El sol arde sobre sus cabezas mientras el grupo de muls salvajes amenaza y exige los alimentos que el grupo carga en su carro. Y aunque los semi enanos son guerreros brutales los aventureros que portan el capullo de Korgunard no dan un paso atrás. Sobre las calientes arenas de Athas comienza a correr la sangre. Coconan se ve rodeado inmediatamente por todos los enemigos, incluido su líder, un poderoso psiónico.
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| Mul salvaje |
Justo cuando Coconan, el Gladiador comenzaba a recibir los primeros rasguños Doro decide que no puede permitir que su campeón corra riesgos. Salta del carruaje sin que la vean, rueda en silencio sobre la arena y salta sobre la espalda apuñalando una daga de acero y dejando clavada una de hueso en el Mul a la vez que le arranca con los dientes una oreja. Seguido a eso Coconan invoca a Fenixin que muy enojado aún por haber sido invocado la última vez en medio de una tormenta de arena en vez de obedecer al gladiador lo baña en una llamarada de fuego. Para terminar de liquidar a los muls Hukaa teletransporta a sus aliados fuera del círculo de espinas invocado por Kivi. Los muls no resisten la ofensiva y el grupo está a salvo otra vez.
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| Doro ataca por la espalda |
Esa misma noche vuelven a tener un sueño, la sensación de ser seguidos se acrescenta. Al día siguiente comienzan los debates sobre la falta de alimento y agua, sobre qué dirección tomar y cuál es el mejor camino. El oasis de los elfos está cerca y pueden comerciar algunas cosas.
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| Más sueños turbios |
Por la tarde llegan a Silver Spring con muchas dudas sobre los elfos del oasis, ya les robaron una vez. Al llegar a la entrada se encuentran con la primer traba. Los elfos piden una pieza de plata por cabeza, por lo que utilizan una maniobra escondiendo a Hukaa y Kivi, pagando sólo por Doro y Coconan.
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| Los elfos de Silver Spring |
Dentro del oasis se dividen. Coconan y Doro se encargan de vender el cargamento de obsidiana y comprar agua mientras esquivan las ofertas engañosas de los vendedores del mercado elfo. Doro incluso comienza a jugar con su colección de dientes por la paranoia. Consiguen negociar un poco los precios, aunque así y todo saben que nos son justos los elfos con sus tarifas. Ser el único punto comercial a días de distancia les da bastante fuerza para negociar. Por su lado Hukaa y Kivi llevan invisibles el capullo con el viejo druida del oasis amurallado. Neri'Vak los recibe con más dudas que certezas por lo que Kivi decide hablar directamente con el espíritu del oasis. Aún sabiendo que cada espíritu patrón es distinto y no tienen por qué favorecer a otros druidas Kivi tiene confianza en que entenderá que lo del capullo es urgente, aunque ni él sepa bien el significado del capullo.
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| El espíritu se manifiesta ante Kivi |
El espíritu del oasis efectivamente se manifiesta, aunque en el plano mental, en su verdadera forma ante Kivi, un gran acto de confianza en el enano. Tienen un breve diálogo en el que Kivi se convence aún más en ayudar a Korgunard en lo que sea que esté haciendo ya que podría ser la forma de regresar Athas a su esplendor. Además es espíritu le revela a Kivi que Korgunard podría estar manifestándose en sus sueños y debería seguir viaje hasta que él les indique lo contrario en sueños.
Como último consejo Neri'Vak les recomienda que no confíen los elfos del lugar, aún siendo él un miembro de la tribu, y que desconfíen en particular de Toramund, su líder. Efectivamente, del otro lado del oasis, Doro y Coconan perciben que son espiados.
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| Silver Spring |
Sabiendo que no debían pasar allí ni un segundo de más Coconan termina de cargar el agua a la carreta mientras la halfling se ve distraída por una peculiar mujer que estaba armando su campamento para pasar la noche en el asentamiento élfico y al llegar Kivi y Hukaa utilizan el sendero de ella para salir del oasis y comenzar a viajar hacía Tyr.
En el desierto de nuevo comienzan a sentir el peso del hambre. Ahora Hukaa ha perdido sus protecciones psiónicas, o las ha cambiado mejor dicho. Deciden salir a cazar y siguiendo un rastro llegan hasta la entrada de una cueva que iluminan con la luz de Fenixin. El fuego del ave elemental deja al descubierto a un lagarto del tamaño de in kank que utiliza la psiónica sobre la fuente de luz haciendo que huya, separándose lo suficiente de su escudo como para romper la invocación que lo mantenía en este mundo.
Los ataques de la bestia son en extremo poderosos y sus poderes psiónicos de igual calibre. El combate es sangriento por demás. Doro ve su oportunidad y entra en la cueva, un lagarto así debe tener uno o más huevos. Efectivamente dentro de la cueva encuentra un huevo, pero custodiado por dos esclavos giths.
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| Esclavo gith |
Sin dudarlo un segundo la halfling utiliza su poder psiónico salvaje para enemistar a los salvajes y robar el huevo. Mientras tanto el combate afuera se ponía cada vez más denso. Afortunadamente Doro sale con el huevo y lo lanza sobre la bestia de manera de distraerla y emprender la retirada. Están a salvo, pero sin alimento otra vez.
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