruir cualquiera de sus experimentos. Debían usar el martillo de agua, era el cilindro negro que habían tomado de la armería. 
Con toda la información y el Martillo de Agua en su poder el grupo puede dejar ir al descanso eterno a Haakar. Kivi incluso se ofrece a quedarse más tiempo para devolverle la vida a la tierra profanada, pero Marcus lo interrumpe, él se quedaría. Kivi debía ayudar al Avangión.

Trenbull y Marcus hicieron las paces, contemplan el jardín que Kivi plantó

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