Atando Cabos
Sul, 22 de Lharvion de 998 YK
Domingo, 22 de Julio de 998 YK
Tras pasar otra noche atrincherados en las salas antiguas de los esclavos drow vuelven a explorar el complejo en ruinas encontrando rápidamente a Muroni ensangrentada y dañada. Jade no lo había logrado. Habían sido emboscados primero por drow y luego por no-muertos de Karrnath.
Con la información recabada sobre el complejo deciden volver al nivel de las galerías para continuar la exploración. Allí encuentran los chamuscados restos de las madrigueras drow. Seguro los drow estaban defendiendo su hogar y por eso habrían atacado al grupo en primera instancia.
En ese mismo nivel Jessica accede a una sala que no han explorado. Por el marcado desgaste en la piedra y las aparentes ofrendas frescas y viejas asumen que es algún tipo de lugar dónde los drow han estado dejando ofrendas en algún tipo de rito. Continúa a la sala contigua y antes de cruzar el umbral ve la horrenda visión de un soldado de la garras esmeralda partido a la mitad sin una gota de sangre.
Al ingresar a la sala son atacados por un descomunal escorpión gigante, cazador por naturaleza. La bestia intenta apresar a Rusty y Evendur en un primer intento sin éxito luego de arder por una de las granadas del forjado. Muroni y Gaylord lanzan conjuros mágicos a la distancia mientras Jessica realiza una maniobra acrobática para treparse sobre el monstruo. Tras recibir unos cuantos golpes logra apresar a los dos guerreros e incluso clava el aguijón en Rusty aunque su veneno no es muy eficaz en el forjado. Jessica intenta ejecutar al animal con su propia cola, pero un error en la maniobra se lo impide. Vistos en apuros Evendur descarga su furia divina con el martillo mientras que Rusty pone su mano sobre el escorpión utilizando su magia para herirlo y, finalmente, matarlo.
Con la situación en calma Gaylord explica que seguramente los drow consideraban al escorpión un avatar de sus dioses y que, por su tamaño, habría sido traído hace mucho y creció hasta no poder salir más por las puertas. Muroni utiliza su magia para reponer algunas heridas de Rusty mientras Jessica se toma unos minutos para recuperar los posibles objetos valiosos entre las viejas ofrendas encontrando algunas joyas y un cetro mágico con la forma de un Couatl que toma Evendur por relacionarlo con su las sagradas bestias que crearon la Llama Plateada al sacrificarse.
Continúan avanzando por estas salas alineadas que cruzan las ruinas hasta salir al lado opuesta a las madrigueras donde aprecian el enorme tamaño de las galerías laterales y divisan a lo lejos varias ruinas de gigantes asomando las simas sobre el nivel del bosque. Jessica toma nota de la disposición de las ruinas y continúan.
La exploración los lleva hasta la base de la escalera que conecta con el nivel intermedio. Allí ven luz como de antorchas en la sima aunque por el ángulo no ven más que eso por lo que Gaylord envía a su familiar ratón encontrando un pequeño grupo de soldados de la Garra Esmeralda intentando manipular un extraño dispositivo que parece abrir la única puerta enorme que hay allí.
Planean una emboscada y cargan contra los soldados. Inmediatamente surgen alas del yelmo de Evendur mientras golpea al primer enemigo. Rápidamente llega Jessica para apoyarlo. Rusty lanza una granada con la mano desde su morral y luego otra con su dispositivo. La emboscada parece temblequear cuando los soldados tienen oportunidad de devolver los ataques utilizando tácticas militares pero no son rivales y uno a uno van muriendo.
Gaylord y Rusty investigan el tosco mecanismo notando que entre poleas y correas no faltaba mucho para que quede listo aunque era bastante improvisado y endeble. A su vez el mecanismo requería de una enorme fuerza para ser utilizado. Tras dos intentos, que hubiesen destruido las frágiles correas de no ser por Rusty, logran hacer fuerza suficiente destrabando la puerta pero liberando lo que había en el interior. Un terrible torrente de agua emerge de la sala destruyendo el mecanismo y arrasando con todo a su paso. Los aventureros son sacudidos, empujados y arrastrados hasta la base de la escalera donde logran aferrarse, pero Muroni desaparece. Asumiendo lo peor Gaylord lanza un conjuro de volar y rápidamente la encuentra en el suelo de la jungla. Inmediatamente le suministra una poción curativa. Había salido despedida por la galería. Al reunirse de nuevo Rusty utiliza su magia para sanar las heridas del grupo utilizando unas plegarias sagradas.
Una vez reagrupados notan que el agua no deja de fluir. Algo está suministrando un flujo constante de agua a la sala que los espera arriba. Lentamente, para no patinar, suben de nuevo las escaleras e ingresan a la oscura sala. Gaylord, aún bajo los efectos de su conjuro de vuelo surca el aire cargando un colgante de Rusty que brilla mágicamente. A medida que exploran la enorme sala inundada comienzan a vagar casi sin rumbo al no alcanzar a ver las paredes en la oscuridad. Es entonces que Jessica comienza a sentir que le falta el aire, como si se estuviese ahogando pero, previendo peligro en el agua, lanza sus lianas pegajosas al techo para poder trepar alejándose así del peligro y efectivamente recuperando el aire.
Exploran a los tumbos el extraño fenómeno del cual son víctimas Muroni y Evendur hasta que finalmente la estudiosa de la profecía del dragón cae sofocada y Rusty siente que la jalan al intentar levantarla. Desenfunda su espada y se hace presente el enemigo. Una extraña criatura humanoide, similar a un elfo deforme, emerge del agua y intenta reclamar sus presas. Rusty, por la sorpresa, recibe un golpe del monstruo y en seguida Evendur, que venía aguantando la sofocación, se une al combate con un golpe. Por su lado Gaylord y Jessica habían pasado por encima del agua hasta una estructura con glifos como los descifrados con el Rompecódigos. Desde allí el mago lanza su dildo ácido. Una descarga brutal de ataques potenciados por energía radiante de Evendur termina por aniquilar al no-muerto.
Al instante que Evendur conecta el último golpe todos pueden volver a respirar. Rusty explora el lugar encontrando dos enormes estructuras opuestas con una suerte de ventana mágica cada una que permitía ver un infinito mar al otro lado. De una de estas ventanas mágicas era que emergía toda el agua. Por su lado Gaylord lee los glifos: La Cola del Escorpión, la Boca del Río y el Ojo de Garyx. De nuevo, constelaciones. Pasan un largo rato debatiendo sobre el significado de estas particulares constelaciones y asumen que la resolución del acertijo está en el trono. Utilizan diversos objetos que tratan de relacionar con los nombres de las constelaciones pero nada sucede. Finalmente Rusty trepa al trono y se sienta. Inmediatamente su visión cambia pudiendo ver el firmamento entero, como si no hubiesen telarañas tapando el techo, ni el propio techo ni una nube. Con esta información Gaylord sube al trono y pronuncia el nombre de la primer constelación en el lenguaje de los gigantes. Automáticamente la constelación comienza a brillar en el cielo. Una a una pronuncia todas y luego el mago desaparece. Tras dudar saben que no pueden dejar solo a su compañero y suben todos al trono esperando que sea algún tipo de portal y que Gaylord no esté en peligro inminente. Jessica comienza a repetir las palabras de Gaylord, pero el lenguaje gigante le es ajeno y no recuerda la pronunciación exacta de una constelación. Comienza a pensar en utilizar el colmillo mágico que encontraron pero intenta pronunciar la palabra en el idioma común activando finalmente el portal.
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