¡Venomfang!
El último de los zombies de la ceniza cae. Me tomo un segundo para curar mágicamente las heridas de Ferghus mientras inspeccionamos a los zombies, llevan armaduras completamente oxidadas y deterioradas. No queda mucho más por explorar, debemos dejar de esquivar la colina y subir para enfrentar a Venomfang.
Venomfang descendiendo |
La calma y el ardor en la nariz al respirar vaticinan lo que se viene. Cerca de la entrada vemos cadáveres de arañas gigantes. Hessen se exaspera y abre la puerta abruptamente. Entramos todos corriendo tras él. La torre cuyo techo ha caído hace años se oscurece unos segundos mientras el enorme reptil desciende de los cielos a posarse en el borde de la torre.
Venomfang |
La feroz bestia intenta engatusarnos para que lo ayudemos. Trata de adularnos diciendo que somos los primeros en llegar vivos a él. Por el rabillo del ojo veo a Hessen tensar su arco, el dragón lo nota. Les susurro que se dispersen por el aliento. Ferghus se acerca por pedido del dragón y logra esquivar un mordisco letal justo a tiempo. El guerrero intenta devolver el golpe con el hacha y se desata el combate.
Hessen intenta alcanzar al dragón con sus flechas pero no logra perforar las duras escamas en un primer intento. Apunta mejor y conecta un buen segundo disparo. Intento usar mi arma espiritual y mi martillo sin éxito. Al ver a mis compañeros esforzándose al máximo sin éxito invoco el poder de Marthammor Duin para bendecir a mis compañeros para luego ordenar a mi arma espiritual que de un buen golpe. Erevan y yo recibimos de lleno el ataque de aliento venenoso del dragón. Todo se vuelve nubloso. Incluso mi resiliencia no es suficiente. La bendición de Marthammor Duin hace que Galahrin y Ferghus conecten sus ataques. Todo se empieza a ver más borroso, intento curarme pero el maldito dragón me alcanza con un terrible mordisco...
Desde el suelo veo a Erevan desesperado, grita algo que no entiendo, veo luces salir de sus manos hacía el dragón. Ferghus y Galahrin están frente al dragón, aunque no veo bien parecen ir ganando. Toso sangre y pierdo la visión con un ojo. Apenas noto la mancha verde que sería el dragón elevándose. Debe estar huyendo al recibir semejante paliza. Argh, arde...
Lo siguiente que recuerdo es al viejo Reidoth aplicando curaciones mágicas en mis heridas mientras le revela a Hessen la posición exacta del castillo de los boca peñasco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario