Catacumbas en Molo Becco
10 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia
Tras el éxito de la última misión, y poder esquivar las labores del campamento de la Comunella, la banda se pone al día con las mejoras del carro de Ventresca. Consiguen mejor equipo para la rotisería e invierte mucho en expandir la red del mercado "alternativo" que manejan. Además, logran efectuar una "visita" a la bóveda de un noble de Tarantasia para tomar prestadas algunos objetos de valor.
Una tarde de octubre son llamados por E. Fort a una de las torres de Tarantasia, allí les señala un pequeño poblado al otro lado del río, al norte de Pavida. Les explica que el poblado está sitiado por Imperiales, y que algunos soldados de la Comunella resisten desde la parte inferior de la ciudad, desde los muelles. Quieren dar un golpe, y para ello quieren un acceso "no custodiado" entre la parte alta y baja de la ciudad. Para eso les piden abrirse paso por unas viejas catacumbas de una antigua civilización que habitó la región antes que los pueblos norteños de hoy en día. Antes de salir, Samid envía cartas a las familias que perdieron marineros comandados por Lando con intención de tomar acciones legales contra el contrabandista. Así, se preparan para su nueva desventura. Reciben algunas provisiones y equipo para el viaje y parten en un bote.
11 de Octubre de 1021 luego de La Caída de Plutonia
Al llegar a los muelles de Molo Becco tienen la sensación de que el sitiamiento de la ciudad es sólo una formalidad y que ni imperiales ni rebeldes intentan hacer nada. El hambre y el cansancio no los motiva. Tienen una breve reunión con rebeldes en una de las cuevas pegadas a los muelles donde se solía almacenar mercancía. Les explican por donde entrar al acueducto que da a las antiguas catacumbas y que deben abrirse paso y liberar un canal de paso sencillo hasta el cementerio para poder atacar por sorpresa y doblegar a los imperiales. Falka deja su laúd para que no se moje y parten bajo la lluvia y la noche a la entrada del acueducto.
Suponiendo la presencia de muertos vivos, Dino activa sus sentidos divinos, pero contra todo pronóstico, descubre que el pequeño efluente de agua proveniente del acueducto es agua consagrada. Llenan un par de cantimploras y siguen a Pietro que avanza primero. Falka, al prever los oscuros túneles por venir, enciende su linterna de combate para llevar luz en la oscuridad.
Al llegar al acceso a una construcción antigua Pietro explica que el acueducto es artificial y fue construido con propósito de tener una fuente de agua para los habitantes originales de la construcción a la que están por ingresar. Salvatore agrega que, según lo que han escuchado, es una vieja catacumba y que el agua consagrada se deberá a algún tipo de rito mortuorio del lugar, pero no logra explicar cómo sigue activo ese poder.
Catacumbas inferiores |
Heavy rotten Ghoul |
Pietro contra los ghouls |
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