.

.

domingo, 20 de octubre de 2024

The Empire Whacks Back - Sesión 07 (19/10/2024)

 Catacumbas en Molo Becco

10 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia

Tras el éxito de la última misión, y poder esquivar las labores del campamento de la Comunella, la banda se pone al día con las mejoras del carro de Ventresca. Consiguen mejor equipo para la rotisería e invierte mucho en expandir la red del mercado "alternativo" que manejan. Además, logran efectuar una "visita" a la bóveda de un noble de Tarantasia para tomar prestadas algunos objetos de valor. 
Una tarde de octubre son llamados por E. Fort a una de las torres de Tarantasia, allí les señala un pequeño poblado al otro lado del río, al norte de Pavida. Les explica que el poblado está sitiado por Imperiales, y que algunos soldados de la Comunella resisten desde la parte inferior de la ciudad, desde los muelles. Quieren dar un golpe, y para ello quieren un acceso "no custodiado" entre la parte alta y baja de la ciudad. Para eso les piden abrirse paso por unas viejas catacumbas de una antigua civilización que habitó la región antes que los pueblos norteños de hoy en día. Antes de salir, Samid envía cartas a las familias que perdieron marineros comandados por Lando con intención de tomar acciones legales contra el contrabandista. Así, se preparan para su nueva desventura. Reciben algunas provisiones y equipo para el viaje y parten en un bote.

11 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia


Al llegar a los muelles de Molo Becco tienen la sensación de que el sitiamiento de la ciudad es sólo una formalidad y que ni imperiales ni rebeldes intentan hacer nada. El hambre y el cansancio no los motiva. Tienen una breve reunión con rebeldes en una de las cuevas pegadas a los muelles donde se solía almacenar mercancía. Les explican por donde entrar al acueducto que da a las antiguas catacumbas y que deben abrirse paso y liberar un canal de paso sencillo hasta el cementerio para poder atacar por sorpresa y doblegar a los imperiales. Falka deja su laúd para que no se moje y parten bajo la lluvia y la noche a la entrada del acueducto.

Suponiendo la presencia de muertos vivos, Dino activa sus sentidos divinos, pero contra todo pronóstico, descubre que el pequeño efluente de agua proveniente del acueducto es agua consagrada. Llenan un par de cantimploras y siguen a Pietro que avanza primero. Falka, al prever los oscuros túneles por venir, enciende su linterna de combate para llevar luz en la oscuridad.

Al llegar al acceso a una construcción antigua Pietro explica que el acueducto es artificial y fue construido con propósito de tener una fuente de agua para los habitantes originales de la construcción a la que están por ingresar. Salvatore agrega que, según lo que han escuchado, es una vieja catacumba y que el agua consagrada se deberá a algún tipo de rito mortuorio del lugar, pero no logra explicar cómo sigue activo ese poder.

Catacumbas inferiores
Pietro marca el paso hasta llegar a un antiguo almacén. Allí hay un sin fin de barriles podridos por el tiempo y otros aún resistiendo. El contenido de muchos se ha desparramado por el suelo creando una gran película viscosa y patinosa de aceite de quemar. Intentar pasar por encima de los barriles y cajas para no llenarse de aceite. Falka logra hacerlo. Salvatore no cree que sea prudente e intenta pasar caminando, pero resbala y se llena de aceite que penetra en su ropa y debajo de su armadura. Le costaría bastante liberarse del aceite. Pietro imita con éxito a Falka, Dino sufre el mismo destino que Salvatore. Es Samid quien falla imitando a Falka y hace que todo el grupo lo espere mientras vuelve con los rebeldes a buscar ropa nueva y limpiarse...

Son más largos los minutos que el brujo se toma en cruzar despacio caminando con botas de pescador robadas que lo que tardó en ir a limpiarse. Antes de continuar su ascenso Dino vuelve a activar sus sentidos detectando muertos vivos más arriba. En su exploración dan con un viejo y oxidado elevador que accionan Salvatore y Dino haciendo gala de su fuerza.

Al llegar al siguiente piso ven un esqueleto guardián, aún armado, pero con el blasón deshecho por lo que no lo pueden identificar. Se preparan para atacar e incluso se lanzan hechizos potenciadores, pero el esqueleto se limita a verlos pasar mientras recorren el siguiente pasillo y abren la puerta a una antigua alcoba donde cuatro criaturas los esperaban, una de las cuales es enorme. El monstruo podrido más grande les habla, Falka intenta una mentira sin éxito y se desata el combate.
Heavy rotten Ghoul
El enorme monstruo cae en desgracia contra un conjuro burlón de Falka quedando tumbado e incapacitado. Sus "pequeños" aliados se apresuran sobre la puerta intentando paralizar con sus poderes antinaturales a Dino, que se protege con el escudo, y a Salvatore, que recibe un corte, pero gracias a uno de los brebajes entregados por E. Fort logra resistir. Acto seguido, el clérigo invoca santos y mártires mientras suena su campana para ahuyentar a los muertos vivos, dejando sólo al enorme monstruo como amenaza. Focalizando los ataques lo doblegan hasta que Pietro lo escala y le atraviesa la espada en el cuello. Con los enemigos en terror absoluto logran liquidar a dos inmediatamente y al tercero lo dejan atado con la esperanza de poder interrogarlo. 
Pietro contra los ghouls

No hay comentarios:

Publicar un comentario